La batalla final en Picón Blanco acaba con el irlandés Edward Dunbar imponiéndose a los favoritos con una ascensión brillante. Por detrás, a siete segundos, cruzó la meta un Enric Mas que se queda a nueve segundos en la general del subcampeonato que ahora mismo retiene O'Connor.
Roglic mantiene su ritmo infernal en el último tramo de la etapa y amplía su ventaja con el australiano. El esloveno deja La Vuelta vista para sentenciar en Madrid. El perfil de la penúltima etapa, un sube y baja constante, estimulaba al público y a los propios ciclista. La jornada, mastodóntica camino del Picón Blanco, era catalogada de vital por los corredores.
"Esta etapa es definitivamente la victoria más dulce. Dije después de ganar en Padrón la semana pasada que nunca imaginé ganar una etapa de un gran vuelta de la manera que lo hice. Lo que siempre soñé era ganar en la cima de un puerto", aseguró Dunbar en meta. Roglic iniciaba la etapa como maillot rojo y con la misma indumentaria puesta, aunque por el camino tuvo que superar ciertos obstáculos.
Pronto perdió a cuatro compañeros cuando restaba más de media etapa, intoxicación mediante. Ineos lo aprovechó y movió ficha. Tomó el mando y elaboró la fuga. Los hombres de Mikel Landa se encargaron de cambiar el escenario de la etapa en el ascenso del Puerto de Tornos (1a, 11,3 km al 6).
El ciclista alavés probó con un primer ataque que sirvió para anular la fuga a 32 km de meta y seleccionar el grupo que se iba a disputar la etapa, donde no estaban Skjelmose y Carlos Rodríguez. Pasó los Tornos con 25 segundos de adelanto el francés Sivakov, perseguido por Landa, Mas, quien se llevó 4 segundos de bonificación, Roglic, Carapaz, Mas, O'Connor, Gall, Dunbar, Gaudu, Sivakov y Lipowitz.
Jay Vine sumó 2 puntitos que le dieron definitivamente el maillot de la montaña de la Vuelta 2024. El Alto de Picón Blanco (1a, 7,9 km al 9,1 de promedio con rampas del 17, iba a ser el último juez de la Vuelta. Subida dura que salva 761 metros hasta la cúspide situada a 1.521 metros. Tras el paso por Espinosa de los Monteros, ambientada con sus fiestas, Sivakov, décimo de la general, abría carrera con 1 minuto a 8 km de la pancarta final.
El ciclista de padre ruso y madre francesa, y francés desde que descartó ser ruso por la invasión de Ucrania, claudicó por la presión de Dunbar, quien se marchó del grupo principal a 4,9 km de la llegada. Ambos rodaron juntos un par de km, mientras por detrás Roglic probaba a sus rivales en 2 ataques.
El irlandés se quedó al frente a menos de 3 de la última línea, y ya resistió con fuera y coraje hasta levantar los brazos domo vencedor en Picón Blanco. Era el doblete en la Vuelta, su cuarta victoria profesional. En el sector de la alta jerarquía lo intentó Landa de lejos, sin éxito. Roglic se dedicó a rodar junto a sus rivales directos viendo que Dunbar ya le había birlado la etapa.
Sin espacio por delante, quemaron las naves, a la desesperada por las plazas secundarias del podio Enric Mas y Carapaz, ambos interesados en alejar a O'Connor. El balear aún pudo arañar unos segundos y quedarse a 9 del australiano. Carapaz no estuvo a la altura de sus necesidades en la general, y O'Connor, siempre sufriendo, logró llegar a Madrid con el podio bastante asegurado y opciones de ser segundo. Los alicientes en Madrid serán esos. El cronómetro pondrá a cada uno en su sitio.