Diego Costa le dio los tres puntos al Atlético de Madrid ante el Real Betis, lo que significó la clasificación ya asegurada para la Champions League de la temporada que viene. El delantero, después de que el VAR anulara dos tantos a los rojiblancos durante el choque, fue el gran protagonista del partido por volver a ver portería, pero también dejó una imagen bastante desagradable.
Las cámaras de El Golazo de GOL le captaron dedicándole un gesto con sus partes a todo el banquillo del Betis que estaba en la grada. En un momento de tensión en el que el equipo verdiblanco estaba protestando la acción del gol durante la revisión del tanto, el hispano-brasileño reaccionó de esta manera ante las quejas que estaban llegando también desde fuera del campo.
El jugador rojiblanco se dio cuenta de las protestas y, según volvía de marcar, les indicó sus genitales para que se siguieran quejando. El VAR estaba revisando una posible mano en la jugada en la que se adelantó el equipo colchonero en el marcador, diferencia que terminaría siendo decisiva.
Diego Costa está siendo decisivo en este regreso de la temporada desde el parón por el coronavirus. Ha marcado tres goles y ha dado otros dos, por lo que el hispano-brasileño ha acallado las críticas provocadas, sobre todo, por sus problemas físicos el resto del año. La hernia le tuvo cuatro meses sin disputar un partido y, justo cuando regresó, llegó el confinamiento y la suspensión de la campaña.
Sufrió el Atlético
El cuadro rojiblanco no estuvo cómodo en todo el partido y el gol de Costa rompió los esquemas. Primero el VAR acabó con las esperanzas locales con sus intervenciones. Y después las cosas fueron a peor cuando el Betis jugó con un hombre más durante más de media hora, por la imprudente entrada -y expulsión- de Mario Hermoso.
Los verdiblancos ya habían desconectado al Atlético que, asustado ante tal panorama y necesitado de algún reajuste, buscó soluciones para resolver el encuentro. Le hizo dudar como casi nadie lo ha hecho hasta ahora desde la reanudación del torneo, porque ni se sentía seguro atrás ni expresivo adelante.
Hasta el punto de que el Betis, que a la hora del duelo había tirado el doble de veces, no tomó ventaja en el inicio del segundo tiempo porque Loren falló lo que casi nunca se falla. Su definición, con todo a favor, solo ante Oblak, beneficiado por una carambola entre Thomas y Savic, fue la peor posible. Ni dirección a portería tomó su balón picado frente a la dimensión del portero.
Finalmente, el Atlético tiró de coraje y de estilo propio y, después de un partido aguerrido y centrado en defensa, anotó el gol de la victoria. Su única ocasión del segundo acto, a balón parado, acabó en gol. Centró Carrasco y Diego Costa remató la clasificación para la Liga de Campeones. En el horizonte ya está la final a ocho de en Lisboa como el siguiente gran reto de los hombres del Cholo Simeone.
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