El FC Barcelona presentó hoy, entre otras cosas, el presupuesto para la temporada 2018-19, que contempla unos ingresos de 960 millones de euros, cifra que, según ha precisado su director ejecutivo, Óscar Grau, lo convertirá "en el club deportivo que más factura en el mundo".
Grau presentó junto a Enrique Tombas, vicepresidente y tesorero del FC Barcelona, el informe económico de la entidad, que deberá ser aprobado en la próxima Asamblea General de Socios Compromisarios, que se celebrará el 20 de octubre.
Una deuda de 157,45 millones de euros
El presupuesto para la presente campaña también prevé unos gastos de explotación de 929 millones de euros y un beneficio neto de 15 millones, 5 menos que el del ejercicio 2017-18, que se ha cerrado con un resultado neto de 20 millones, tras ingresar 914 millones -cifra récord en la historia del club- y gastar 882. La deuda neta del club asciende a 157,45 millones de euros.
De los 914 millones de ingresos de la pasada campaña, solo 18 proceden de los abonos de los socios, 170 se obtuvieron del Camp Nou (venta de entradas, tour por el estadio y visita al museo, servicios de hospitalidad, organización de eventos, etc.), 187 millones de los derechos de televisión, 299 de los patrocinadores, la mercadotecnia, la gira de verano y los amistosos del primer equipo, y 222 millones del traspasos de jugadores, entre ellos el de Neymar al PSG, tasado en 188 millones.
Para la 2018-19, los 960 millones de ingresos suponen un incremento de la facturación en un 5% respecto a la anterior. Éste se debe fundamentalmente al aumento de la partida de ingresos por los derechos de televisión (44 millones más gracias al nuevo reparto de ingresos por participar en la Liga de Campeones) y de la de mercadotecnia y patrocinio (93 millones más entre los ingresos que aportarán los nuevos patrocinadores y la gestión de las tiendas oficiales del FC Barcelona que, hasta esta temporada, se compartía con Nike y que ahora la explotará en exclusiva la entidad.
Pero paralelamente a este exponencial incremento de los ingresos en los últimos años también se ha producido un aumento de los gastos, especialmente en las fichas de los jugadores, una partida que, incluyendo no solo los salarios de los futbolistas sino también el del resto de secciones profesionales, ha pasado de los 298 millones de la temporada 2011-12 a los 639 millones que se gastaron en la pasada y que representaron un 70% del presupuesto.
Grau apuntó al respecto que este aumento se debe "a la tendencia inflacionista que ha tenido el fútbol los últimos años" y quiso precisar que el Barça incluye en este concepto no solo el salario sino también la amortización del jugador y la comisión de su representante. "En Europa, pocos clubes incluyen todos esos conceptos en esta partida como hacemos nosotros", apostilló orgulloso.