La Liga está a tan solo ocho días de dar comienzo de nuevo tras el paso del coronavirus por el país. Desde el 10 de marzo, habrán pasado más de tres meses sin que un futbolista en marque un gol cuando el colegiado dé el pitido inicial del Sevilla - Real Betis con el que volverá la competición. Pero, precisamente ellos, los árbitros, también llevan ese tiempo sin utilizar el silbato.
Ese mismo día, Guillermo Cuadra Fernández estaba en Alemania. Fue el cuarto árbitro del RB Leipzig - Tottenham Hotspur en el que los germanos se clasificaron para cuartos de final de la Champions League. Ese partido se jugó con público en el campo, aunque en Eibar el encuentro del equipo local contra la Real Sociedad fue a puerta cerrada. Lo mismo sucedió con el otro partido de la máxima competición continental que se jugó ese día, el Valencia - Atalanta que tan de actualidad ha estado tras las declaraciones de Gasperini.
Eso es parte del pasado y los árbitros también quieren ser parte de esa cabeza visible que pretende ser LaLiga a través del regreso del fútbol. Cuadra Fernández (Madrid, 1984) lleva dos temporadas en Primera División, pero su gran rendimiento le llevó a ganarse la categoría internacional desde este año. Desde la isla de Mallorca, donde reside perteneciendo al colegio balear a pesar de nacer en la capital de España, atiende a EL ESPAÑOL mientras espera noticias desde la Real Federación Española de Fútbol para pasar las pruebas físicas a las que se someterán los árbitros antes de que vuelva la competición.
Tú estuviste en uno de los últimos encuentros que se jugó de la Champions League en Leipzig, ¿cómo recuerdas ese último viaje?
El viaje cuando fuimos, la pandemia ya estaba en boca de todos aunque todavía no se había declarado el estado de alarma aquí. Ya llevábamos protección con mascarilla, estábamos muy cuidadosos con las cosas que tocábamos y las que no. Arbitramos con público en las gradas aunque ese mismo día se jugó el Valencia - Atalanta sin público. La UEFA tomó ciertas medidas. No salimos con los niños cogidos de la mano ni se hizo pasamanos. No había todavía una alarma social, era la incertidumbre.
¿Qué es lo que más has echado de menos en estos últimos meses de arbitrar?
Más que echar de menos, al final te das cuenta de lo rápido que vives. Estamos viajando casi todas las semanas dos veces por lo menos. Te das cuenta de que hay mucha más vida allá, la vida familiar, labores domésticas... Nosotros hacemos mucho entrenamiento físico, ahí es donde más lo hemos notado.
Una persona media, que es cómo vivimos nosotros, tiene complicado seguir entrenando así. La Federación ha atendido a las necesidades que teníamos y nos han enviado entrenamiento individualizado en función de lo que teníamos; si tenemos una casa pequeña, algo que podamos hacer también aquí. Hemos echado más de menos lo que es la vida de salir a la calle.
¿Cómo ha sido el trabajo desde casa?
Tanto desde el Comité Técnico de Árbitros como desde UEFA han estado pendientes y han intentado conocer nuestras circunstancias. Entre Primera y Segunda hay 150 profesionales, sin contar a los cuartos árbitros, y han intentado satisfacer las necesidades que pudiéramos tener. Es verdad que antes de la pandemia ya estábamos muy controlados.
Tenemos registros de todas nuestras condiciones físicas a través de GPS, pulsómetros, control de peso, masa muscular, grasa, sueño... Nos han mandado protocolos muy claros y muy adaptados a la situación de cada uno. Son ejercicios intensos, pero que dentro de las circunstancias se pueden hacer en el hogar.
"Desde que somos árbitros, no hemos estado tres meses sin arbitrar. Ni cuando estás en fútbol base"
La famosa aplicación con las que os controlan hasta las pulsaciones...
Realmente, más que controlarnos, también te vale para tener un registro. A mí me ha valido para ver lo que hacía en diciembre, que tenemos un pequeño parón, y ver el entrenamiento que hacía, el gasto calórico... tenerlo registrado te viene bien para ver la realidad. Es como el que tiene su base de datos y puede encontrar cosas rápidamente. Me ha venido bien para controlarme. Nos viene muy bien la aplicación.
