Inglaterra se ha incendiado con la información que publica este domingo el diario The Sun. Mason Mount y Ben Chilwell, jugadores del Chelsea, fueron pillados por las autoridades británicas en una fiesta privada donde no se estaban respetando las normas Covid-19. Junto a su compañero Billy Gilmour, estaban en el domicilio valorado en más de cuatro millones de libras del lateral inglés y fueron identificados por la policía, que recibió una llamada quejándose de lo que sucedía, todo esto justo antes de la eliminatoria de Champions League frente al Real Madrid.
Las normas en Inglaterra permiten que los hogares se reúnan al aire libre en grupos de seis, pero no en interiores, a menos que estén en una burbuja de convivientes. La información explica que ninguno estaba infringiendo más normas Covid-19 más allá de la reunión ilegal, según explica la fuente de la noticia. Todo se produjo después de que el Chelsea llegara a la final de la FA Cup al eliminar al Manchester City el pasado fin de semana.
La noticia recoge la declaración de un vecino : "Escuché un ruido esa noche. Pensé que era una familia reunida en el jardín. Más tarde supe que habían llamado a la policía". También incluyen la declaración de la Policía del condado de Surrey: "Asistimos a una dirección en Cobham el 18 de abril después de recibir llamadas alrededor de las 23:00 horas de que había un gran número de personas en la propiedad. Se dieron palabras de consejo".
Según la información, el Chelsea no ha querido hacer ningún comentario público pero sí aseguran que se hablará con los jugadores y que se están investigando los hechos. No es la primera vez que Chillwell y Mount protagonizan una polémica similar. El lateral se disculpó en octubre después de asistir a la fiesta de cumpleaños de Tammy Abraham, mientras que el centrocampista fue visto jugando con Declan Rice en un parque mientras debían estar aislados.
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