La trituradora de Lim en el Valencia en siete años: 8 técnicos, miedo al descenso y crisis histórica

Apenas unas horas después de caer ante el FC Barcelona se confirmaba la noticia. El rumor que tanto tiempo llevaba sondeando el Valencia se convertía en comunicado oficial. El club che cesaba fulminantemente a Javi Gracia como técnico después de que en los últimos seis partidos no hubiera sumado ninguna victoria. El equipo, seis puntos por encima del descenso, seguía sin lograr su mejor ritmo de competición y se jugaba la vida por mantener el tipo en La Liga.

Los datos no eran buenos y el cambio de banquillo acostumbra a ser la reacción más habitual. Sin embargo, en el caso del Valencia se ha convertido en una tradición de cada temporada. Y más concretamente desde la llegada de Peter Lim, cuyo liderazgo en el conjunto del Turia ha estado marcado por el constante cambio de entrenador y la falta de continuidad. Una inestabilidad que dificulta el éxito y que deja en el centro de todos los focos y críticas al máximo accionista del Valencia CF.

Lim, cabe recordar, se hizo con los mandos del club che el pasado 2014. Después de una larga negociación con todas las partes implicadas, el millonario asiático adquiría más del 70% de las acciones del Valencia por medio de su empresa Meriton. Lim asumía pagar los 94 millones de euros que tenía de deuda la Fundación VCF con Bankia y abría un proyecto deportivo donde la gestión económica iba a marcar los éxitos y fracasos.

Tiempo después, el conjunto de Mestalla no ha hecho más que aumentar su inestabilidad económica, deportiva y social. La afición está distanciada de la cúpula, la plantilla no termina de cosechar éxitos en el terreno de juego y el factor económico ha llegado hasta la política, donde en las últimas semanas se han sucedido diferentes tensiones con Ximo Puig, que ha llegado a acusar a los "gestores del club" de falta de "credibilidad".

A las complicaciones para pagar las nóminas de hace unos meses, se ha sumado la crisis provocada por la Covid-19 o el 'caso ATE' (Actuación Territorial Estratégica). Esta última cuestión, y por la que la cúpula del Valencia se comprometía a seguir unos plazos para 'mudarse' al Nuevo Mestalla. El 15 de mayo es la fecha límite y la intención de la dirección che es actualizar el calendario para retrasar ese tope.

Puig, tajante, no dio esperanzas a ese cambio tras reunirse con Murthy: "Me ha dicho la posibilidad de que en el futuro se prorrogue, pero en estos temas hay que ser claros, con documentación y asesoramiento jurídico. La toma de decisiones se produce en función de esto". En semanas, el Valencia podrá dibujar su futuro a corto plazo en todos los frentes.

Voro... y ocho más

Salvador González Marco, exjugador y conocido popularmente como 'Voro', será quien se haga cargo del Valencia una vez más. Lo hará hasta nuevo aviso y con un reto mayúsculo, histórico y trascendental en el futuro del club. Por delante, el técnico tiene cuatro partidos con el descenso a Segunda División dentro de las opciones posibles. Su trayectoria apagando fuegos en el equipo no le va en contra, aunque eso no haya servido para quedarse como entrenador fijo.

El técnico ya cumplió con el objetivo de alejarse del descenso en 2008, cuando Koeman fue cesado como entrenador del Valencia. Luego llegó en la 2013/2013 tras la marcha de Pellegrino. Trabajó también como técnico principal en la 2015/2016, cuando Nuno -apuesta de Lim- fue despedido y sustituido por Neville. Y una vez más tuvo que reaparecer Voro en la 2016/2017, en esta ocasión dos veces tras los despidos de Ayestarán y la dimisión de Prandelli. El año pasado, con Celades pasando también por la máquina de ceses, volvió a ocuparse del primer equipo.

Las fechas son claras: desde que llegó Lim, por el banquillo del Valencia han pasado hasta ocho técnicos diferentes. Cambió a Pizzi por Nuno, el luso dejó paso a un Neville que fue todo un fracaso, Ayestarán se hizo con el equipo, después llegó Prandelli, el italiano se marchó y llegó Marcelino, al que luego sustituiría Celades para dejar paso finalmente a Javi Gracia, el último en no conseguir convencer a Lim. Y, entre varios de ellos, un Voro que repetirá su rutina en la crisis del banquillo.

En esos siete años, el Valencia solo ha cosechado un gran éxito: la Copa del Rey en mayo de 2019 con un 1-2 en el marcador y Marcelino en el banquillo. En tres de esas temporadas, además, acabaron en un cuarto puesto de La Liga. Sin embargo, y reflejo de ese 'todo o nada' en el club, en el resto de ocasiones se han tenido que conformar con puestos en la zona media o incluso en la pelea por no descender. Más allá de esta campaña, donde no tienen asegurado seguir en La Liga, el conjunto de Mestalla quedó noveno el año pasado y por debajo del décimo puesto entre 2015 y 2017.

Una de las claves de la crisis del Valencia, como deja entrever Javi Gracia en su carta de despedida, está en la ausencia de una atmósfera favorable. "No puedo ocultar que las circunstancias que han rodeado al equipo nunca han sido las más adecuadas para trabajar con la estabilidad ideal para cuerpo técnico y jugadores". Y será su sucesor, temporalmente Voro, quien se encargue de confirmar la hipótesis.

Fichajes y futuro

La economía del Valencia ha sido otra de las afectadas en toda esta etapa. Así se puede comprobar en las ventas realizadas por la entidad, que se han colado entre las más caras de toda la historia del club. Otamendi, Mustafi, Rodrigo, Cancelo, André Gomes, Alcacer, Neto o Ferrán Torres, todos entre 23 y 44 millones de euros, han abandonado el Valencia durante la etapa de Lim. Una fuga de talentos que podrían haber dejado muchos más ingresos en las arcas, y que se suman a las salidas gratuitas de Parejo o Coquelin este último verano.

El futuro del conjunto che sigue esa línea, alejado de cualquier operación excéntrica en el mercado y presionado por la necesidad de ingresar lo que sea vendiendo a sus estrellas. Tal es la incertidumbre que, hasta hace unas semanas, se veía en el Príncipe de Johor el nuevo máximo mandatario del Valencia. Sin embargo, desde entonces no se ha vuelto a ver al empresario en vínculos valencianistas. Mientras tanto, Lim sigue al frente y el equipo pelea por no descender.

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