Si hay alguien que se sepa controlar bien eres tú como profesor de educación física
Yo no suelo tener muchos problemas a nivel físico y mis compañeros tampoco. Ya veis que todos los árbitros profesionales son casi atletas. Sabemos también lo que nos va en ello. Además, sabíamos que después del confinamiento seguía la vida y teníamos que volver a la competición. Somos muy profesionales.
¿Vais a pasar unas pruebas físicas antes de que vuelva la competición?
Sí, están trabajando sobre ello. El Comité hará público las pruebas que vamos a pasar y los controles médicos pertinentes para conocer nuestro estado con respecto al virus. Estamos dentro del fútbol profesional y sería ilógico que no las pasáramos. Sobre todo por salvaguardar nuestra salud y la del juego y tampoco estemos en riesgo por no estar a nivel físico a tono y nos podamos lesionar. Estamos igual que los futbolistas en ese sentido.
Los árbitros también tienen ganas de volver a la competición, de volver a sentirse árbitros en definitiva
Lo hablamos entre nosotros. Somos un grupo reducido de 20 árbitros y en conversaciones así particulares mostramos que tenemos ganas de reengancharnos. Desde que somos árbitros, no hemos estado casi tres meses sin arbitrar. Ni cuando estás en fútbol base, que una liga puede terminar en mayo-junio y en agosto estás otra vez. Está muy asociado el arbitraje a ser un hobby, pero, a no ser que hayas estado lesionado, nunca hemos estado tres meses sin pitar.
¿Se pueden llegar a echar de menos las críticas y la polémica después de un partido?
Forma parte del juego. Lo que tú echas de menos es el juego. En el juego vienen incluidos los goles, la polémica, el ambiente, el trato con el compañero, el trato con los jugadores... Sabemos que en nuestra profesión, la polémica está ahí siempre y también vendrá en estos partidos.
Pero también vendrá el viajar y vernos los compañeros. Nuestras oficinas son los campos de fútbol y, claro, hemos estado casi tres meses en casa. Eso es lo que se echa de menos. No estoy diciendo: Ay, ojalá que mañana haya polémica. Echamos de menos todo, como los aficionados.
Me imagino que habéis incidido mucho en los nuevos cambios de la IFAB, que se han aprobado durante la pandemia, que parece que unifica más el criterio sobre las manos
Esta temporada termina con las normas que empezaron. Simplemente se aplicará el tema de los cinco cambios. Aunque por tiempo deberían entrar, no se van a aplicar por no cambiar la forma en la que se ha jugado hasta ahora. El de las manos es uno de los temas que crea mucha miga porque, según quién lo vea, es una cosa. Nosotros nos regimos por los parámetros que nos marcan para entender el espíritu del juego.
"¿Echar de menos la polémica? Forma parte del juego. Lo que tú echas de menos es el juego. En el juego vienen incluidos los goles, la polémica, el ambiente, el trato con el compañero, el trato con los jugadores..."
La aclaración desde qué punto es brazo o qué punto es hombro ya se aplicaba. La parte de interpretación no cambia, un día tú la verás mano y yo no, y el siguiente yo la veré mano y tú no. Es simplemente una aclaración. Al final, nosotros somos los encargados de, con los parámetros que tenemos, determinar si esa mano es punible o no. Intentamos hacerlo lo más fácil posible para todos.
También os piden que visitéis más el VAR, aunque su naturaleza cuando se instaló era que incidiera el mínimo posible para no frenar el ritmo del partido
Esa es la base sobre la que se fundamenta el VAR: mínima interferencia con máximo beneficio. No es que el cambio de norma diga que tenemos que ir a verlo más, lo que está diciendo es que hay ciertas acciones en las que no vale solo que esto ha pasado, sino que tú vayas a ver qué ha pasado.
En algunas ligas, el árbitro no va al monitor porque da veracidad a lo que le están contando. Lo que dicen las reglas de juego es que el que decide lo vea, apoyado en las opiniones de sus compañeros. No sé si se ha entendido mal, pero no tiene que ver con que vayamos cada dos por tres al monitor.
