Leo Messi ya ha decidido irse y, mientras entra en guerra con el Barça por la forma para salir, la afición culé ya piensa en ver la camiseta azulgrana sin el número 10 con su nombre. Ya se tuvieron que acostumbrar a ver el '11' sin Neymar, como también le pasó al Real Madrid con el '7' de Cristiano Ronaldo. Por encima de todos estos, La Liga ha sido la que ha tenido que ver como sus grandes estrellas salían por la puerta de atrás o la grande perdiendo y, según se despedían de ellos, perdiendo peso tanto en el aspecto deportivo como en el económico con respecto al resto de los grandes campeonatos europeos.
El argentino, a pesar de que LaLiga ha mostrado tranquilidad con su posible salida, dejará un hueco importante en el campeonato nacional que se queda sin su última gran estrella mundial. La realidad es que los Hazard, Griezmann o Joao Félix no están ni cerca de poder tener la trascendencia que tuvieron los tres jugadores citados en el anterior párrafo.
Evidentemente la cesta de huevos de la patronal, a nivel de merchandising, les encumbrará buscando un efecto similar. Pero nunca llegará a ese lustre y tendrán que acogerse a nuevas vías para cautivar al aficionado extranjero. La gente se congregaba delante del televisor para ver a Leo Messi exhibirse, a Cristiano golear y a Neymar hacer magia. Cuando se confirme la salida del argentino, eso dejará de existir en España.
La notoriedad pasará por el trabajo que ha hecho la patronal en los últimos años. Se ha impulsado de manera individual a cada uno de los equipos del fútbol profesional. Por eso se entienden las llegadas millonarias del Sevilla, el fichaje de Fekir por el Betis o, más recientemente, de David Silva a la Real Sociedad. Evidentemente, Real Madrid, Barça y Atlético de Madrid seguirán atrayendo a muchos aficionados, pero tendrán que surgir en estos equipos nuevas promesas tal y como están destinados Vinicius, Ansu Fati o Marcos Llorente.
Ahora es Messi el que da el paso, dejando huérfano al campeonato nacional sin las grandes estrellas de este deporte. Aunque desde el organismo se transmite tranquilidad y confianza en cuanto al aspecto económico, son conscientes de que se trata de un cambio de ciclo.
Con la samba a otra parte
2017 marcó el fin de la etapa de Neymar Jr. después de cuatro años en la entidad culé. El jugador que venía a hacerse un hueco en la leyenda entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo comenzó a maravillar al mundo en un Barça entre dos aguas tras la salida de Pep Guardiola y el cenit de una generación futbolística más que maravillosa.
El brasileño ponía rumbo a París tras el pago de esa cláusula de 222 millones de euros que aún sigue siendo el movimiento más caro de la historia. Ahora esa cifra se puede ver comprometido por el acuerdo al que está obligado a llegar Messi para salir por la misma puerta por la que se marchó el actual líder del PSG.
Adiós, mi comandante
2018 fue el momento de Cristiano Ronaldo. Su anuncio tras lograr en Kiev una nueva Champions para sus vitrinas y las del Real Madrid ponía fin a la época más gloriosa en la competición europea de este siglo. La hegemonía del conjunto madridista con el portugués se demostró en esas últimas tres temporadas, pero antes dejó un legado a base de Ligas y Copas, pero sobre todo con cientos y cientos de goles.
La Liga se quedó sin uno de los mejores goleadores que ha visto nunca. El luso ponía rumbo hacia la Juventus donde sí ha demostrado su superioridad en Italia, pero no lo ha conseguido en el marco europeo. Sin el brasileño y sin el portugués, ni Barça ni Madrid han conseguido acercarse al reto de la máxima competición continental de nuevo.
Simeone, el mejor pagado
Ahora son las jóvenes promesas y la vinculación con los equipos de siempre los que tirarán del carro para atraer al espectador. La realidad es que es Diego Pablo Simeone el sueldo más grande de toda la competición. Es un síntoma claro de que la pérdida de valor ha dejado a un entrenador como el símbolo de la competición.
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