El juzgado de lo Social número 8 de Barcelona considera como improcedente el despido de Noelia Romero, la excompliance officer del Barça, y obliga al club a indemnizarla con 14.717,37 euros o a readmitirla como trabajadora en la sentencia que se firmó este jueves. El juez, Juan Manuel Fernández, concluye que la demandante "no cometió ninguna falta muy grave o grave susceptible de ser sancionada con un despido disciplinario". Aunque precisa que "es cierto, sin embargo, que incurrió en alguna demora o pequeña irregularidad en el ejercicio de sus funciones, pero con una trascendencia disciplinaria ínfima".
Así, el juez sustenta su sentencia en "la ausencia de concreción o la prescripción de casi todas las faltas que se le imputan y también porque ninguno de los reproches que se le dirigen reviste real entidad disciplinaria".
Además, dice que "una vez valorada la mucha prueba practicada en este proceso, este juzgador está en el convencimiento de que, en efecto, la actora fue despedida básicamente por su actividad como responsable de cumplimiento normativo". Y añade que "la relación con la dirección del Barça discurrió sin incidencias destacables hasta que la actora decidió iniciar en el mes de febrero una investigación a propósito del denominado 'Barçagate'".
Por lo tanto, considera que "la demandante fue despedida porque la dirección del Barça interpretó que su actividad investigadora a propósito del 'Barçagate' era una inaceptable intromisión en un asunto que escapaba a su competencia, toda vez que esa actividad había sido encargada a la empresa PwC".
Entre las conclusiones del juez destaca que a la declaración como testimonio del exjefe de los servicios del club, Román Gómez-Ponti, quien está investigado por posible administración desleal y corrupción entre particulares en el 'Barçagate', se le ha conferido "un valor probatorio muy limitado, ya que expresó una evidente animadversión hacia la actora, dejando entrever una relación conflictiva o de manifiesta enemistad".
También expone que "su declaración resultó tan imprecisa como la de la Sra. Simona (la sucesora en el cargo de Noelia Romero), con referencias a quejas de origen no determinado ni una "contaminación de circuitos (locución de impenetrable significado), disfunciones genéricas, ausencias no concretadas, supuestos descontentos, etcétera".
Por último, sentencia que el informe que hizo la empresa auditora KPMG, contratada por el Barça, sobre el trabajo de Noelia Romero "se descubre como una mera actuación tendente a facilitar el reproche disciplinario".
Conformidad
Romero, sentenció que "ha quedado demostrada la improcedencia" de su "despido" de la entidad azulgrana en un comunicado. "Ha quedado demostrada la improcedencia de mi despido tanto mediante los hechos probados como con la fundamentación. El juzgado lo interpreta como reacción ilícita frente a mi iniciativa investigadora por el caso 'Barçagate' y el contenido de dichos informes", empieza.
"La sentencia también destaca que no cometí ninguna falta grave ni muy grave, sin poder probarse ninguna de las 13 acusaciones de la carta de despido y quedando las mismas desprovistas de contenido fáctico", sigue diciendo la excompliance officer, que fue despedida por el Barça en julio de 2020.
Por otro lado, Romero dice que el juez destaca "en varias ocasiones la enemistad manifiesta de Román Gomez-Ponti, investigado por el caso 'Barçagate' (y exjefe de los servicios jurídicos del club), cuyo valor probatorio de su declaración se califica de muy limitado, no justificado e impreciso".
Sobre la investigación que realizó la empresa auditora KPMG sobre la labor como compliance de Romero, ella explica que el juez "la califica de incompleta, dirigida y sesgada y que se interpreta como un intento de fiscalizar" sus "funciones en el FC Barcelona y posteriormente justificar un despido".
Para terminar, Romero hace un alegato en defensa de la labor de los compliances: "Seguiremos luchando por la indemnidad de los profesionales del compliance para que este caso sirva para ahuyentar futuras prácticas ilícitas sobre los profesionales que como yo ponemos de manifiesto prácticas contrarias a la integridad en las organizaciones".
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