El Bolton vive una de las situaciones económicas más duras del fútbol inglés. El pasado lunes tuvo que cerrar sus campos de entrenamiento por la falta de comida y bebida para sus jugadores, según informa el Daily Telegraph. Los jugadores y cuerpo técnico que disputaron el partido frente al Swansea este pasado fin de semana, fueron informados de que no acudiesen al centro de entrenamiento debido a su cierre por falta de provisiones.
El club inglés fue uno de los equipos más importantes del Reino Unido a principios de siglo, llegando a disputar dos veces la Copa de la UEFA. Actualmente su situación es bien distinta: marcha penúltimo en la Championship y a pesar que la segunda categoría del fútbol británico goza de una buena salud -en algunos casos superior a muchas primeras divisiones europeas- las deudas acorralan a los empleados, los jugadores no han cobrado la última mensualidad y ha sufrido retrasos en otros tramos de la temporada. Además, la afición ha mostrado su descontento a través de protestas por la situación económica por la que atraviesa su equipo.
Ken Anderson, dueño del Bolton, se encuentra en la búsqueda de un inversor que compre el club y garantice la viabilidad del club. El pasado mes de octubre, ya evitaron una situación crítica para la permanencia del equipo, en la Championship, pero ahora afronta un nuevo proceso que podría suponer su extinción: el próximo miércoles 20 de marzo, los tribunales deberán valorar la petición de la agencia tributaria británica para poner el club en liquidación.
En el plano deportivo, a falta de once jornadas para que acabe el campeonato liguero, el Bolton tiene 26 puntos y tiene los puestos de salvación a 7, por lo que de no solventarse esta precaria situación podría suponer su desaparición.
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