En una de las charlas aclaratorias que dais desde el CTA explicabas que no te molestaba hablar con los medios y eso ha mejorado vuestra imagen, crees que ayudaría que la publicación de los diálogos durante los partidos con el VAR mejoraría aún más la imagen que se tiene sobre el colectivo
No es que ayude o no ayude, es parte de nuestro trabajo. Es como si yo te digo que me cuentes cómo trabajas tú y las conversaciones que tienes con tus compañeros. El valor informativo de eso, no creo que sea mucho. Sacar esas conversaciones, no aportarían nada. Sería simplemente ver esa toma de decisiones.
Vosotros podéis valorar mejor cómo está siendo ese trato con la prensa. Veníamos de un período en el que nosotros no teníamos ese trato, se ha abierto a que nos conozcáis un poco más: las pruebas físicas, las concentraciones, el trabajo técnico... Eso favorece para que la gente sepa lo que hay detrás del deportista.
Igual que sabemos que los equipos se entrenan, se concentran... nosotros también hacemos cosas, no vamos de un domingo a otro domingo. Entre medias hay mucho trabajo. También sirve para poder aclarar las dudas técnicas que existen. Eso sí, las jugadas concretas no tienen ningún valor formativo.
Siempre se ha dicho que la presión del público afecta al árbitro cuando no pitas a favor del equipo local en una jugada dudosa, ¿es la misma que antes o con la existencia del VAR te sientes más seguro de que has tomado la decisión correcta?
A todos nos pasa en nuestro trabajo. Todo el mundo quiere tomar la decisión correcta. De los que están en cualquier parte del mundo viendo el partido, no hay nadie que quiera acertar más que el árbitro. Nosotros vivimos del acierto. Eso es básico. El VAR lo que sí ha hecho es dar una seguridad a todo el mundo, no solo a nosotros.
Un equipo de fútbol no se va a ir ahora del partido diciendo "me han metido un gol en fuera de juego", "no me han concedido un gol que ha entrado", "el balón estaba fuera del campo cuando se pitó el penalti", "ha habido una simulación y me han pitado un penalti en contra"... Eso ya no pasa. El mundo del fútbol vive más tranquilo. Es bueno para todos. No se va a decidir ningún campeonato por ningún error claro y manifiesto.
¿Cómo crees que va a ser esa sensación de arbitrar sin público?
La presión del público no va a influir. Pero el juego lleva consigo una presión intrínseca. Nosotros estamos acostumbrados a aislarnos de todo lo demás que no sea el rectángulo de juego. Es verdad que esa presión, si la considera alguien presión, no la vamos a tener, pero sí la otra.
"¿Menos protestas? Muchas veces, una petición o una queja se queda diluida en el griterío del estadio. Ahora hay más peligro de que el que tiene que juzgar algo que antes no se oía lo escuche"
La presión de las decisiones que se toman, como siempre queremos acertar, para que no recaiga en nosotros que un equipo pueda llegarse a clasificar para la Europa League, para la Champions, que no descienda... esa presión es inherente a la figura del árbitro. Sabemos convivir con ello. Eso pone en valor las decisiones que tomamos y lo importante que es que trabajemos en unas condiciones óptimas.
¿Crees que los jugadores se van a cortar más a la hora de protestarte por el temor de que ahora se escucha más todo dentro de un campo?
Entiendo que tendrán que hacerlo. Muchas veces, una petición o una queja se queda diluida en el griterío del estadio. Ahora hay más peligro de que el que tiene que juzgar algo que antes no se oía, lo escuche. Yo entiendo que sí que se modularán un poco.
Los futbolistas también saben valorar el trabajo que hacemos. Más allá de lo que se ve en la televisión muchas veces, ellos tienen un trato comprensivo. Podemos tener algún ejemplo que pueda parecer algo malo, pero son comprensivos. Nosotros comprendemos sus errores igual que ellos entienden los nuestros.
También hay que dar ejemplo con la distancia social
Eso obligatoriamente. Hay que seguir las normas de las autoridades, no encararse con los adversarios... (Risas).
