El Juventus hizo bueno este martes el triunfo por 1-2 de la ida y se clasificó para la final de la Copa Italia al empatar 0-0 contra el Inter de Milán en el Allianz Stadium de Turín en el partido de vuelta. Partido sin goles que quedó marcado por lo que se vio tras el pitido final entre Andrea Agnelli, presidente del cuadro bianconcero, y Antonio Conte, técnico interista.
Ambos siguen enemistados desde que Conte se fuera por la puerta de atrás de la Juventus. Y el pique se evidenció en el momento en el que cruzaron miradas en el Juventus Stadium tras acabarse el partido. Uno en la grada y otro en el césped retirándose al túnel de vestuarios. La tensión estalló.
Primero fue Agnelli el que pareció dedicarle unas palabras a Conte, al que no parecieron sentarle demasiado y respondió con una peineta que 'cazaron' las cámaras.
Empate sin goles
El equipo de Andrea Pirlo, que ya ganó la Supercopa italiana, selló el billete para la vigésima final copera de su historia y peleará el próximo 19 de mayo contra el Nápoles o el Atalanta, que se miden este miércoles, por su decimocuarta Copa.
Ni el regreso del belga Romelu Lukaku y del marroquí Achraf Hakimi, ausentes en la ida por acumulación de tarjetas, logró romper el muro defensivo del Juventus, que con el partido de este martes solo recibió un gol en los últimos siete disputados.
Y eso que Achraf puso en serios apuros a la defensa juventina, llevando al límite al brasileño Álex Sandro y a Federico Bernardeschi, cuyo intento de mantener al marroquí en posición más baja no funcionó.
Sin embargo, todos los disparos del Inter terminaron repelidos por la defensa rival, en la que el turco Merih Demiral estuvo intratable al lado del holandés Matthijs De Ligt.
La joven pareja de centrales, de 21 y 22 años, que acumulan juntos la edad del portero Gianluigi Buffon (43), sustituyó de la mejor forma a Leonardo Bonucci y a Giorgio Chiellini, quien saltó al campo en los últimos minutos para blindar el empate a cero.
El Juventus se defendió con compromiso y tuvo buenas oportunidades al contragolpe, pero a Cristiano, que llegaba en racha tras el doblete de la ida y el gol al Roma del pasado sábado, le faltó pegada.