Diego Costa está atravesando una de las etapas más extrañas de toda su carrera profesional. Salió del Atlético de Madrid hace unos meses de manera abrupta y sorprendente y todavía no ha conseguido resolver su futuro, algo que no parece que vaya a llegar a corto plazo teniendo en cuenta los problemas que está padeciendo.
El equipo que más en serio se había lanzado a por su fichaje en las últimas fechas había sido el Benfica. Sin embargo, la operación ha dado un gran vuelco debido a los enfrentamientos que ha provocado en el conjunto luso la posible llegada del delantero brasileño, algo que no convence a gran parte de la entidad.
Mientras tanto, Costa sigue esperando en Brasil a que todo se solucione con la esperanza de poder llegar finalmente al Benfica para continuar su carrera deportiva, esa que se ha estancado por completo después de abandonar la disciplina del club rojiblanco. Sin embargo, las negociaciones internas en el Benfica avanzan despacio.
El interés del Benfica por el delantero brasileño había sido anunciado por Goal y Mundo Deportivo, algo que el club quiso desmentir a través de un comunicado oficial. La realidad es que el Benfica ha contactado al jugador, pero lo ha hecho a través de una persona con poder, pero que está sola en esta afrenta y que está provocando graves problemas internos en el club lisboeta.
Luis Filipe Vieira es el actual presidente del club y el único valedor del fichaje de Diego Costa para la delantera del Benfica. Por ello, y a pesar de que efectivamente han existido contactos, en el club siguen sin querer mostrar una versión oficial de interés hacia un jugador que no tiene contrato y que se encuentra sin equipo.
Una negociación extraña
Los contactos entre el presidente y el jugador están muy avanzados hasta el punto de existir un preacuerdo entre ambos para la llegada de Costa a Portugal. Sin embargo, el asunto estaría lejos de resolverse incluso después de haberse hablado ya de fechas y de lugar para cerrar esta operación entre ambas partes.
El gran problema, especialmente para Diego Costa, es que Vieira está solo en esta guerra y ni en el apartado deportivo ni en el económico, la llegada del brasileño se ve con buenos ojos en el club. No le consideran un jugador joven ni que pueda ofrecer un alto rendimiento en compensación por el alto salario que demanda, a pesar de que Costa está dispuesto a hacerse una rebaja. Los meses de inactividad y sus últimas temporadas tampoco son su mejor carta de presentación para atraer al cuadro luso.
De momento, el caso Costa se está pareciendo cada vez más al vivido este verano con Edinson Cavani que, cuando parecía tenerlo hecho con el Benfica, terminó yéndose al Manchester United después de la falta de consenso entre todas las partes que intervienen en la negociación por parte del Benfica. Ni Cavani jugo en el Estadio Da Luz ni Costa parece cerca de hacerlo a pesar de las intenciones de Vieira.
Según informa también el diario Record, Vieira y Costa tenían acordado encontrarse esta semana próxima con intermediarios de la empresa de representación de Jorge Mendes, Gestifute, presentes en dicha reunión. Sin embargo, todo se encuentra parado hasta que Vieira consiga reunir el poder suficiente para lanzarse a por este fichaje en solitario.
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