El Camp Nou ha llegado a ser una casa en ruinas. Así lo desvelan los duros informes que se han revelado sobre el estado del coliseo blaugrana en las últimas fechas y que ponen de manifiesto que el FC Barcelona tenía problema realmente serio. Ahora no solo se ha descubierto que había riesgo real por desprendimientos, sino que algunas zonas eran una auténtica porquería.
Después de conocerse que en el Camp Nou se disputaron hasta 21 partidos con la presencia de público a pesar de haber riesgo de desprendimientos por más de 120 patologías en sus estructuras, han salido a la luz más informaciones que aseguran que el estadio del Barça registraba importantes problemas de insalubridad por culpa de los excrementos de paloma que se habían acumulado durante meses sin limpiarse.
La emisora RAC1 ha conseguido rescatar un análisis realizado sobre las condiciones dele estadio blaugrana en el año 2013 en el que se apuntaba al deplorable estado de algunas zonas del estadio del Barça, las cuales estaban colapsadas por los excrementos de estos animales y que no habían recibido la pertinente limpieza.
Este informe fue elaborado por una compañía de inspecciones que pudo revisar las condiciones en las que se encontraba el Camp Nou en aquel momento, apuntando todos los fallos que habían encontrado en el esqueleto de la construcción del feudo culé. Algunos eran realmente graves y ponen de manifiesto las terribles condiciones en las que ha estado.
Después de terminar dicho análisis, la conclusión de dicha compañía fue que "la situación higiénica del recinto era bastante grave". Sin duda, un duro resumen que hablaba de la importancia de un asunto que, sin embargo, en el FC Barcelona se dejó pasar fruto de la dejadez de la junta directiva de Sandro Rosell, saliente en 2013, y de Josep Maria Bartomeu, que llegó al cargo en enero de 2014.
El informe del caos
De hecho, tras terminar la exploración, la compañía de inspecciones aseguró que se habían encontrado en múltiples zonas del estadio nidos de paloma superiores a 20 centímetros, colocados entre las vigas y el techo. El inspector de Gold Service, encargado de comunicar la valoración final, puntualizó que la producción de estos nidos no surgen de un día para otro, sino que requieren de mucho tiempo de los animales creando 'su propia casa' en total calma y libertad, es decir, sin recibir la visita de especialistas ni equipos de limpieza que hubieran puesto remedio antes de que se hubiera llegado a una situación extremadamente grave.
El problema más grave al que se enfrentaba el FC Barcelona ya no eran los propios animales o los nidos en sí, sino las consecuencias de insalubridad que estos producen. Su presencia provocaba grandes acumulaciones de basura y suciedad que terminaban dejando olores peligrosos para la salud de los aficionados y operarios del Camp Nou.
Además, llegaron a registrar nuevos invitados a la fiesta como plagas de moscas y ácaros. En el informe se incluye también que era fácil apreciar con cierta normalidad cómo los excrementos de estos animales, que causaban la suciedad, terminaban cayendo en zonas destinadas a la alimentación, agravando exponencialmente el problema.
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