Si algo no se le puede negar a Ronald Koeman hasta ahora como entrenador del FC Barcelona es su sinceridad. El técnico holandés ha tenido que vivir en una de las épocas más complicadas del club y aún así ha sabido sacar adelante pequeños éxitos que han aumentado su consideración como preparador técnico.
El neerlandés ha vivido un cambio de presidente, una crisis económica impresionante, la salida de jugadores como Leo Messi o Antoine Griezmann y muchos problemas con la plantilla que todavía no han quedado resueltos. Y para colmo, la llegada de un Laporta que no confía en él y que le mantiene porque la situación financiera le impide destituirle.
Koeman se está empezando a cansar de las apariciones públicas de Laporta hablando sobre su situación y su futuro mientras ambos negociación una renovación que en estos momentos va por buen camino, pero que podría torcerse en cualquier momento y no necesariamente por culpa de los resultados.
Tras la ronda de entrevistas y declaraciones de Joan Laporta durante los últimos días, le ha llegado el turno a un Koeman que ha defendido su posición y su puesto con uñas y dientes sin importarle a quien disparar: "Salieron cosas que me molestaron porque no demostraban apoyo al entrenador". Así se ha expresado en unas declaraciones recogidas por el medio Algemeen Dagblad.
Después de que Laporta desvelara las conversaciones entre ambas partes sobre dicha renovación, algo que no le ha gustado en absoluto, Koeman ha aprovechado también para contar su propia verdad y para mostrar su descontento con la situación que ha vivido en los últimos días y horas.
El Koeman más sincero
"Hace dos semanas tuvimos unas conversación sobre un nuevo contrato.Nada de esa conversación salió en la prensa hasta que el presidente lo comentó con ciertos periodistas la semana pasada sobre la situación que atravesaba el club, las finanzas y más cosas. Al día siguiente, los medios decían que Koeman podía firmar un nuevo contrato si cumplía tres condiciones. Yo pensaba que esto no podía estar pasando".
El entrenador neerlandés no ha podido ser más sincero sobre esta situación tan complicada que está atravesando y de la que depende nada más y nada menos que su futuro como entrenador del FC Barcelona. Además, también le molesta que se dude de su autoridad como entrenador ante posibles presiones llegadas desde la presidencia para decidir quien tiene que jugar y quien no.
"Yo soy quien tiene que decidir quién juega". Así de tajante se ha mostrado el todavía técnico del FC Barcelona y que de momento no ha querido desvelar nada sobre cómo se están produciendo en estos momentos esas conversaciones para sellar su continuidad en el club más allá de lo que ya se ha podido conocer tras las palabras de Joan Laporta.
Lo cierto es que el presidente del club se ha quedado sin candidatos de su agrado para el banquillo, al menos por ahora, y se plantea seriamente dar continuidad a un Koeman que se está dejando la piel por sacar adelante a un Barça joven en su momento más delicado.
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