En plena marea por la Superliga Europea, ha vuelto a reflotar un debate persistente durante la temporada: la exigencia del calendario futbolístico. Los jugadores, sobre todo los de los equipos más 'grandes', sienten que están siendo llevados al límite con un exceso de partidos por temporada, que en la actual se ha notado aún más por el retraso que hubo en el inicio de la campaña.
Los futbolistas han dicho basta. En días donde muchos -véase la UEFA- presumían de valores como la solidaridad con los más pequeños como argumento para derruir la Superliga, los jugadores no quieren que ahora se olvide lo que llevan reclamando meses y ante lo que, por ahora, no han sido escuchados. Tras las protestas por la Superliga, vuelven las quejas sobre el calendario.
Ilkay Gündogan, centrocampista del Manchester City, utilizó las redes sociales -tan calientes durante estos días por el terremoto de la Superliga- para expresar su sentir: "Con todo lo que está sucediendo en la Superliga… ¿podemos hablar también sobre el nuevo formato de la Champions League? Más y más partidos, ¿nadie está pensando en nosotros los jugadores?", dijo el alemán.
Sus palabras fueron seguidas por las protestas de dos de los entrenadores más importantes de la Premier League, su técnico Pep Guardiola y Jürgen Klopp. Ambos se expresaban con ironía: "Vamos a tener que pedir a la FIFA o a la UEFA que extiendan el año a 400 días en lugar de 365 para jugar más partidos", decía Pep. "Los únicos a los que nunca les piden su opinión son a los entrenadores, a los jugadores y a la afición", decía visiblemente enfadado Klopp.
La nueva Champions
El punto de partida de los enfados de futbolistas y entrenadores es la reforma que la UEFA ha llevado a cabo en la Champions League y que entrará en vigor a partir de 2024. Lejos de escuchar las quejas, el organismo europeo introdujo más equipos (36 en vez de 32) y más partidos: 100 partidos en total, 17 para cada finalista o, lo que es lo mismo, cuatro encuentros más en la primera fase que sustituye los grupos.
¿Son justificables las críticas de los futbolistas y entrenadores? Analizando los números, uno se da cuenta del exigente calendario al que se ha acabado sometiendo a los principales actores del fútbol. Hay más competiciones que nunca y más partidos. Varios ejemplos son la creación de la UEFA Nations League (a nivel europeo de selecciones), la remodelación que la FIFA quiere hacer de su Mundial de Clubes (a nivel internacional de clubes) o, en términos nacionales, la ampliación de la Supercopa de España a cuatro participantes. Más y más partidos se van sumando y los jugadores piden poner freno.
En Inglaterra, donde los equipos de la Premier League juegan dos copas (FA Cup y Copa de la Liga), es el caso más grave y por eso las mayores críticas suelen venir de allí. Aunque en España, entrenadores como Zidane o Koeman también se han quejado en reiteradas ocasiones del calendario.
Los casos más exagerados
Los futbolistas que más partidos han jugado esta temporada juegan en Inglaterra, en Mánchester concretamente. Uno en el United y otro en el City. Ambos son portugueses. Son Bruno Fernandes y Ruben Dias, que llevan jugados con sus clubes 50 y 46 encuentros, respectivamente. Y todavía les quedan seis y cinco jornadas de Premier, las semifinales de Europa League y Champions (con posibilidad de jugar la final) y la final de la Copa de la Liga, en caso del jugador citizen.
La suma ya es un disparate, pero hay que sumarles los partidos con la selección. Siguiendo con el ejemplo de ambos, durante los cuatro parones internacionales de la temporada, en los que se han jugado los grupos de la Nations League, iniciado la fase de clasificación para el Mundial de 2022 y hasta disputado amistosos, Bruno Fernandes y Ruben Dias suman ocho y diez partidos más a su cuenta. Ambos, además, tienen opciones reales de ir a la Eurocopa que se jugará en verano y que, en caso de los finalistas, sumará siete partidos más en el cuerpo.
La barrera de los 60 partidos por temporada queda superada ampliamente para aquellos futbolistas que lo juegan todo. El cálculo de la media refleja el castigo físico que sufren los jugadores, habiendo jugado Bruno Fernandes un partido cada 3,6 días. Así desde septiembre hasta abril, sin parar. Los futbolistas han llegado a su límite.
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