La solemnidad de la rueda de prensa ofrecida el lunes por el presidente del Real Madrid en una sala VIP del Santiago Bernabéu demostró el impacto causado por los gritos de “¡Florentino, dimisión!” tras la penosa derrota del sábado contra el Barcelona. La Junta Directiva en pleno arropó al mandatario blanco en un acto que tuvo tanto de apoyo a Rafa Benítez (“tiene toda nuestra confianza y hay que dejarle trabajar”) como de diatriba contra la prensa y, en particular, aquellos periodistas “que tienen en la mentira su razón de ser con el objetivo de meterse conmigo y con el Real Madrid”. “Entiendo el malestar de los socios, pero pido apoyo a los jugadores”, enfatizó el dirigente, en el cargo desde 2009 (y antes entre 2000 y 2006).
No hubo advertencias a ningún futbolista ni menciones a la preocupante actitud de algunas estrellas, a pesar de la escasa motivación mostrada por determinados jugadores en uno de los partidos más relevantes (y caros para el espectador) de la temporada. Florentino Pérez rechazó de cuajo cualquier falta de compromiso (“una mala interpretación del partido”, replicó) y explicó la versión oficial del club sobre el mal estado del equipo: “La plantilla sufre un deterioro paulatino desde enero y se escogió precisamente a Rafa Benítez, por su trayectoria y experiencia, como figura capaz de reconducir esta situación […] No se arreglan los problemas de la noche a la mañana”.
Como ya había adelantado EL ESPAÑOL, el discurso del club es que Benítez tendrá “plenos poderes para poner a los jugadores que quiera”, aunque nunca, según Pérez, haya recibido sugerencias desde arriba.
REPROCHES A ANCELOTTI
Sin mencionar directamente a Carlo Ancelotti, el presidente blanco insistió varias veces en el “desgaste” o “deterioro” del equipo, que comenzó según sus palabras a comienzos de este año y no ha terminado de solucionarse. La directiva está convencida de que la permisividad del italiano con los jugadores está detrás de esta baja de tono físico y plantean la permanencia de Benítez, entre otros motivos, para no dar una victoria a un vestuario cuyos líderes pasan por su peor momento desde el affaire Casillas.
El “horrible” partido del sábado, continuó Pérez, se debió a un “cúmulo de factores” nada relacionados con la actitud, sino con jugadores que regresaban después de varias lesiones. El equipo adoleció de “falta de conjunción”, pero se trata de una “gran plantilla”.
CAMPAÑA ANTI-FLORENTINO
Varios periodistas recordaron al presidente merengue cómo en marzo pasado ratificó a Ancelotti, sólo dos meses antes de despedirle. Pérez negó categóricamente que hubiese ratificado al técnico italiano y mencionó un artículo de prensa que “había querido desmentir” sobre una presunta salida inmediata si el equipo perdía un partido. Resultó chocante la contundencia (y los minutos) que dedicó el dirigente a criticar a los medios de comunicación. Prometió, de hecho, un cambio de estrategia, “dado que la culpa también es mía”, y aseguró que “hablará mucho más” para impedir que se “perturbe la estabilidad institucional del club […] desestabilizada todos los días” por ciertos medios de comunicación.
Florentino Pérez aseguró varias veces que hay “una campaña en su contra y en la del Real Madrid” y repitió que “a partir de ahora no lo voy a consentir”. “Se dicen muchas mentiras”, con lo que el presidente merengue, en el futuro, “hablará mucho más y comunicará en persona” a los socios y aficionados. “Algunos periodistas siguen consignas que no responden a ningún código de conducta”, afirmó; “me molestan todas las criticas, pero sobre todo las que son mentira”.
GRITOS EN EL BERNABÉU
Los gritos a favor de la dimisión del presidente fueron también analizados: “Es cierto que los coreó mucha gente después”, reconoció Pérez, pero “siempre empiezan los mismos”, en referencia a los ultras. Los socios fueron citados en varias ocasiones durante el acto como “dueños” del club y son merecedores de “todo el respeto”, dijo el presidente, que les pidió “ayuda” para que los aficionados radicales no entren más en el estadio.
A pesar de que fuentes del club habían admitido a este periódico la posibilidad de convocar elecciones si Rafa Benítez no logra reconducir la situación, Pérez negó haber siquiera pensado sobre la posibilidad de convocar elecciones anticipadas (las siguientes están previstas para 2017). “Entrenar aquí es un trabajo con mucha presión”, concluyó el presidente, “porque hay muchos buenos jugadores y la convivencia no siempre es fácil”.
Florentino Pérez se refirió en muchas ocasiones al “nivel de exigencia” que observa en torno a sí mismo y al equipo, “muy superior al de otros clubes” (citó el 0-4 del Madrid al Bayern de Múnich en abril de 2014 o el 4-0 del Athletic Club al Barça este verano). Bien es cierto que él mismo gusta de afirmar que el Real Madrid es un club “único, en el que existe la obligación de ganar títulos todos los años”.