¿Estadio Santiago Abascal? O, ¿Estadio Francisco Franco? El Estadio Ramón de Carranza es uno de los lugares de peregrinación para cualquier aficionado al fútbol español. El Cádiz CF es un equipo querido no solo en la 'Tacita de Plata', si no en muchos lugares de la península, con un coliseo tan grande como el alma de su afición. Con todo ello, sus seguidores van a tener que dejar de llamar a su monumento por el nombre de toda la vida para la propuesta vencedora en el referéndum que pondrá en marcha el Ayuntamiento en los próximos meses. Y entre las opciones están los dos primeros supuestos.
La Ley de Memoria Histórica de 2007 fue acabando con símbolos de la época franquista por todo el país y el anteproyecto de la Memoria Democrática de Andalucía lo hizo extensible por la Comunidad Autónoma. Desde 2017 se ha planteado el cambio de nombre al estadio, cuando se cambió el nombre de la avenida con el mismo nombre, ya que Ramón de Carranza fue un político vinculado primero con la dictadura de Primo de Rivera como alcalde, y después con el régimen franquista cuando aceptó el cargo de gobernador civil de la ciudad de Cádiz.
Este vínculo fue suficiente para que desde el Ayuntamiento se impulsara una comisión que acometiera la sustitución de la denominación oficial de este estadio, que pertenece al municipio.
Este grupo de trabajo está conformado por el alcalde de Cádiz, José María González; los concejales de Participación Ciudadana, Deportes, Feminismo y Memoria Democrática; un técnico de la Delegación de Memoria Democrática, del Instituto Municipal de Deportes y de la Fundación Municipal de la Mujer; una persona en representación de la Plataforma para la Recuperación de la Memoria Histórica de Cádiz; y una persona en representación del Departamento de Historia Contemporánea de la Facultad de Filosofía y Letras de la UCA.
También están una persona en representación del Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras de Cádiz; una persona en representación de la Asociación de Vecinos La Laguna-Manuel de Falla; una persona en representación de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía; una persona en representación de la Federación de Peñas Cadistas; una persona en representación del colectivo Brigadas Amarillas, principal grupo de animación cadista y entidad no federada; y una persona en representación del Cádiz Club de Fútbol.
La guasa de Cádiz
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con dos de estos entes. El presidente de la Federación de Peñas Cadistas, Juan Antonio García, que ha sido la voz más crítica ante la situación que se ha dado por la que ni "Ramón de Carranza" ni "Carranza" podrán seguir estando en el nombre oficial. Por otra parte, Diego Boza, de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, nos ha dado la explicación sobre por qué no pueden seguir siendo estos nombres en la denominación oficial.
En el mes de julio se abrió un proceso público, en el que podía entrar cualquier persona de cualquier punto de la península y sin necesidad de demostrar que tenías algún vínculo con Cádiz o el club. Todas las propuestas con más de 10 votos se considerarían y así se produjo el 'troleo' en el que las candidaturas de "Francisco Franco" y "Santiago Abascal" obtuvieron más de 200 menciones.
Desde la Federación de Peñas Cadistas, se tomaron con humor esta situación. "Se les ha ido de las manos, aquí hagamos lo que hagamos se pueden dar estas situaciones". La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía partió de esta situación para pedir el segundo de los condicionantes. "Si hacemos esto por cumplir con la Ley de Memoria Histórica, no tenía sentido que se incluyese en la lista estos nombres, por eso propusimos que no hubiera nombres propios entre las opciones finales", explica Boza.
Tras recoger todas las opciones, la comisión se volvió a reunir para valorar los nombres y, tras ver estos resultados, se hizo un cribado atendiendo, sobre todo, a dos razones. La primera era seguir respetando la Ley de Memoria Histórica, por lo que tanto el nombre de "Ramón de Carranza", la opción más votada, como la de "Carranza", la que prefieren las peñas, así como, evidentemente, la de "Francisco Franco", quedaban descartadas.
