El centrocampista Christian Eriksen, que el sábado pasado se desplomó durante el Dinamarca - Finlandia de la Eurocopa, ha sido operado este jueves por la noche para colocarle un desfibrilador automático implantable (DAI). Si todo marcha como lo esperado, este mismo viernes podría recibir el alta y salir del hospital. Además, todo apunta a que podrá seguir jugando al fútbol.
"Después de que a Christian se le hayan hecho varios exámenes cardíacos se ha decidido que debería ponerle un DAI (desfibrilador automático implantable). Este aparato es necesario después de sufrir un ataque al corazón debido a trastornos del ritmo cardíaco", comunicó la Federación danesa en su cuenta de Twitter antes de la operación.
El jugador del Inter de Milan aceptó la solución, que ha sido confirmada por especialistas daneses e internacionales, que recomendaron todos ese tratamiento. Con este desfibrilador se tratará de evitar que el futbolista sufra otro colapso, controlando el ritmo cardiaco para que no vuelva a ocurrir algo así.
Restricciones en Italia
Eirksen podría volver a hacer vida normal e incluso jugar al fútbol otra vez. Eso sí, no lo haría en Italia donde las últimas temporadas ha jugado con el Inter de Milan. El motivo es que, según el protocolo del país transalpino (el Cocis, actualizado en 2017), está prohibido hacer deporte profesional con un implante como ese, ya que cualquier impacto en la zona podría poner en riesgo al deportista.
Es decir, Eriksen podría volver a jugar al fútbol, pero no en su club actual. El danés debería buscar una salida del Inter para retomar su carrera deportiva, que quedó en el aire desde el momento en el que sufrió un desvanecimiento en solitario cuando iba a controlar un balón en la banda izquierda del ataque de Dinamarca.
En principio podría volver a jugar al fútbol pero no en su club, el Inter, lo que le forzaría a una salida del fútbol italiano casi de manera obligada. Eriksen no sería el primero en jugar con un desfibrilador interno, un aparato que usan otros futbolistas como Daley Blind. El neerlandés, que participa en la Eurocopa y juega en el Ajax, ya vivió un susto en un amistoso contra el Hertha, aunque en su caso fue por un fallo del propio desfibrilador.
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