Robert Sarver es el protagonista del último terremoto que sacude la NBA. El propietario de los Phoenix Suns está en el centro de todos los focos después de que más de setenta personas le hayan acusado de haber tenido actitudes racistas, sexistas y hasta de abusos sexuales a lo largo de los 17 años que lleva al frente de la franquicia. La NBA ya le investiga y el Mallorca, club de La Liga que pertenece en un 77% al estadounidense, puede verse salpicado si acaba siendo 'condenado' por la competición de baloncesto.
El dueño de los Suns ha negado todos los hechos, pero hay quien ha dado su nombre y apellidos para acusar de forma directa y pública al empresario. La situación ha estallado estos últimos días y será la investigación independiente que ha solicitado la NBA la que arroje algo de luz. Hasta que eso ocurra, el entorno de Sarver se ha movilizado para negar de forma tajante todas las acusaciones y hasta para pedir a ciertos extrabajadores de la franquicia que no sigan hablando.
El señalamiento público comienza hace unos días cuando el portal ESPN, uno de los más especializados en la NBA, publicaba el reportaje que puede acabar siendo el principio del fin de Robert Sarver. Más de setenta testimonios servían para señalar al propietario de "misoginia", "racismo" y hasta de presuntos abusos sexuales durante un mandato que hoy en día sigue vigente. La NBA, además, estaba al tanto de la publicación antes de que esta saliera a la luz. Una vez se hizo pública, todo estalló.
Robert Sarver se ha defendido negando todos los hechos. Además, ha restado valor a las declaraciones de personas como Earl Watson, exentrenador y ahora asistente en Toronto, que ha sido de los pocos que ha explicado públicamente que presenció este tipo de actitudes hasta el punto de relatar un episodio donde Sarver repitió la 'prohibida' 'n-word'.
"Quiero aplaudir el coraje de los numerosos jugadores, ejecutivos y empleados por luchar contra entornos tóxicos de insensibilidad racial, acoso sexual y microagresiones con su verdad", ha llegado a destacar Watson sobre la publicación de ESPN. Mientras, otros extrabajadores, manteniendo su anonimato, han denunciado en redes que la esposa de Sarver, Penny, ha intentado intimidarles para que dejen de hablar del caso. Una nueva pieza en el puzle del propietario.
La NBA ha sido clara: dejará el asunto en manos del bufete Wachtell Lipton, encargado de realizar una investigación completamente independiente. "Las acusaciones contenidas en el artículo de ESPN son extremadamente serias", han llegado a indicar en un comunicado que no se hizo esperar. "La NBA y la WNBA mantienen su compromiso de brindar un lugar de trabajo respetuoso e inclusivo para todos los empleados". Una vez concluya la investigación, se tomará una decisión que puede implicar la marcha de Sarver.
Él, lejos de esconderse, también ha mostrado su predisposición a colaborar. "Agradecería por completo una investigación imparcial de la NBA que puede resultar nuestra única salida para limpiar mi nombre y la reputación de una organización de la que estoy muy orgulloso". La presión ya ha comenzado y sin olvidar que hace cosa de un año los jugadores de la NBA boicotearon los playoffs como forma de protesta por el Black Lives Matter.
Llegada al Mallorca
Por el momento, su liderazgo en el Mallorca no está en cuestón. En gran parte ayuda que sea un hombre más alejado de los focos en España que en Estados Unidos. Sin embargo, si la NBA sigue hacia adelante y acaba concluyendo que todos esos comportamientos se produjeron, su marcha como propietario mayoritario de la franquicia podría precipitarse con posibles consecuencias a su estancia en el Mallorca.
Sarver llegó en 2016 con el objetivo de reforzar económicamente a un club histórico que no pasaba por su mejor momento. En 2010 habían entrado en concurso de acreedores y por entonces se encontraban en Segunda División. Sarver, con su empresa, desembolsó 21 millones de euros y se hizo con el control del 77% del Mallorca. Desde entonces, el club ha logrado subir a Primera y ha dejado atrás los problemas financieros en plena crisis por la Covid-19.
Aparentemente hay satisfacción con su gestión como principal propietario. Y de ello también se deriva su falta de protagonismo en la actualidad del club bermellón frente a otros dueños que acaban siendo el foco de todas las críticas. Pero este caso que investiga en la NBA, y más en tiempos de concienciación social, puede acabar dejando señalado a alguien desconocido para muchos.