El segundo condicionante fue el de los nombres propios. Además de la de "Santiago Abascal", las propuestas muy queridas entre la afición cadista como "Jorge 'Mágico' González" o "Michael Robinson" tampoco serían atendidas para el último referéndum. De esta forma, las candidatas serán: "La Tacita de Plata", "Bahía de Cádiz", "Nuevo Mirandilla", "Gadir", "Ciudad de Cádiz", "Gades", "De la Laguna" y "La Pepa".
La indignación de las peñas
Cuando se aprobó el cambio de nombre en 2017, las peñas iniciaron un proceso para determianr cuál sería la denominación que impulsarían para el proceso. De esta asamblea salió el nombre de "Carranza". García reconoce que ahora hay quién dice que esa elección fue ilegal, pero durante las asambleas de los años posteriores nadie lo impulsó como crítica, por lo que no tienen validez esas críticas ante el acta de la asamblea.
"Yo he consultado al gabinete jurídico de la Asociación de Aficiones Unidas y me han dicho que sí cumplía la ley. No es una exaltación a los hechos del año 36. Aquí no hay un documento que diga que sí o que no, entonces es una persona diciendo que sí y otra diciendo que no. Se votó, perdimos con nueve votos en contra, tres a favor y dos abstenciones", explica Juan Antonio García.
"El estadio no se puede llamar con el apellido de un hombre que habría practicado la represión, no se puede desposeer el nombre de su origen. Si viene alguien de Alemania y me pregunta por qué se llama Carranza, la explicación acaba en Ramón de Carranza. A mi me duele que haya llevado tanto tiempo el estadio ese nombre, pero no me siento mal al decir Estadio de Carranza. Si lo mantuviéramos, es hacer trampas al solitario", explican desde la Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía.
"Que un Ayuntamiento democrático mantenga el apellido de alguien que ejerció la represión, más que cumplir con la Ley de Memoria Histórica, sería una burla", sentencia Diego Boza. Esto, evidentemente, no evitará que en las narraciones, en las crónicas, en la calle, se siga diciendo "el Carranza". "No se trata de cambiar la historia, si no reconocer las cosas que sucedieron y establecer la denominación oficial del recinto. La mayor parte de los que estamos en la comisión lo hemos entendido, es imposible evitar que la gente lo llame como quiera", resalta el miembro de esta asociación.
La sostenibilidad del sistema
También se quejan de que la Asociación de Veteranos del Cádiz no estuviera en esa mesa y sí tuviera presencia, por ejemplo, la Fundación Municipal de la Mujer. "Tiene más sentido que estén representados gente relacionada con el club que este ente, con todo el respeto hacia esta fundación", explica García.
La ciudad viene afrontando varias reformas en función de esta misma Ley. Desde la Federación también temen que se produzca el mismo lío que hubo con la Avenida Juan Carlos I. "Tenían una base de datos de más de 4.000 peticiones con cuentas que no existían. En 24 horas te sacan una encuesta para quitar el nombre", explica Juan Antonio. Lo que tienen claro es que ya no se puede reclamar ante ningún asunto.
El trofeo no se toca
Lo que sí está claro es que el Trofeo Ramón de Carranza no se toca. La marca tiene registrada la marca, los derechos son del Cádiz Club de Fútbol. No han hablado sobre la posibilidad de que esto pudiera paralizar el asunto del estadio, pero el popular torneo de verano, que los años y las giras por otros continentes han ido devaluando su valor, no cambiará su nombre.
Ahora, los ocho nombres se someterán a esa votación popular, pero esta vez enmarcada dentro del municipio y los socios. A priori, el que más votos obtenga será el nuevo nombre del estadio en el que juega sus partidos el Cádiz. Todo ello el año en el que el club ha recuperado su notoriedad con el ascenso a Primera División. Lo importante es que la magia que emana ese coliseo y la fuerza con la que esa afición empuja al equipo no se pierda.
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