El 1 de junio no es una fecha feliz para el mundo del deporte español y menos aún en una familia afincada en Utrera. Este pasado viernes la Fiscalía de Seguridad Vial instaba al Juzgado de Instrucción 2 de Alcalá de Guadaíra a archivar la causa abierta por el accidente de tráfico en el que murió José Antonio Reyes. Este lunes se cumple un año de ese triste suceso en la autovía A-376 que une Sevilla y el pueblo del futbolista.
El recuerdo del que fuera jugador del Sevilla, del Arsenal, del Real Madrid o del Atlético de Madrid sigue muy vivo en el mundo del fútbol, a pesar de que todo indique a que se va a cerrar esa investigación del trágico momento en el que Reyes nos dejaba. Desde el primer momento se apuntó a que un delito contra la seguridad vial habría sido el culpable del accidente y, por ende, de su muerte y la de su primo Jonathan Reyes.
Hace dos meses, la Guardia Civil entregaba el informe final de la investigación a la Fiscalía donde indicaba que Reyes circulaba, como mínimo, a 187 kilómetros por hora en el momento en el que se reventó la rueda trasera de su Mercedes S550. Por ello se haría "responsable penal" del accidente en el que también resultó herido su primo Juan Manuel Calderón al exfutbolista. El utrerano intentó controlar su coche, pero fue imposible por culpa de una velocidad excesiva y acabó saliéndose de la autovía y volcando su Mercedes, haciendo imposible que pudieran escaparse del incendio.
Ante la imposibilidad de continuar con el ejercicio de la acción penal al fallecer el responsable penal, la Fiscalía solicita el archivo de la investigación. Tampoco hacen responsables del reventón al taller donde su primo, días antes del accidente, había reparado la rueda que estalló en un taller de Mérida. Reyes militaba en ese momento en el Extremadura, equipo de Segunda División que juega sus encuentros en Almendralejo, Badajoz. Cuando sufrió el accidente mortal, volvía de un entrenamiento después de conocer que no estaría en la convocatoria del partido de la jornada que iba a comenzar.
Un año después volvemos a recordar lo sucedido con una perito de tráfico que es ajena a la investigación de la Guardia Civil, pero que ha realizado sus propias pruebas para descubrir las verdaderas razones por las que se produjo el accidente. Miryam Moya ha defendido desde el primer momento que no solo la velocidad ni ese reventón de la rueda son responsables del trágico suceso.
Ella no entiende que no se le termine por imputar el delito a José Antonio Reyes, a pesar de su fallecimiento, si finalmente es cierto lo que dice el informe de la Guardia Civil. "Los motivos fundamentales para archivar una denuncia penal suelen ser, bien que no resulta acreditado el delito o bien que no se logra identificar o localizar a los autores. Está claro que aquí está identificado", explica la perito.
Un segundo clave
En cualquier caso, su lucha está en que este accidente pudo no ser mortal en otras circunstancias. "José Antonio Reyes salió 29 metros antes de que empezara la barrera, hablamos de un segundo con la velocidad que yo estimo, menos con la que dice la Guardia Civil. Su suerte estuvo en un segundo", explica a EL ESPAÑOL Moya.
Su investigación privada quedará desarrollada en un libro que está aún escribiendo y que se llama "No hay velocidad segura", junto a otros casos que ha llevado durante su carrera como perito, para demostrar que hay más peligros en la carretera además de la responsabilidad del propio conductor. Ella reconoce que en ningún momento se ha puesto en contacto la familia Reyes para solicitar su trabajo, por lo que es completamente ajena al caso.
Su investigación no puede ser tan completa como la de la Guardia Civil por un simple hecho. "Siempre he querido dejar claro que yo el vehículo no lo he tenido, solo he analizado el terreno y la barrera la analicé posteriormente", expone la perito. "Te llama mucho la atención que si un quitamiedos está para evitar que caigas en un desnivel o evitar que colisiones contra postes o cualquier otro motivo que haya en esa carrera, el coche de Reyes cayera en el desnivel", apunta.
En todo momento hablamos a posteriori, por lo que no es seguro que se pudiera haber evitado el desastre. "No sabemos si hubiera muerto alguien o no, pero la realidad es que esa barrera se coloca para absorber la energía cinética del vehículo. Para los motoristas no viene bien, pero para los turismos, es muy eficaz", destaca Moya. "Si dejamos a un lado la velocidad y el problema de la rueda, con la barrera habrían tenido más posibilidades de salvar la vida", explica la perito.
