España está a tan solo dos partidos de convertirse en campeona de Europa. Antes, está a solo uno de meterse en la gran final de la Eurocopa. Y ya está instalada entre las cuatro mejores del viejo continente antes de disputar el trascendental duelo contra Italia que podría dar la ansiada oportunidad de pelear por el título.
La misma selección que estuvo a punto de irse fuera en la primera fase, la que coleccionó palos y críticas de todos los colores, está a tan solo dos pasos de volver a tocar la gloria como ya hizo en 2008 y en 2012. Sería el tercer entorchado en apenas trece años, pero además sería el sueño cumplido de un niño que tuvo que dejar su casa de Barcelona para convertirse en futbolista profesional a kilómetros de su tierra. Es el caso singular de Dani Olmo, uno de los pocos jugadores de este equipo que todavía no sabe lo que es formar parte del fútbol patrio, pero que se quiere ganar en esta Eurocopa un hueco en el corazón de todos.
Dani Olmo está acostumbrado a conseguir sus éxitos desde lejos, desde la distancia. Solo así se explica que haya llegado a la élite a pesar de haber abandonado Barcelona con tan solo 16 años para debutar en la Primera Liga de Croacia. Fue en el mes de febrero del año 2015, tan solo unos meses después de haber puesto fin a su estancia en el Barça, a donde llegó con tan solo 9 años procedente del Espanyol.
Desde que puso un pie en tierras balcánicas, Dani se mentalizó de que tendría que llegar a la élite recorriendo un camino más largo que el resto. Sorprendiendo y llamando la atención desde el extranjero en un viaje que muchos otros realizan con la esperanza de pueda ser de vuelta, hecho que pocas veces se cumpla. Hasta ahora, Dani no ha regresado a España, pero ya no juega en Croacia, sino que lo hace en Alemania, en un equipo puntero de la Bundesliga como es el RB Leipzig y que le permite mostrarse en Europa. Ahora es él quien decide dónde, cuándo y cómo volver.
Ofertas no le faltan y ya ha sido relacionado con varios de los grandes del fútbol español, pero a sus 23 años, su calidad y su juventud juegan de su lado para tomar la mejor decisión. En estos momentos es, junto al tercer portero Robert Sánchez, en el único que no ha jugado en ningún equipo español hasta el momento. Quien sabe si con una Eurocopa bajo el brazo y con un sueño cumplido, da ese paso definitivo.
Novato entre gigantes
En esta Eurocopa, Dani Olmo es un novato entre gigantes. Sin embargo, su falta de veteranía es suplida con talento y con descaro para ponerse a la altura de cualquiera. En esta nueva España de transición que Luis Enrique quiere formar y que podría pelear en unos días por su primer título, Dani Olmo es una de esas nuevas piezas que intenta encajar para quedarse y volver a hacer historia, siguiendo los pasos de otros que antes lo hicieron y que todavía están en el recuerdo.
Los ecos de Viena, Johannesburgo y Kiev todavía resuenan con fuerza en el entorno de una Selección que está a tan solo dos pasos de poder ganar otra Eurocopa, la cuarta, y que está a solo unas horas de medirse a la todopoderosa Italia en lo que será uno de los grandes clásicos de la historia del fútbol europeo. Ahí, en ese escenario estará Dani Olmo, con sus apenas 15 internacionalidades, cuatro de las cuales han llegado en esta Euro, y con sus tres goles con La Roja.
Eso no le importa a Dani Olmo, que sabe lo que es afrontar retos importantes y muy duros a pesar de su juventud y de su inexperiencia. Cada una de las etapas de su carrera le ha servido para formar su fútbol y su personalidad y por ello, en esta Eurocopa aspira a ser importante y a intentar llevar, de momento, al equipo hasta la final. Ya lo hizo en la tanda de penaltis ante Suiza poniendo su granito de arena para estar en 'semis'.
Euro de contrastes
Hasta el momento, no está siendo un torneo del todo fácil para él. Comenzó siendo una de las sorpresas de Luis Enrique, formando parte de los dos primeros onces titulares. No fueron días fáciles, ya que fueron los dos partidos en los que España ni ganó ni sacó nada positivo. El seleccionador apostó por él por delante de otros nombres como Pablo Sarabia, Mikel Oyarzabal o Gerard Moreno y los resultados no acompañaron.
A pesar de eso, no ha desaparecido para un Luis Enrique que solo dejó de contar con él en el partido contra Eslovaquia. Después, contra Croacia tuvo sus minutos y dio dos asistencias que fueron claves. Ante Suiza, salió por la lesión de Sarabia y disputó la segunda parte, la prórroga y fue clave en la tanda de penaltis anotando el primero de España tras el fallo de un veterano como Busquets. Ahora, ante la baja del jugador del PSG, Olmo espera volver a la titularidad contra Italia y ser importante en los dos últimos peldaños de la Selección en su escalada hacia el éxito.
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