Mientras Leo Messi se encuentra en Caracas entrenando junto a la selección argentina de cara a la triple convocatoria de eliminatorias de clasificación para el Mundial 2022, en el Paris Saint-Germain se preparan para recibir a sus hijos en las categorías inferiores del club. Y es que antes de irse, el '30' del conjunto parisino inscribió a Thiago y Mateo. El segundo, nacido en 2015, evolucionará con el sub7 del PSG. En cuanto al mayor, nacido tres años antes, debería jugar en el sub10 o el sub9, tal y como ha informado L'Equipe.
Fue una sorpresa en el Stade Georges-Lefèvre, el campo de entrenamiento del fútbol amateur en el PSG. La nueva estrella del equipo apareció junto a sus primogénitos como una persona cualquiera el pasado lunes. Leo no es el primer crack que inscribe a sus hijos en las Inferiores del club. Antes lo habían hecho Thiago Silva y Zlatan Ibrahimovic. El mayor ya estaba jugando en el Barça también en las categorías inferiores, aunque con el cambio también se ha trasladado a París con el resto de la familia.
De todas maneras, en casos como éstos en los que no hay un contrato firmado, Leo, por el derecho de la patria potestad, los podría cambiar de club si lo desea, incluso si no hay una mudanza familiar de por medio. Mateo y Thiago también vestirán la camiseta del PSG sobre el césped, como ya hicieron el día de la presentación del jugador de 35 años. Messi está intentando que su familia se adapte cuanto antes a la capital francesa y este es un ejemplo más.
Gueye habla con un Messi recién saltado al terreno de juego
El argentino debutó el pasado fin de semana, aunque hubo que esperar. Mauricio Pochettino dejó a Leo en el banquillo para empezar y retrasó su estreno con una camiseta de un club que no es el Barça hasta la segunda parte. Llegó en el minuto 66 y entró en el campo sustituyendo a su amigo Neymar, titular por primera vez esta temporada. No se pudo ver al tridente que todos esperaban ver: Messi, Neymar y Mbappé.
El partido del argentino fue tímido. Tuvo poco más de 20 minutos sobre el campo en los que apenas se le vieron un par de conducciones de balón y comprobó, más de una vez, la dureza de los jugadores de la Ligue-1 contra futbolistas de sus características. Junto a Messi, Mbappé era el hombre a seguir. Mientras PSG y Real Madrid negociaban, el prodigio de Bondy fue titular y se puso el mono de trabajo. Muy activo por dentro, con varias arrancadas de las suyas, anotó al cuarto de hora. El francés anotaría antes de que Leo ingresara al campo a pase de su amigo Achraf Hakimi.
En el minuto 66, un minuto que entrará en la historia, Messi reemplazó a Neymar, muy apagado esta noche, e hizo su debut oficial con otra camiseta que no la del Barcelona, con la que marcó 672 goles en 778 partidos.
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