España tendrá público durante la Eurocopa en el Estadio de La Cartuja. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska ha confirmado el dispositivo de seguridad que se pondrá en marcha para los partidos que se disputen en este coliseo. De esta forma, hasta 16.000 espectadores podrán entrar a ver los tres partidos de la fase de grupos que jugará la Selección. Además, se mantendrá esta cifra para el choque previsto de octavos de final.
Tal cuál anunció este miércoles también la ministra de Sanidad, Carolina Darias, los hinchas que entren al recinto no podrán consumir "ni comida, ni bebida, ni tabaco, además de ser exigible el uso de una mascarilla FFP2 y toma de temperatura a la entrada de manera sectorial y escalonada". De esta forma, los aficionados que ya habían comprado una entrada para San Mamés, la cual fue devuelta, tendrán preferencia para poder elegir si ir a La Cartuja en este mes de junio.
José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deportes, también dejó claro durante su comparecencia para anunciar el regreso del público a La Liga que la Selección tendría aficionados en las gradas durante la Eurocopa, aunque esta cuestión tenía que ser confirmada en número por Interior. Allí, España se enfrentará a Suecia el día 14 de junio a las 21:00 horas, a Polonia el 19 a la misma hora y a Eslovaquia el 23 a las 18:00 horas.
También acogerá este estadio el choque de octavos de final entre el primer clasificado del Grupo B y uno de los mejores terceros. La Eurocopa celebra por primera vez una edición con diferentes sedes, de las que se cayeron a última hora por las restricciones de la pandemia Dublin y Bilbao, que en este caso fue sustituido por Sevilla. La polémica que se ha creado en las últimas semanas por esta decisión ha caldeado la tensión entre el País Vasco, la RFEF y UEFA.
La polémica
Las exigencias sanitarias que ponía el Gobierno del País Vasco encima de la mesa para poder garantizar la presencia de público durante los encuentros que España disputase en esta sede, además de los octavos de final previstos, hicieron que la Real Federación Española de Fútbol decidiera no proponer la candidatura ante la UEFA y que, por ende, esta no la confirmase entre las elegidas. El 60% de la población de esta región y de España vacunadas o una incidencia menor a 40 casos por cada 100.000 habitantes eran trabas demasiado grandes.
Desde entonces, se ha desatado una guerra entre la política y el mundo del deporte, con el mismo lehendakari, Iñigo Urkullu explicando que esta decisión era "la crónica de una decisión anunciada" y aseverando que, detrás de todo esto, había un "cariz político". La hostilidad que han lanzado en su discurso los representantes de diferentes instituciones vascas ha abierto un cisma con la Federación. Estos acusan al trato favorable que se ha dado a Andalucía con los últimos acuerdos llegados. El presunto 'amiguismo' entre Luis Rubiales y Javier Imbroda es el principal razonamiento que defiende la sociedad vasca.
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