Los aficionados del Newcastle aventuraban un año complicado donde el objetivo sería salvarse del descenso. Una meta común para aquellos equipos que no tienen el potencial de competir con los grandes Liverpool o United, ni con los inversores de Manchester City o Chelsea. Sin embargo, el sueño que había entre las 'urracas' se ha hecho realidad con la compra del club por parte de un consorcio originario de Arabia Saudí y con el -polémico- príncipe heredero Mohamed bin Salmán relacionado.
Este movimiento empresarial supondrá un cambio radical para la entidad, que ahora se convertirá en un rival directo para el próximo mercado de fichajes y que empezará a tener efectos entre el público tras el parón de selecciones. Actualmente el equipo marcha penúltimo de la Premier League sin ningún triunfo en su casillero, pero es probable que a nivel psicológico haya un extra de motivación con la nueva cúpula. Sus cuentas, de momento, podrán tener el respaldo de los cerca de 320 mil millones de libras que se calcula que tiene el fondo saudí.
Hasta este jueves, el Newcastle United era propiedad de St James Holdings Limited y contaba con Mike Ashley. Sin embargo, 14 años después ha llegado un cambio muy esperado entre los aficionados al equipo. Un comunicado oficial acababa con los rumores: "Se ha resuelto hoy la disputa sobre la adquisición del club por parte del consorcio formado por PIF, PCP Capital Partners y RB Sports & Media".
Este acuerdo dará el 100% del control del club a dicho consorcio. De ese porcentaje, el 80% corresponderá a PIF, el Fondo de Inversión Público de Arabia Saudí que ha aportado esa pizca de polémica a la compra del Newcastle. Yasir Al-Rumayyan, gerente del fondo, será el nuevo presidente no ejecutivo. Amanda Staveley, directora ejecutiva de PCP, tendrá un puesto en el consejo. Jamie Reuben ejercerá de director de club como representante de RB.
Las promesas no han tardado en llegar: "Tenemos la intención de inculcar una filosofía unida en todo el Club, establecer un propósito claro y ayudar a proporcionar un liderazgo que permita al Newcastle United alcanzar grandes logros a largo plazo. Nuestra ambición está alineada con la de los aficionados: crear un equipo de éxito constante que compita regularmente por los principales trofeos".
Sin embargo, si este nuevo escenario es aparentemente positivo para todas las partes, ¿dónde surge el conflicto? Pese a la rápida confirmación de la noticia, los primeros intentos para comprar el Newcastle comenzaron en abril de 2020 y acabaron fracasando por el temor a que Arabia Saudí entrara de lleno en un club de la Premier League. Algo que parece que seguirá siendo así, pero cuya explicación ha bastado a la competición para aceptar la operación.
La primera negativa
Es abril de 2020 y la oportunidad de comprar el 100% del Newcastle cobra enteros. El consorcio de estos tres inversores se une y comienza a presionar para hacerse con la entidad británica. Sin embargo, el primer escollo no tarda en llegar: la Premier League debe dar el visto bueno y el hecho de tener a un príncipe saudí con opciones de controlar el club no termina de gustar.
Las complicaciones van a más. La Premier no quiere que la realeza de Arabia Saudí tenga en sus manos el Newcastle. Además, se abre una batalla comercial y política por los vínculos de la competición inglesa con Catar. Estos últimos cuentan con BeIN Sports, que son quienes retransmiten la Premier en Oriente Medio. Arabia Saudí, sin embargo, rompió relaciones diplomáticas con Catar en 2017 -recuperadas en enero de 2021-. Una situación que facilitó que Arabia Saudí permitiera la retransmisión pirata de los partidos.
La compra se estancó por completo y quedó paralizada. Sin embargo, más de un año después, esa opción volvió a cobrar relevancia y se ha cerrado a gran velocidad. Medios británicos habían señalado que hasta enero, cuando se produjera un análisis de la Premier League, no se cerraría la operación. Pero tras cambios en las últimas horas, la compra del club se aceleró. Los aficionados salieron a la calle y la confirmación por parte de la Premier y del propio Newcastle se emitió.
La gran pregunta es qué ha cambiado en todo este tiempo para que la Premier haya aceptado la compra. Y la competición no obvió que esa cuestión iba a aparecer. Por ello, en el comunicado oficial subrayaron que "la Premier League ha recibido ahora garantías legalmente vinculantes de que el Reino de Arabia Saudí no controlará el Newcastle United Football Club".
El Newcastle, en su nuevo organigrama, tampoco cita al príncipe heredero Mohamed bin Salmán. Este es quien, teóricamente, controla el Fondo de Inversión Público. Sin embargo, en la operación es el gerente quien figura Yasir Al-Rumayyan. La vinculación entre el nuevo Newcastle y Arabia Saudí parece irremediable. Y más teniendo en cuenta que se espera que el estado árabe también permita las retransmisiones de BeIN Sports, lo que acabaría con el conflicto de la Premier y la piratería.
Por el momento, se da por hecho que el Newcastle podrá competir notablemente en el mercado de fichajes. Un nuevo rival en la competición británica, que ya tiene a grandes jeques como el del Manchester City en la liga, o la inversión rusa de Abramovich en el Chelsea.
La polémica social
La Premier League, pese a su justificación de haber permitido la operación, ya se ha encontrado las primeras críticas. De hecho, las recibió con anterioridad a que se cerrara el acuerdo y cuando ya se daba por hecho. Amnistía Internacional, con su director Sacha Deshmukh, relacionó la compra del Newcastle con una campaña de blanqueamiento de la falta de derechos humanos en su territorio.
"Desde que se habló por primera vez de este acuerdo, dijimos que representaba un claro intento de las autoridades saudíes de lavar deportivamente su espantoso historial de derechos humanos con el glamur del fútbol de primera división", indicó el representante de Amnistía. De hecho, citaron movimientos saudíes con el objetivo de perder cualquier imagen contraria con las democracias europeas.
"En el curso de esta prolongada compra, hemos visto a las autoridades saudíes liberar finalmente a activistas de los derechos de las mujeres encarceladas, como Loujain al-Hathloul, aunque sólo con condiciones punitivas y sólo después de años de presión de la comunidad internacional", espetó sobre los derechos humanos.
Además, a toda la operación se le suma la polémica en torno al príncipe heredero Mohamed bin Salmán, vinculado hace dos años con el asesinato del periodista Khasoggi. Mohamed bin Salmán, ileso políticamente tras el asesinato, fue señalado como impulsor de la operación tras una investigación de la Inteligencia norteamericana.
Pese a las quejas de Amnistía Internacional, la Premier League ha blindado la operación asegurándose de que el príncipe heredero de Arabia Saudí no pueda tomar decisiones en el Newcastle. Más allá de que eso acabe ocurriendo, 'Las Urracas' ya son uno de los clubes con mayor capacidad de fichajes del momento.
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