El Zenit San Petersburgo negó este lunes que su afición mostrara el domingo en el partido ante el Krasnodar una pancarta en la que expresara su repulsa por el fichaje del brasileño Malcom Filipe Silva de Oliveira.
"Gracias a la directiva por su lealtad con las tradiciones", señalaba la pancarta que se pudo ver ayer en las gradas del estadio Gazprom Arena.
Algunos medios se hicieron eco de la pancarta y la consideraron racista, ya que la afición más radical del club ruso es conocida por su rechazo en el pasado al fichaje de futbolistas negros, como en el caso de Malcom y años antes del también brasileño Hulk o el belga Witsel.
Según esas fuentes, el Zenit se vería obligado a deshacerse del jugador en el mercado de invierno después de haberlo fichado hace unos días por 40 millones de euros.
En cambio, el comunicado del Zenit insiste hoy en que la pancarta ondeada por "un pequeño grupo de individuos" fue claramente "malinterpretada" por varios medios, que habrían sacado conclusiones que no tienen "nada que ver con la realidad".
"El Zenit tiene una larga tradición de invitar al club a los mejores jugadores de todo el mundo, independientemente de sus orígenes, etnia y nacionalidad", señala. Lamenta "profundamente" que algunos medios y clubes de fútbol se hicieran eco de la noticia, y les llamó a comprobar los hechos antes de realizar "acusaciones despectivas".
Además, subraya que el club ha apoyado en el pasado iniciativas contra el racismo e invita a los que malinterpretaron ese asunto a que asistan a un partido del Zenit en San Petersburgo para experimentar "la hospitalidad" de la que la ciudad hizo gala durante la Copa Mundial.
Malcom debutó con la camiseta celeste del Zenit en el minuto 72 del partido, y en el que poco tiempo que estuvo en el campo se mostró muy activo, aunque poco acertado en un partido en el que su equipo empató con el Krasnodar (1-1), pero mantiene el liderato en la liga rusa.
El Zenit fichó en enero el colombiano Wilmar Barrios, jugador muy bien recibido por la afición y que está teniendo un magnífico rendimiento, y este verano al brasileño Douglas Santos, que ayer marcó un gol en propia puerta.
Algunos periodistas, y parte de la afición, han puesto el grito en el cielo por el pago de una cifra tan alta -el Barcelona pagó 41 millones al Burdeos por el jugador hace un año-, en un futbolista de 22 años que apenas jugó en el equipo blaugrana o en la selección brasileña.
El Zenit, que ganó la liga el pasado año con Serguéi Semak en el banquillo, aspira a llegar lejos en competiciones europeas, donde su único éxito fue alzarse con la UEFA en 2008.
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