La solvencia de Raphael Varane oculta a veces su asombrosa precocidad: el espigado francés lleva cinco temporadas alternándose sin complejo alguno con Ramos y Pepe, pero tiene sólo 22 años. Esta temporada ha jugado más minutos que los otros dos centrales del Real Madrid; las lesiones de sus compañeros retrasan una de las decisiones pendientes de Zinedine Zidane: decidir si su compatriota está ya preparado para afianzarse definitivamente como titular en la defensa. La llegada de ‘Zizou’ pareció anunciar ese momento después de la confianza depositada en él por Rafa Benítez. Sin embargo, el central francés ha bajado su nivel precisamente cuando se perfilaba como el futuro líder de la defensa blanca.
El runrún del público, esa conciencia colectiva que radiografía la situación de su equipo cada semana, venía expresando desde Navidad que “Varane no está bien”. El Athletic tardó pocos minutos este sábado en descubrir la confusión del central, que falló en su cesión a Navas cuando se afanaba para desactivar otro pase al hueco de Beñat. El empate enfrió al Bernabéu y nubló al francés, que pocos minutos después vio su primera tarjeta amarilla y pasó el resto de la tarde (al igual que Sergio Ramos) siendo sistemáticamente superado por ese ariete descomunal llamado Aritz Aduriz.
Varane vio la segunda amarilla en el minuto 82 (por el mismo motivo que la primera: elevar un brazo en salto con Aduriz). La roja es discutible pero dolorosa: es la primera que ve en su carrera profesional el francés, uno de los centrales más limpios y elegantes del mundo, cuya punta de velocidad le permite anticiparse sin faltas ni choques a la mayoría de los delanteros.
Varane sufrió contra el ‘Pichichi’ bilbaíno en una tarde que confirmó una tendencia consolidada: como central derecho, en compañía de Ramos, está menos cómodo que compartiendo línea con Pepe (en el costado izquierdo). De cualquier manera, la expulsión será indudablemente recurrida: su posible baja en Málaga el próximo domingo, estando Pepe (y Marcelo) lesionados, agravaría la debilidad defensiva de un equipo que recibe demasiados goles y sólo muestra peores registros que el Athletic de Bilbao esta temporada en un capítulo: el número de remates recibidos.
La flojedad defensiva del equipo desnudó el proyecto de Benítez y la flojedad defensiva del equipo es la gran preocupación de Zinedine Zidane (además del estado físico de la plantilla). El Madrid mete muchos goles, pero también recibe; le superan el Málaga y el Villarreal en este aspecto. Carvajal y Sergio Ramos están, además, a una sola amarilla de la suspensión cuando quedan trece días para el derbi contra el Atlético de Madrid.
Varane ha jugado más que ningún otro defensa esta temporada y es líder del equipo en despejes, pero no está a tope. Zidane le defendió en la rueda de prensa posterior al partido: le seguirá pidiendo, dijo, “que juegue la pelota”. “Le pediremos cada vez más cosas”, añadió, “a no ser que cometa grandes errores”. […] “Lo importante de los errores es aprender a no cometerlos otra vez”. Varane tiene 22 años, no anda fino y falló este sábado (aunque la roja fue muy discutible). No hay tiempo para lamentarse: volverá a ser el centinela del equipo en el compromiso crucial del próximo miércoles. Un partido que puede marcar las sensaciones para el resto de la temporada.