Las historias de jugadores que comienzan en ligas semi profesionales y amateurs han ganado popularidad por casos como el de Jamie Vardy. Un camino similar vivió Junior Messias, el héroe del AC Milan en la noche del Wanda Metropolitano de este miércoles. Este jugador brasileño que emigró a Italia con 20 años ha dejado al Atlético de Madrid mirando al abismo de quedarse fuera de la Champions League y ha dado esperanzas al cuadro italiano.
Los rossoneri llegaron al Metropolitano sin conocer la victoria en la Champions League. La última vez que el Milan ganó un partido de la máxima competición continental fue hace ocho años. Un dato con trampa, ya que en las últimas siete temporadas no ha disputado el torneo europeo. Y a punto estuvo Ibrahimovic de cambiar la historia. Pero Oblak lo evitó.
Entonces apareció el 'mesías' de la noche del Wanda para los italianos. Junior hizo justicia a lo visto sobre el verde con un gol que dejaba al Atlético en serios aprietos en la Champions League y con el equipo italiano pasando de estar KO a vivo en la competición. El brasileño remató de cabeza un centro lateral entrando entre Giménez y Lodi para batir al portero esloveno.
Messias, que puede jugar tanto de mediapunta como de banda derecha, llegó a Milan por su polivalencia para reforzar las dos posiciones. "En cierto momento no creí en llegar a este nivel, estaba jugando solo para divertirme… En las ligas amateur jugamos durante 10 meses, luego en los otros dos meses trabajaba. Eso me hizo ver los valores de la vida y me empujó mucho. Soy humilde y trabajo para el grupo, y esta es mi fuerza. Se necesita sacrificio, se necesita trabajo…. Sin embargo, nunca pensé en llegar a esa altura. Los sueños se hacen realidad, solo hay que creer en ellos", explicó el día de su presentación. Este miércoles ha dado un paso más.
Su historia
Messias tiene una aventura en el fútbol italiano digna de contar. En 2011, Junior tenía 20 años cuando decidió moverse hacia a Italia para vivir con su hermano en Turín. Quería buscar la oportunidad que le fue negada en Brasil: la de jugar al fútbol. Todo esto, en un comienzo, sin tener permiso de residencia. Empezó a jugar al fútbol amateur mientras trabajaba como repartidor de electrodomésticos, su ocupación principal. Su destino cambió cuando se cruzó con el exentrenador del Torino, Ezio Rossi.
"Vi a Junior e intenté llevarlo al Fossano, pero me dijo que el sueldo que le propusieron era demasiado bajo y prefería seguir siendo repartidor para ayudar a la familia", explicó en el portal de Gianluca Di Marzio. En 2015, sin embargo, el técnico transalpino decidió llevarlo con él al Casale, conjunto que militaba en el campeonato 'Eccellenza', la quinta división del Calcio. Ahí empezó su escalada que le ha llevado hasta jugar en el AC Milan y en la Champions.
Ganó el campeonato realizando 20 goles y se fue al Chieri, en la Serie D. En 2017 la Pro Vercelli le intentó fichar y ofrecerle una enorme oportunidad en la Serie B, pero problemas burocráticos con su pasaporte comunitario, frustraron momentáneamente su sueño. Hace un año llegó la llamada del Crotone, con el que fue protagonista del ascenso a la Serie A, campeonato en el que ahora está brillando. Con 24 años era repartidor, con 29 es el ídolo del AC Milan.
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