El Barça pasa por el momento más difícil de su historia moderna. La crisis financiera que le afecta, que habría llevado al club a su disolución en marzo de haber sido una sociedad anónima, es fruto del desastre de la gestión de Josep Maria Bartomeu y su Junta. Los números se han repasado una y otra vez, los 481 millones de pérdidas del ejercicio 2020/2021, sin ir más lejos. Así es difícil tener ilusión entre el barcelonismo.
Pero este miércoles, Ferran Reverter, CEO del Barça, dio un ápice de luz entre tanta oscuridad. "Volveremos a poner al Barça en el lugar que merece", dijo en la presentación de la Due Diligence que ha levantado la alfombra de Bartomeu. Para ello se ha diseñado un plan de viabilidad y estratégico con muchas aristas, pero desde el lado de Laporta se mira con optimismo hacia el futuro.
El plazo son cinco años. Un lustro para "balancear los números deficitarios" del Barça, según los cálculos del director general del club. Puede parecer mucho tiempo, pero esto no implica que el club "no pueda fichar ni tener un equipo competitivo", ha precisado Reverter. Es lo que ilusiona a la gente y, tras un verano difícil con la traumática salida de Leo Messi y fichajes a coste cero, se apunta con fuerza a las próximas ventanas de traspasos.
Fichar a uno o dos cracks
Primero hay que hacer los deberes y eso significaría acabar la temporada con cinco millones de euros de beneficios, que es lo que se proyecta ahora desde el Barça para el ejercicio 2021/2022. De cumplirse, y Reverter apostó fuerte por ello, "se podrá traer a los jugadores que quiera el club". En la mente de todo culé ya aparecen nombres como el de Erling Haaland, pero todavía hay mucho trabajo por delante para saber si jugadores así son una opción real.
El Barça, dice su CEO, podría fichar en enero por alrededor de 20 millones de euros, que es lo que generó en Fair Play positivo la salida de Antoine Griezmann al Atlético. No parece que sea la apuesta, al menos, no mientras no haya salidas pendientes como la de Samuel Umtiti que sigan bajando la masa salarial.
Se piensa en fichar "a un crack o dos" en las próximas temporadas y afrontar renovaciones cruciales como las de Pedri y Ansu Fati que van "por buen camino". Todo eso con el Espai Barça por ahí en medio. Todo será en el mejor de los casos, claro.
Muchas incógnitas
Lo primero es el objetivo que se marcan para rebajar la masa salarial. Si lo idean es que esta fuera del 55% en relación a los ingresos, el plan es dejarlo en el 61% para el año que viene. Lo dicho, jugadores como Umtiti o Coutinho, que hasta ahora han sido un problema para buscarles salida, deberán irse. La apuesta por la cantera (los Gavi, Nico, Balde, etc) también ha de funcionar para contrarrestar las eventuales bajas y sin ocupar mucha masa para que puedan entrar los fichajes que ya se prometen.
A su vez, será crucial lograr que el Camp Nou abra su aforo al completo y llenar sus gradas, puesto que ahora solo cuenta con un máximo del 60% por las restricciones en Cataluña habiendo otros campos, la mayoría de Primera, que ya pueden abrirse al 100%. Cada partido que pase sin llenarse el feudo culé es un problema más para Laporta.
Pensando a largo plazo aparece la rebaja de la deuda, señalado que 1.350 millones es el máximo que tendrá y se prevé disminuirla este mismo curso. El crédito obtenido de Goldman Sachs de 595 millones (a 10 años con un interés del 1,98%) es un colchón importante y se llevarán a cabo iniciativas de futuro para recuperar los ingresos, véase la entrada en negocios como los eSports, la aparición de los tokens (aprovechando los millones de fans que tiene el club repartidos por el mundo) y el Espai Barça.
El Espai, ¿solución o problema?
El Espai Barça merece un punto a parte. No costará menos de 800 o 950 millones de euros, como ha asegurado el CEO culé y si quieren "el mejor Palau" se moverán en otros 300-400 millones. Para ello, en la Asamblea se pedirá el límite máximo de 1.500 millones para pedir el crédito. Más deuda para generar ingresos en un futuro que por ahora no aparenta cercano.
De momento, hay que decir, se ha gastado ya un 25% de lo presupuestado por Bartomeu (que eran 600 millones que distaban mucho de la realidad) y tan solo se ha hecho un 5% de las obras.
Muy bien tienen que irle las cosas al Barça para cumplir con el saneamiento a todos los niveles que se traza desde la directiva de Laporta. No se cuenta, según lo dicho este miércoles, con la importante fuente de ingresos que supondría la Superliga Europa. El Barça sigue subido en su barco, lógico viendo que sin ella sería casi un milagro cumplir con una previsiones muy optimistas. A peor, tras lo de Bartomeu, no se puede ir.
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