No todas las historias que merecen ser conocidas ocurren en las grandes ligas. El fútbol no profesional tiene mucho que contar, como es el caso de la carrera de Cristofer Medina, también conocido como Cristo. Este sábado conseguía el último ascenso de su trayectoria deportiva con el Club de Fútbol Villanovense tras aguantar contra el Cacereño. Y decimos 'último' porque tiene varios ya a sus espaldas. Y no dos, ni tres, ni cuatro... ¡ocho!
A sus 33 años ha ascendido a Segunda B con el Villanovense. En los siete anteriores el salto de categoría fue el mismo y se ha convertido en todo un amuleto para los equipos en los que juega, sumando tres ascensos consecutivos. De ahí que Cristo sea el 'hombre ascenso' de Tercera División y le digan cosas como 'sitio que voy, sitio que asciendo', como reconoce el propio futbolista a EL ESPAÑOL. "Es algo que me gusta y creo que me lo he ganado", añade.
"La verdad que me siento muy orgulloso porque en estas categorías el dinero no te da para hacer alardes sino para vivir el día a día el que tenga suerte y pueda hacer con él un sueldo un poco más decente. A parte de eso, que consigas objetivos que son tan valiosos...", analiza ahora echando la vista hacia atrás después de empezar a patear la pelota en varios equipos de Badajoz y pasar por el filial del Albacete.
Ocho ascensos; tres seguidos
Su primer ascenso lo logró en 2009 con la AD Cerro de Reyes. Otros siete vendrían después hasta el del pasado sábado y con otros seis equipos diferentes. Solo ha repetido ascenso con un club, el Mérida AD, promocionando a la tercera categoría del fútbol español en 2015 y en 2019. "Llegar a un sitio, que te reconozcan tu trabajo y que puedas encima agradecérselo cumpliendo el objetivo pues para mí, año tras año, es un orgullo y una satisfacción", puede decir ahora.
Cerro de Reyes (2009), Sporting Villanueva (2011), Burgos (2013), Mérida (2015), Extremadura (2016), Unionistas (2018), Mérida (2019) y Villanovense (2020) figuran en su currículum de ascensos.
Un equipo lleno de calidad, que el vestuario sea una familia y esa pizca de suerte
Con tantos ascensos en su carrera, no se puede tratar de una cuestión casual. "Muchas veces me preguntan cuál es el secreto o la 'pócima'", dice. El secreto para él está en lo que debe tener un equipo para ascender: "Que haya un equipo lleno de calidad y hecho para ascender, que el vestuario sea una familia y vaya por el mismo camino y esa pizca de suerte que se necesitan en todos los playoffs, siempre habrá un momento en el que se sufra y se necesite esa suerte", explica desde su experiencia. Que no es poca.
Todos los ascensos son especiales
Cristo no quiere restarle importancia a ninguno de sus ascensos: "Especiales son todos. Un ascenso es muy difícil de conseguir. Hay muchos equipos que llevan cinco, seis o siete años para intentarlo y que yo ya lo haya podido conseguir ocho veces sería injusto quedarme con alguno", cuenta a EL ESPAÑOL. Aunque será difícil que olvide el de este año por cómo ha sido.
"Este a lo mejor es algo más especial por lo raro que ha sido. Tres meses parados, entrenar en junio y julio cuando nunca hemos entrenado con este calor, cuando los demás equipos estaban de vacaciones, enfrentarte a los de tu Comunidad, con poco público... Ha sido especial y raro y sí que podría ser uno de los que más recordaré por el año que ha sido", dice.
El sábado se consumó el ascenso del Villanovense en un Francisco de la Hera que contó en sus gradas con 1.400 espectadores que respetaron las reglas. El equipo de Villanueva de la Serena iba con la ventaja de campeón de grupo, pero ni con esas ni con siete ascensos detrás Cristo podía evitar estar nervioso en los días previos, como nos reconoce. Y tras el triunfo, hora de festejar: "Celebrando de una manera tranquila porque no se puede por el tema del Covid, pero igual de felices", puntualiza.
Al Villanovense llegó en enero "aunque tenía también bastantes más cosas". Pero a Cristo se le da bien elegir equipos para ascender y en este caso se decantó por los que iban a ser sus compañeros: "Al final tenía amigos en el vestuario, que sabía que al ser tan pocos meses me iban a ayudar a acoplarme mejor. Con tan poco tiempo era imprescindible". No le ha dado tiempo a jugar ni una decena de partidos, pero sí a marcar ocho goles y conseguir el ascenso.
Hubo algún momento que yo pensaba que los playoffs no se iba a jugar
"He jugado tantos playoffs y esto nunca me había pasado", analiza sobre haber jugado estos playoffs diferentes por culpa del Covid. "Hubo algún momento que yo pensaba que no se iba a jugar e iban a ascender los primeros clasificados de grupo. Lo más justo era que se jugase y dieran la oportunidad a todo el mundo de ascender", nos confiesa. Su Villanovense acabó primero del grupo 14.
Héroe del Villanovense
Y su octavo ascenso llegó con "doble alegría", como dice, porque fue él el autor del gol que abrió el partido contra el Cacereño (1-1). "Muchas veces me decían a ver si marcas y tal y yo decía que mi objetivo era ascender. Para un goleador y un futbolista que vive, como quien dice, de los goles es una satisfacción muy grande".
Cristo ahora celebra con su familia su último triunfo como futbolista, aunque en su casa deben estar acostumbrados. Es el 'hombre ascenso'. Un hombre que, por otro lado, mira al futuro con calma y soñar demasiado cuando se le pregunta si se ve algún rompiendo la barrera de Segunda B y peleando por un ascenso, pero esta vez a Segunda División, al fútbol profesional.
"Me encantaría jugar algún día un playoff de ascenso a Segunda, pero las circunstancias son muy complicadas. También por la edad que tengo y porque es muy complicado jugar en Segunda B contra los equipos de arriba. Vivo el presente, el día a día. Ahora mismo he acabado como jugador del Villanovense cumpliendo el objetivo y estoy muy feliz allí. Me han tratado genial y si cuentan conmigo no me importaría seguir. Ahora lo mejor es vivir el día a día, que el tiempo se vaya calmando y a ver qué pasa", concluye así su conversación con EL ESPAÑOL.
[Más información: La afición del Sabadell se olvida del Covid y celebra el ascenso sin mascarilla ni distancia]