Una de las ideas futbolísticas que se han instaurado con mayor fuerza en los últimos años es que jugar el partido de vuelta de una eliminatoria en tu estadio es un beneficio. La afirmación no es una simple opinión, sino que también está recogido en las propias normas. Por ejemplo, quedar primero de grupo en la Champions te da ese beneficio de jugar el partido de vuelta en casa en octavos.
Pero, ¿de verdad existe esa ventaja? Beneficios tiene, como el apoyo de tu afición, pero también desventajas, como en caso de una prórroga, donde los goles fuera de casa siguen valiendo doble. Pero al margen de opiniones y sensaciones, están los datos. Y éstos son claros: el mito del beneficio de jugar la vuelta en casa se acabó.
Porque los últimos ocho finalistas de la Champions, es decir, lo que equivale a las últimas cuatro temporadas, jugaron el segundo encuentro de la eliminatoria a domicilio. A las últimas cuatro finales de la Liga de Campeones llegaron aquellos que, en semifinales, disputaron la ida como local y la vuelta como visitantes.
Cuatro años seguidos sin el beneficio de la vuelta
En la pasada temporada, 2014/15, los dos finalistas (Juventus y Barcelona) jugaron su partido de vuelta fuera. Los italianos, en el Bernabéu, donde empataron 1-1 e hicieron válido el 2-1. Los de Luis Enrique, en Múnich, a donde tuvieron que ir solo a certificar el pase tras el contundente 3-0 de la ida (acabaron perdiendo 3-2 en el Allianz Arena).
Un año antes, y con los dos españoles en la final de Lisboa, también se cumplió esta estadística. Y en este caso fueron más que nunca los partidos de vuelta. La ida de las semifinales se habían jugado en Madrid, con 1-0 en el Bernabéu y un 0-0 en el Calderón. Los blancos tuvieron que ir a Múnich a jugarse el pase a su primera final europea en 12 años y lo resolvieron con un contundente 0-4. Los de Simeone sorprendieron en Stamford Bridge y, a pesar de empezar perdiendo, remontaron y acabaron clasificándose para la final con 1-3.
También en 2013 los dos equipos que disputaron el segundo partido de las semifinales fuera de su estadio, se clasificaron. En esta ocasión, fueron los alemanes los que mandaron en la Champions: Bayern y Borussia Dortmund. Los bávaros, habían goleado 4-0 al Barcelona y después también lo hicieron en el Camp Nou (0-3). El equipo de Klopp machacó al Real Madrid en la ida (4-1) y después aguantó en la vuelta como pudo (2-0) para pasar a la final de Wembley.
2012 no fue una excepción tampoco. Los finalistas también celebraron su pase a la final (en este caso en Múnich) fuera de sus estadios: el Bayern, en Madrid; el Chelsea, en Barcelona. Los alemanes se clasificaron por penaltis en el Bernabéu tras acabar los dos partidos igual (2-1) y los londinenses empataron en el Camp Nou (2-2) tras ganar en Stamford Bridge (1-1).
Por tanto, en las últimas cuatro temporadas, jugar el partido de vuelta en tu estadio apenas valió para algo: todos los que tuvieron esa 'ventaja' cayeron eliminados. La última vez que semifinalistas llegaron a la final clasificándose en su campo fue en la temporada 2010/11, cuando Barcelona (vs Real Madrid) y Manchester United (vs Schalke 04) festejaron los pases en el Camp Nou y Old Trafford.
El Real Madrid, máximo exponente de estos datos
Si la racha continuara, los finalistas de esta edición de la Champions serían Atlético de Madrid y Manchester City. Pero el fútbol no es una ciencia exacta y, mucho menos, un deporte en el que las estadísticas influyan. Y precisamente el Real Madrid, equipo que con estos datos sería eliminado, es el que mejor cumple esto que explicamos, ya que siempre rinde mejor cuando la vuelta la juega fuera del Bernabéu.
Cuando el sorteo ha sonreído este año al Real Madrid en Champions, la coletilla de sus rivales para recordar esa suerte era "y encima el partido de vuelta en casa", sin saber que eso es siempre lo que le ha perjudicado al equipo madrileño. Exceptuando la última eliminatoria ante el Wolfsburgo, en la que el Real Madrid sí pasó jugando el segundo partido en el Bernabéu (aunque habría que recordar la poca enjundia del rival), a los blancos se les da muy mal un enfrentamiento que se decide en su estadio (contando siempre los enfrentamientos 'claves').
Así fue en 2015 (vs Juventus), 2013 (Borussia Dortmund), 2012 (Bayern de Múnich) o 2010 (Olympique de Lyon, octavos). Y, en cambio, cuando jugó el partido de vuelta fuera de Madrid, le fueron mejor las cosas: 2014 (Bayern y Borussia) o 2013 (Galatasaray y Manchester United). También se podría añadir aquí su duelo de Copa del Rey de 2013 ante el Barcelona: 1-1 en el Bernabéu, 1-3 en el Camp Nou.
¿Por qué al Real Madrid le viene bien, como dicen los datos, jugar la vuelta fuera de casa? La pregunta no tiene respuesta segura. Bien podría ser por las desconexiones que tienen sus jugadores en los partidos de ida fuera de casa, como por ejemplo Dortmund 2013 o Wolfsburgo 2015, que buscan después arreglar en la vuelta (algo que no pueden hacer si la ida fuera en el Bernabéu, ya que jugar en tu estadio te obliga a estar 100% pendiente).
Con esto, los de Zidane tienen una oportunidad de oro para acabar con esa estadística ante el Manchester City. Desde 2002, cuando eliminaron al Barcelona en Champions, el madridismo no celebra un pase a la final en el Santiago Bernabéu.