Año 2010. Almudena, una chica de 8 años -ahora tiene 18- que no le gustaba el fútbol ni era del Espanyol, se rompe el fémur por tres partes. Golpe duro para una niña cuya lesión los médicos pronosticaron que iba a ser muy difícil que saliese adelante para hacer una vida normal.
Por aquel entonces esta joven tenía que hacer la comunión, pero pudo debido a lo que le ocurrió. Cuando todo parecía imposible, una pequeña luz apareció al final del túnel. El fútbol y el Espanyol, concretamente Javi López, acabarían cambiándole la vida.
El actual capitán del equipo catalán, que jugaba en el Espanyol B, se convirtió en una pieza fundamente en su recuperación y en su vida para poder salir adelante y dejar tanto la silla de ruedas, como las muletas, para acabar volviendo de nuevo a andar.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con una Almudena que se muestra totalmente feliz, totalmente recuperada y agradecida por lo logrado y que siempre que puede acude al RCDE Stadium, con su camiseta de Javi López, para apoyar a su Espanyol.
¿Cómo ocurre todo?
En 2010 me rompí el fémur por tres partes. Me operaron y estaba en una cama ingresada tapada desde la cintura hasta los pies. No podía salir de casa y ese año era el de mi comunión. Había pedido de regalo una camiseta del Espanyol de Pochettino. No pude hacerla y mi madre fue a la Ciudad Deportiva para que firmasen los jugadores del primer equipo, del B y el Femenino.
Ahí conoció a Javi López, que estaba en el segundo equipo, y le preguntó a mi madre que cómo me había pasado y cómo estaba siendo, fue el que más se preocupó. Le dijo que a ver si en un futuro me podía conocer y que seguro que me recuperaría y estaría bien.
Un día de estos mi madre me levantó y me dijo que iba a conocer a Javi. Fuimos a la Ciudad Deportiva, yo en silla de ruedas, y le conocí. Fue algo increíble, me animó mucho y me dijo que la próxima vez que fuese a verle tenía que pasar de la silla de ruedas a las muletas.
No quise fallarle y me puse manos a la obra. Empecé a caminar con muletas y fui a verle. Ahí me volvió a decir que la próxima vez tendría que venir sin ellas y caminando, aunque era algo bastante difícil. En rehabilitación lo intentaba y me caía, pero no podía fallar a Javi, aunque sabía que me iba a costar mucho. Lo conseguí en 2012 y le fui a ver.
¿Cómo y dónde te rompes el fémur?
Ocurrió en el cole con 8 años.
¿Qué te dijeron los médicos cuando te vieron?
Que iba a ser casi imposible recuperarme al cien por cien y andar, sin cojear y sin muletas, ya que en este tipo de operaciones suele ser muy difícil. Me decían que no iba a tener una vida normal y que iba a cojear. Los traumatólogos me comentaron que sin muletas no iba a poder andar, que me caería sin ellas y que mi vida no iba a ser normal. No me gustaba en esa época el fútbol y Javi me dijo que cuando estuviese al 100% íbamos a jugar un partido -esto es lo único que me falta por hacer-. Me motivaba todo esto. Empecé a ir al estadio del Espanyol, me hice socia y empezó a encantarme el fútbol. Me propuse andar y acabé consiguiéndolo.
¿Qué te dijeron cuando empezaste a andar?
Les dije que iba a empezar a jugar al fútbol y pusieron una cara diciendo que eso era muy difícil. No se creían que me iba a arriesgar con ello, al igual que haber conseguido andar de nuevo.
¿Por qué piensas que Javi apostó por ti y te ayudó?
Yo creo que va ligado a su forma de ser y que ayuda a todo el mundo. Seguramente a él le hubiese gustado, si llegar a estar en mi caso, que le hubiesen ayudado.
¿Qué te dijo Javi cuando poco a poco ibas mejorando?
Siempre me motivaba a seguir, que estaba muy orgulloso y que confiaba que iba a estar al 100%. Lo apostó todo por mí sin conocerme de nada, lo que es una motivación tremenda. Le considero como un hermano ya que siempre puedo contar con él.
¿Te veías incapaz de andar antes de conocer a Javi, no?
Así es. El momento de conocer a Javi me cambió la vida. Gracias a él he podido conseguir salir adelante y me he recuperado. Gracias a su apoyo he vuelto a andar, no tengo muletas y no estoy en silla de ruedas. Sin su apoyo estaría coja y en silla de ruedas. Yo me decía a mí misma que no podía fallar a Javi y todo esto me ayudó.
¿Tienes relación con él?
Sí, a veces hablo con él.
¿Tuviste hace poco una pequeña lesión de rodilla, no?
Así es, jugando al fútbol en 2015. Se me quedó la pierna clavada y se me salió la rodilla y me operaron también. En septiembre del año pasado se me volvió a joder porque el médico de rehabilitación me forzó, por lo que vuelta a poner todo en su sitio.
¿Has tenido mucho miedo no?
Sí, por todas estas lesiones.
¿Cómo estás ahora?
Sigo yendo a rehabilitación por mi rodilla, pero estoy bastante bien. Puedo andar y hacer vida normal.
¿Qué es para ti ser del Espanyol?
Ser del Espanyol te da la vida. Ya pueden venir 1000 adversidades más, que me levanto. Te enseña que por mucho que nadie crea en ti, que nadie confía, al final consigues lo que te propones.
¿Llegaste a pensar en tirar la toalla?
Alguna vez sí porque pensaba que iba a ser capaz, pero tienes la motivación de tu familia, la de Javi y al final uno lo acaba consiguiendo.
¿Qué le dirías a la gente que pasa por algo parecido que dice que no puede salir adelante?
Lo principal es no venirse abajo. Siempre hay un motivo para salir adelante aunque cueste años. Siempre hay que creer.