Gorka Villar, implicado en la operación anticorrupción que desarrolla la Guardia Civil contra la Real Federación Española de Fútbol, es el español que más poder e influencia haya tenido nunca en el fútbol sudamericano. Ocupó desde finales de 2014 hasta 2016 el cargo de director general de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), epicentro de la trama delictiva que acabaría descabezando la FIFA tras una investigacióin inicada por la Justicia de Estados Unidos. Abogado y experto en derecho deportivo, de lealtad absoluta a su padre, ha prestado servicios a diversas federaciones territoriales, aunque nunca formó parte de ninguna estructura organizativa.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), gran protagonista de los casos de corrupción FIFA, fue el destino de mayor envergadura de Villar, un apellido frecuentemente vinculado con la palabra corrupción en medios de aquel continente: el padre (actual vicepresidente de la FIFA y cabeza del fútbol español desde 1988) por su cercanía a Joseph Blatter y Michel Platini; el hijo (asesor desde 2011, director general desde 2014) por sus negocios, que le granjearon una denuncia por extorsión ante la Justicia uruguaya, acusado por ocho clubes (incluido Peñarol) a propósito de la venta a la baja de los derechos televisivos de la Copa Libertadores: los habría amenazado para que levantaran las denuncias en contra de la CONMEBOL.
En Sudamérica, hasta 2015, pervivían en cada país caudillos futbolísticos con varias décadas de poder absoluto. La propia sede de la CONMEBOL (en Asunción, Paraguay) tenía, aunque cueste creerlo, inmunidad diplomática y gozaba de inviolabilidad. Villar, de gran habilidad en la negociación y el cultivo de un perfil bajo, colaboró con muchos de ellos sin haber cumplido 40 años y se encaramó a la cima del organismo antes de que explotara en mil pedazos por la investigación liderada por EE. UU.
El ex presidente de la CONMEBOL, Eugenio Figueredo, fue extraditado en diciembre desde Suiza (donde estaba detenido desde mayo de 2015) a su país, Uruguay, para aclarar más de 20 años de corrupción en la Confederación Sudamericana de Fútbol. Su testimonio salpica a decenas de dirigentes del futbol mundial, incluido Gorka Villar, señalado explícitamente como el encargado de “extorsionar” a los directivos de siete equipos de fútbol uruguayo que en 2013 se unieron a una denuncia penal contra la CONMEBOL (a la que acusaban de formar una “organización criminal” para estafar a los clubes y quitarles parte de sus derechos de retransmisión televisiva).
Según el diario paraguayo Abc Color, el hijo de Ángel María Villar se habría llevado 500.000 euros de la institución que dirige por "trabajos" no aclarados, además de quemar archivos que le comprometerían en un futuro. Nunca pudieron probarse estas acusaciones. Esta detención es el primer problema serio de un abogado que siempre defendió la honorabilidad de su padre y siempre puedo esquivar el cerco judicial a su entorno. El tiempo, como siempre, dará y quitará razones.