A la pregunta sobre las razones por las que la barrera estaba situada 29 metros más allá del lugar donde se salió de la carretera Reyes, Miryam no tiene una respuesta. "Yo no tengo los pliegos de la obra, pero es una carretera nueva y habrán estudiado por qué no hay una barrera ahí", argumenta la perito. Pero, la realidad es que la culpa podría haber una "concurrencia de culpas si se demuestra el exceso de velocidad, junto al problema de la barrera".
La velocidad no coincide
Ella defiende que la velocidad a la que iba Reyes antes del reventón de la rueda estaría entre los 111 y los 128 kilómetros por hora. Esta franja que da Moya es importante porque nos explica que "cuando tú calculas una velocidad, siempre te va a dar un rango de error", algo que no ha hecho público el informe de la Guardia Civil, si no que imponía que la velocidad aproximada serían los 187 kilómetros por hora.
Esas diferencias entre los dos informes existen, según Miryam, porque "ellos no se basan en el terreno, se basan en las deformaciones que tiene el vehículo. Yo solo extraigo las evidencias del terreno". "La pregunta es si han analizado bien el terreno. Es una autovía, pasan muchos coches y hay que despejarla rápidamente. Una nube de puntos es todos los datos del terreno los paso al ordenador. De esta forma puedo analizar y hacer la reconstrucción del accidente sin prisas. No sabemos hasta qué punto se ha hecho de manera correcta esa investigación del terreno y que coincida con las deformaciones del vehículo", expone la perito.
Para reforzar esta sensación, pone el ejemplo de las huellas de derrape. "Tú cuando tienes una huella de derrape, tienes unas diagonales. El ángulo va creciendo y decreciendo en función que va girando el derrape. Para sacar la velocidad tienes que medir el ángulo de cada estría de la huella. No es posible hacer eso en medio de una autovía, porque tendrías que cerrar horas y horas la autovía. Puedes volver después, pero las huellas ya no serán las mismas", explica Miryam Moya.
Es difícil estimar hasta qué punto se podían haber evitado las muertes de Reyes y su primo, pero parece que este quitamiedos podía haber cambiado la película. "Lo que tenemos que ver es si se hubiera quedado en la vía con la barrera. No sabemos si se ha tenido en cuenta. No sabemos si el coche viene incendiado ya, probablemente no podrían haber salvado sus vidas aunque se hubiera quedado en la autovía. Pero quizás se podía haber evitado que el coche se hubiera dado la vuelta", destaca Moya.
Una de las razones en las que se apoya Miryam, a pesar de no tener acceso al vehículo, para reforzar su estimación de velocidad es lo que sucedió tras salirse de la carretera. "Hay que tener en cuenta que cuando se va a una velocidad muy alta, no das solo un vuelco. En casos que he tenido yo en los que iban a más de 200 kilómetros por hora, dan más de una vuelta. Este vehículo pesa muchísimo, pero aún así no daría solo una vuelta. Yo veo por las evidencias del terreno que eso no es así", defiende la perito de tráfico.
El poder mediático
Myriam Moya también cree que el hecho de que se haya tratado de una persona tan mediática ha perjudicado a la investigación de la Guardia Civil. "Tendríamos que ser más prudentes porque se señaló a José Antonio Reyes desde el primer momento. La investigación vislumbra una velocidad, pero no es la única respuesta que hay que dar. Eso habría que analizarlo y rebatirlo con otro informe que se puede hacer perfectamente. Yo creo que los medios lo tienen, pero han llegado tarde", sentencia la perito de tráfico.
"Me imagino que lo habrán hecho lo mejor que saben, son muy profesionales. Pero el hecho de que haya sido tan mediático y haya impedido recoger las pruebas con minuciosidad ha sido más complicado. Si es una persona que no conoce nadie, yo he visto en muchas situaciones en las que te entregan el informe técnico con los datos, un croquis y unas fotografías. Me argumentas que alguien sea culpable con eso. La tragedia es la misma para las dos familias, seas famoso o no. A lo mejor esto te ocurre con una Policía local que no tiene tantos medios como el grupo que ha hecho la investigación de la Guardia Civil", finaliza Moya.
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