El Barcelona venció con demasiadas complicaciones a la Real Sociedad en su primer partido de la temporada liguera. El conjunto de Koeman apostó por un juego rápido y no echó en falta a Leo Messi. Piqué abrió el marcador con un centro perfecto de Depay y Braithwaite, haciendo de '9', sentenció. Fue Lobete el que a diez para el final anotó el gol que parecía del honor, pero una obra de Oyarzabal cambió el duelo por completo. Sergi Roberto puso la sentencia. [Narración y estadísticas: FC Barcelona 4-2 Real Sociedad]
El debut del Barça era mucho más que un inicio liguero más. Era la primera prueba oficial, en un escenario de altura como el Camp Nou y ante un equipo que pretende pelear por puestos europeos esta temporada. La Real Sociedad podía convertirse en la primera víctima post-Messi (como acabó sucediendo) o transformarse en la primera bestia del Barcelona en un curso complicado. Y hasta que el colegiado no pitó el final todo estuvo en el aire.
Los de Koeman salieron con un once que sigue costando analizar sin el '10' en el terreno de juego. Braithwaite y Griezmann en punta de ataque y Piqué como máximo líder del equipo. La velocidad a la hora de mover el balón que ya lucieron el curso pasado se mantuvo y los culés dominaron desde el inicio el ritmo del partido. La Real, creyendo en sus opciones, se atrevió a atacar con todo dejando en más de una ocasión a media defensa sin ayuda alguna.
Piqué y los jugadores del Barça celebran su gol a la Real Sociedad
El ímpetu, sin embargo, era local. Fiel reflejo de esa actitud ofensiva fueron las dos ocasiones generadas por la delantera culé en apenas 90 segundos. Poco después llegarían los goles, la fiesta, el sufrimiento y la confirmación. El monólogo culé se vería recompensado antes del 20 de partido. Un balón parado lejos de área, una acción a priori poco peligrosa para la idiosincrasia azulgrana. Pero un centro maravilloso de Depay, teledirigido a la cabeza de Piqué.
El 1-0 catapultó al Barcelona, que encontró en la grada el apoyo necesario para despejar todo tipo de dudas. Las sensaciones eran tan buenas que hasta Remiro tuvo que intervenir para que Braithwaite no pusiera el 2-0 apenas unos minutos después. Sin embargo, el rodillo era complicado de parar para una Real que seguía sin lucir una fortaleza defensiva obligatoria en el Camp Nou. Justo antes del descanso, el danés aprovechó un centro de De Jong para castigar en un momento clave.
La Real renace a tiempo
La primera parte había sido del Barça sin oposición alguna. Y la segunda, durante bastante tiempo, se desniveló hacia el mismo lado. Pese a los cambios en el bando txuri-urdin, Jordi Alba tuvo en sus pies la sentencia, pero se estrelló con el palo tras cinco minutos de juego. El lateral, eso sí, se redimiría al iniciar la jugada que terminó con el doblete de Braithwaite, que en un balón suelto encontró el 3-0 de la calma.
El partido parecía muerto y el triunfo asignado al Barça. Todo preparado para pitar el final y marcharse a vestuarios. Pero primero Lobete en una gran definición en una contra de la Real, y luego Oyarzabal con un golazo de falta directa. El Barça ya se vio en la peor situación, pero Sergi Roberto no perdonó a puerta vacía y certificó los primeros tres puntos de la temporada.
Barcelona 4-2 Real Sociedad
Barcelona: Neto; Dest (Emerson, 70'), Eric García (Araujo, 83'), Piqué, Jordi Alba; Sergio Busquets (Nico González, 83'), De Jong (Sergi Roberto, 71'), Pedri; Memphis (Lenglet, 89'), Griezmann y Braithwaite.
Real Sociedad: Remiro; Zaldua (Gorosabel, 66'), Aritz (Pacheco, 81'), Le Normand, Aihen; Zubimendi, Merino, Januzaj (Barrenaextxea, 46'), Portu (Lobete, 66'); Silva (Bautista, 46') y Oyarzabal.
Goles: 1-0, 19' Piqué. 2-0, 45'+2 Braithwaite. 3-0, 57' Braithwaite. 3-1, 82' Lobete. 3-2, 85' Oyarzabal. 4-2, 90'+1 Sergi Roberto.
Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario). Mostró tarjeta amarilla a Zubimendi (min.37), Sergio Busquets (min.57), Aritz (min.61), Aihen (min.62), Le Normand (min.78) y a Nico González (min.84).
Incidencias: Partido de la primera jornada de LaLiga Santander, disputado en el Camp Nou ante 20.384 espectadores. El encuentro se disputó por primera vez con público desde el inicio de la pandemia