Con cuatro mundiales, Italia siempre ha sido una de esas selecciones en las que se miraba España. Ese fútbol correoso, ordenado, serio y exitoso provocaba una envidia en el fútbol español, sobre todo cuando era aquella España de la furia. Italia era la interminable ganadora mientras que nuestra selección era la eterna perdedora.
Después de años de penuria y de lágrimas caídas, muchas de ellas causadas por esa 'odiada' Italia, España alcanzó a su espejo, jugando a todo lo diferente que propugnaban los azzurros, y lo hizo cambiando sus papeles. Unos bajaban y los otros subían. Los siempre derrotados conseguían dominar Europa, el continente que, en el fútbol, parecía dueño de Italia.
Pero, como si fuera una señal del destino, el fútbol ha querido cada vez unirlos más. Los grandes momentos de España vienen de partidos contra Italia (como los cuartos de la Eurocopa 2008 o la final de la Eurocopa 2012), pero también los fracasos. Ambas selecciones han tomado un camino muy similar en cuanto a trayectorias se refiere. España imita casi al 100% lo que Italia hizo cuatro años antes y eso es lo que quiere evitar el equipo de Del Bosque.
Trayectorias similares
Italia ganó el Mundial en 2006 y cuatro años más tarde lo hizo España. En el torneo que defendía corona, el de Sudáfrica, la selección transalpina cayó de forma humillante en primera fase, sin ganar ningún partido, con empates ante Paraguay y Nueva Zelanda y derrota ante Eslovaquia. Cuatro año después, los de Del Bosque imitarían a los de Lippi.
Cuando fueron a Brasil a defender el último Mundial, España también cayó en primera fase, haciendo el peor campeonato del mundo de la historia de la selección, con sonrojantes derrotas ante Holanda y Chile. España sí ganó al menos un partido, el intrascendente duelo ante Australia (3-0), algo que no hizo Italia.
Tras su Mundial ganado, y a pesar del cambio de Lippi por Donadoni en el banquillo, Italia siguió con su proyecto asentado e hizo un buen papel en la siguiente Eurocopa, la de 2008, donde precisamente fue España la que la eliminó en cuartos. Es ahí cuando cambia el ciclo exitoso italiano, salvado solo por su final de Eurocopa 2012, un hecho aislado en su trayectoria deportiva de los últimos años. Entre medias, dos Mundiales (2010 y 2014) en los que rozaron el ridículo.
El ciclo ganador de España no arrancó en un Mundial, sino en una Eurocopa, pero tras su victoria en Sudáfrica 2010 también repitió el camino de Italia de cuatro años antes: tras ganar el Mundial, hizo una buena Eurocopa (en este caso lo máximo, campeón) y nefasto Mundial.
En el apartado en el que sí se diferencian es en el de asentamiento del proyecto deportivo. Mientras España en estos años solo tuvo dos entrenadores, por Italia pasaron, en el mismo periodo, cuatro técnicos diferentes, repitiendo Marcelo Lippi en dos etapas diferentes. La inestabilidad ha llevado a la azzurra a ser un equipo en descomposición, que tocó fondo en el Mundial de Brasil.
Una Italia renovada y con ganas de revancha
De aquél equipo italiano que se coronó en Berlín el 9 de julio de 2006 solo quedan dos sobrevivientes: Andrea Barzagli, defensa de la Juventus, que apenas jugó un partido y medio en aquél Mundial y el eterno Gianluigi Buffon, titularísimo entonces y ahora.
La debacle del Mundial 2014 provocó que el seleccionador Prandelli y el presidente de la Federación, Giancarlo Abete, dimitieran al instante. Se abría una nueva etapa, con Antonio Conte. El extécnico de la Juventus cogió las riendas de la azzurra e hizo una fase de clasificación fue prácticamente impoluta, sin perder ninguno de los diez partidos jugados.
Liderados por la nueva hornada de jugadores, como Simone Zaza, Immobile, Verratti o Matteo Darmian, Italia recibe a España en Udine con el objetivo de decirle a Europa que están recuperados y que pongan su nombre como favorito para Francia.
El partido también servirá como revancha para una Italia que ha encontrado en España a su bestia negra, cambiando así la racha. Atrás quedan, entre otras imágenes, las lágrimas de Luis Enrique tras el codazo de Tassotti en el Mundial de Estados Unidos 1994. En los últimos ocho años, España e Italia se han enfrentado siete veces, ocho con la de este jueves y solo una vez ganaron los transalpinos.
El dato tan elevado de duelos entre ellos demuestra la rivalidad creciente que en los últimos tiempos han protagonizado estas dos selecciones, sobre todo por la irrupción de 'la Roja'. Cuando España apenas era nada, con fracaso tras fracaso en los ocho años anteriores a los mencionados, de 2000 a 2008, solo se habían enfrentado dos veces.
Bajas en una importante prueba
Sin un fijo como Busquets, Del Bosque tiene en este partido su última gran prueba para la Eurocopa. Parece claro que la defensa la compondrán Juanfran, Piqué, Sergio Ramos y Jordi Alba, con más dudas en la parte de ataque. ¿Morata o Aduriz en punta? Sin Diego Costa, parece que el delantero de la Juve tiene más papeletas de ser titular. La otra gran duda estará en la portería.
Si el técnico salmantino vuelve a apostar por Iker Casillas y Buffon se recupera de las molestias que tiene, se podrá vivir en el Stadio Friuli (20:45 horas) el último duelo (si es que no se enfrentan ya en la Eurocopa) entre los dos grandes porteros del siglo XXI. Será el morbo de un partido que pidió expresamente Conte, para medir el potencial de su selección.
El seleccionador italiano tendrá que reinventar su equipo, ya que no cuenta en defensa con dos titulares fijos como Chiellini y el mencionado Barzagli. También las ausencias de Verrati, De Rossi y Marchisio le hacen modificar el centro del campo. Arriba se espera que jueguen Graziano Pellé, Eder y El Shaarawy.