Eres de los árbitros más jóvenes de La Liga, ¿crees que los jugadores te tienen el mismo respeto que al resto de tus compañeros más veteranos?
Yo entiendo que cada uno somos de una manera particular, y suerte que seamos así porque si fuéramos todos iguales se perdería la esencia del juego. Yo no trato diferente a la gente por ser más veterana o más novel, o intento no hacerlo. Con lo cual, tampoco siento que me traten diferente los jugadores por llevar solo dos años en comparación con alguien que lleve diez. No tengo esa sensación.
Estabas designado para arbitrar el Real Madrid - Eibar antes de que se suspendiera temporalmente la competición, ¿sabéis si vais a mantener las designaciones?
Todavía no lo sabemos. El Comité las hace públicas. Aún queda tiempo de todas formas. Antes del Covid-19 se nos avisaba con cinco días de antelación. Esa designación de ese momento se puede cambiar perfectamente. Han pasado tres meses y las condiciones han variado. Imagínate que alguien está lesionado del tobillo y estaba designado en ese momento, entonces no haría el partido. No sabemos nada.
¿Es posible que puedan variar en función de la cercanía del partido, por ejemplo, que un árbitro del comité castellano-manchego tenga prioridad para venir a pitar a Madrid sobre ti, que estás en Mallorca?
El tema de la territorialidad se va a mantener. Yo no voy a arbitrar al Real Mallorca, por ejemplo. El tema de la cercanía, por esta situación de la pandemia, el Comité seguramente intente que los desplazamientos no sean tan largos para que no nos expongamos tanto. Mi caso no se cómo será, porque yo me desplazo en avión para ir a cualquier lado. Yo en coche no puedo ir a ningún sitio.
Me parece buena idea que hagamos el menor trayecto posible para minimizar el riesgo. Al final, se trata de intentar que esto salga hacia adelante y que, por algo evitable, seamos los culpables de que no se pueda jugar.
Los árbitros suelen viajar en vuelos regulares, o sea, como un ciudadano más, ¿os han dicho algún detalle sobre estas cuestiones que podrían aumentar el riesgo?
Nosotros no tenemos vuelos chárter, de hecho, yo no voy ni con mis asistentes. Sé que el Comité está trabajando en un protocolo que, a parte de cumplir con las medidas sanitarias de los aeropuertos, nosotros extrememos aún más las precauciones en estos vuelos indispensables. Como las cosas están cambiando de poco tiempo en poco tiempo, no tiene sentido que pongamos alguna norma que puede cambiar el Ministerio de Sanidad.
Los clubes sí que van a viajar en vuelos, trenes o autobuses privados, ¿sentís que corréis más riesgo de contagio que los equipos de fútbol?
Intentaremos que el riesgo sea el mismo. Por ejemplo, si el trayecto que hacía hasta Valladolid lo hacía normalmente en tren, hacerlo ahora en coche para intentar cerrar los riesgos. Nosotros conocemos nuestras circunstancias y las de los futbolistas. Entendemos que ellos tienen sus medios, nosotros tenemos los nuestros e intentamos llevar las cosas a buen puerto. No descarto hacer un Madrid - Vigo en coche para minimizar los riesgos para que pueda salir la competición adelante.
Si alguien es imagen de la disciplina que pedía Tebas para no comprometer el regreso de la competición, son los árbitros
En ese sentido, se lo decía a los chicos del comité balear. Uno de los valores que tiene el árbitro es la disciplina. Pero no solo la que le exigen, sino la que se exige a sí mismo. No nos va a costar seguir esos pasos para que todo vaya hacia adelante y aportar nuestro granito a este período que ha sido complicado para todos nosotros.
El fútbol puede ser una vía de escape para mucha gente que lo ha pasado muy mal, con mucha pena por la gente que ha perdido algo durante la pandemia. Si podemos estar como han estado los sanitarios, los comercios, los transportistas... estaremos orgullosos de hacerlo.
[Más información: Fernando Simón no descarta que haya afición en los estadios de fútbol a partir de la Fase 3]