"¿Alguien se ha fijado en la Euro que ha hecho un niño de 18 años que se llama Pedri? No lo ha hecho ni don Andrés Iniesta. Lo de Pedri en este Europeo no se lo he visto con 18 años a nadie en Eurocopa, Mundiales o Juegos Olímpicos, es algo fuera de toda lógica. Encantado de que se suban al carro de Pedri muchos más", esgrimía Luis Enrique tras las semifinales en la que España cayó ante Italia en la tanda de penaltis.
La nota más positiva de la Selección tras su eliminación en la Eurocopa en las semifinales es la de este joven jugador que ya había deslumbrado con el Barça pero que ha confirmado que estamos ante un fuera de categoría durante el torneo de selecciones. Poco a poco ha ido ganando adeptos en la temporada, pero lo que ha hecho con España en estas últimas semanas es para que quede en la retina de los que pensaban que en este proyecto de jugador no había futuro.
Discutida su presencia constante en los primeros onces de Luis Enrique, el canario ha terminado convenciendo a todo el público internacional. Ha gestionado muy bien esa presión que tendría cualquier joven que acumule seis titularidades de seis posibles. Conducciones extraordinarias, control del 'tempo' del partido, una capacidad para juntar líneas exagerada para su precocidad y, sobre todo, un sacrificio sobre el campo que lo ha demostrado acumulando muchísimos kilómetros recorridos.
El equipo culé tiene una perla entre sus manos que puede ser la medicina perfecta para la mala situación económica por la que pasa la entidad. No le costó mucho sacarle de Las Palmas y puede ser una de las mejores inversiones que ha hecho el club azulgrana en los últimos años. Después de despilfarrar más de 300 millones en jugadores que no han cuajado, Pedri surge como una solución que, sobre todo, transmita ilusión a una afición que sufre por ver la sangría que han hecho con su Barça.
La comparación
Andrés Iniesta es la persona que más feliz ha hecho a todo el público nacional después de su gol que hizo al país campeón del mundo. Ese eterno minuto 116 es imborrable, algo que supone una carga en la mochila de Pedri que no todos quieren poner. La realidad es que ha sido Luis Enrique el que se ha atrevido a ponerle toda la Eurocopa en el candelero y ahora con sus declaraciones. En cualquier caso, la comparación saca los colores al manchego.
En la temporada en la que Iniesta jugó con 17 y 18 años, no había debutado con el Barça todavía y tendría que esperar hasta la 2002/2003, donde jugó los 90 minutos en ese partido de Champions League frente al Brujas. Ese mismo año solo disputaría nueve encuentros, en un Barça que se movía a caballo de dos generaciones, una que estaba matando al club y otra que florecía para lo que llegaría después: la segunda Copa de Europa de la historia de los culés que tendría al manchego como protagonista en las semifinales. Ni que decir tiene que su nombre en la Selección no había surgido. Pedri acababa de nacer.
Pedri ha roto con todos los registros jugándolo todo menos un minuto en esta Eurocopa, así como 52 partidos con el Barça. También había participado en otros encuentros de la fase de clasificación para el Mundial, por lo que ese proceso para establecerse en la Selección lo ha pasado. Después de superar esta barrera, el canario solo puede mirar hacia el futuro donde todo invita a pensar que le quedan muchos años de carrera.
El otro reto
Pero para Pedri no ha terminado todavía la presente temporada a pesar del gran desgaste físico que acumula. Tendrá hasta este lunes de vacaciones antes de incorporarse al equipo que acudirá a los Juegos Olímpicos. España se clasificó con la sub21 por la que el canario prácticamente no va a pasar. Su salto de nivel ha sido tal que solo ha coincidido en cuatro partidos de la clasificación para el último Europeo. Será el jugador clave en este torneo.
Luis de la Fuente cuenta con él para afrontar la hazaña que supondría conseguir el oro olímpico en Tokio 2020. Si lo consiguiera, cerraría el año con una marca por encima de los 70 partidos; algo demencial. Sobre su cansancio se ha hablado mucho en las últimas semanas, hasta el punto de que el Barça trató de impedir su convocatoria. El jugador mostró sus ganas de acudir a la cita y lo que venga la próxima temporada no le preocupa por ahora.
El futuro de España pasa por los pies de este centrocampista. Pedri González ha llegado para quedarse en la Selección. Está llamado a ser líder en la fase final de la Nations League de este año, así como en el Mundial del que viene. Podría cerrar un año de ensueño consiguiendo una medalla con el combinado que estará en Tokio, pero de lo que no queda duda es que va a tener muchas oportunidades en el futuro para triunfar con el combinado nacional.
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