Óscar Pereiro (Mos, 1977) se define a sí mismo como ciclista de siempre. De esos que llevan la velocidad y la grasa de la cadena en las venas desde que se levantan hasta que se acuestan. A pesar de que se retiró del profesionalismo hace casi 14 años, al concluir La Vuelta de 2010, el gallego no ha llegado a bajarse nunca de la bicicleta.
Su amor por las dos ruedas va mucho más allá de la competición. Sin embargo, reconoce que necesita 'picarse' con algo o alguien para seguir sintiendo la motivación de salir a pedalear todas las semanas. Por ello, se embarca en proyectos como el que realizará del 28 de abril al 3 de mayo junto al equipo Kosner-Saltoki Home.
La gran factoría española retorna con la empresa que estrenaron durante el 2023: correr la Titan Desert Morocco, la prueba de mountain bike más dura del mundo, con un equipo de clientes y empleados. El año pasado fueron 39 y este curso serán 62. Sin embargo, cada edición van dando un pasito más y van llenando de estrellas su ambicioso reto.
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Si el año pasado estaba al frente de esta aventura Miguel Induráin, el navarro contará en esta edición con el apoyo de un equipo de lujo formado por su hermano Pruden, por Sylvain Chavanel, por Luis León Sánchez y por el propio Óscar Pereiro. El campeón del Tour de Francia del año 2006 habla con EL ESPAÑOL para analizar cómo ha surgido este proyecto y cómo espera que sea para él una prueba que ya conoce.
Y es que Pereiro ya ha corrido la Titan Desert en dos ocasiones. Sin embargo, esta vez será especial, ya que lo hará al lado de su ídolo. Quien fuera su motivación para salir con la bicicleta cuando era un niño volverá a serlo ahora, una vez ambos están retirados y tras haber salido victoriosos de los Campos Elíseos de París. Además, Pereiro afronta este reto en un bonito momento personal, ya que acaba de ser padre, al igual que ya le sucedió anteriormente cuando se propuso probar la arena del desierto de Marruecos. Así espera y así prepara Óscar Pereiro su tercer asalto a la Titan Desert Morocco.
¿Cómo surge para ti el proyecto de la Titan Desert con el Kosner-Saltoki Home?
Por la amistad que tengo con Agus, el director del equipo. Me lo comentó y me dijo que si estaba interesado en volver. Me presentó todo el proyecto y en el momento en el que me dio el nombre de Miguel, de Luisle y de Pruden pues me animé un año más a tener un reto que me sirve para obligarme a montar en bici. No fue difícil convencerme, la verdad, porque es una experiencia muy guapa y volver me hace mucha ilusión.
¿Cómo va a ser para ti compartir equipo con una leyenda como Miguel Induráin?
Es compartir equipo con el que fue tu ídolo, con el culpable de que fueras ciclista profesional, el culpable de que salieras a entrenar cada día. Es bonito. Yo tengo la fortuna y la suerte de decir que he coincidido mucho con él en eventos que hacemos como embajadores de marcas, pero siempre que estoy con él, tengo la sensación de que estoy con el mito que al que siempre he seguido. Entonces estoy muy emocionado. Sientes algo diferente cuando estás con Miguel y poder compartir equipo con él es la leche.
¿En qué punto de forma estás y cómo va a ser tu preparación?
Bueno, nunca estoy mal porque al final si no monto en bici, pues corro a pie y siempre hago deporte. Pero es verdad que una cosa es montar en bicicleta para hacer un reto y otra cosa es hacer la Titan Desert. Ahora, lo ideal es mínimo salir cinco días a la semana en bicicleta. Empezar con bicicleta de carretera poco a poco y después alternar algún día con la bici de BTT. Pero mi idea es llegar de aquí al mes de abril, antes del inicio de la Titan Desert, después de haber hecho unos 4.000 o 5.000 kilómetros más o menos.
¿Vas a hacer alguna carrera en este tiempo o vas a hacer algún plan con el equipo? En poco tiempo tenéis la concentración de Cambrils.
Haré la Vuelta a Ibiza BTT que es a finales de marzo. Eso ya te da un puntito ahí de competición. Y fuera de eso, pues sabiendo que estoy ya metido en este lío, pues igual hago alguna prueba maratón en Galicia. Eso me lo anotaré, pero simplemente para hacer un entrenamiento de calidad con un dorsal.
Para los deportistas de élite y para los ciclistas de primer nivel, ¿esa chispa en la competición se mantiene durante toda la vida?
Sí, sí. Porque tú puedes estar mejor o peor, pero yo te puedo asegurar que cualquiera que fue ciclista profesional, por lo menos en mi caso, cuando tú me veas en la clasificación que estoy el 394, es porque no puedo acabar en el 393. Esto es así. Otra cosa es que tengas en el día a día la mentalidad para entrenar y cuidarte y hacer las cosas bien para intentar ganar. Pero cuando te pones un dorsal la verdad es que te picas hasta con tu sombra. Eso yo creo que lo vas a tener toda la vida. A mí me pasa corriendo a pie que yo prefiero salir con alguien que me acompañe, porque así sé que voy a su ritmo. Porque si voy solo voy peleando contra mí mismo todos los días y al final nunca disfruto de nada porque lo hago todo a tope.
¿Qué recuerdos tienes de las Titan Desert que has hecho? ¿Crees que te vas a encontrar algo un poco diferente o alguna nueva experiencia?
La experiencia es increíble. Yo a todos mis amigos y a toda la gente que me pregunta les digo que todas las personas en esta vida que puedan deberían hacer una Titan Desert para probar algo diferente, para probar un reto complicado. Es un reto a nivel psicológico. Es muy duro. Me imagino que habrá cambiado algo porque han pasado nueve años y por lo tanto hay cosas como la tecnología que van cambiando. Evidentemente, todo evoluciona, pero no deja de estar en Marruecos. Yo creo que la esencia no ha cambiado por eso. Y por lo que me comentan es así. O sea, lo que es el tema de campamentos es increíble, por ejemplo. Para mí la gran diferencia puede ser el campamento.
Vemos a ciclistas como por ejemplo Alejandro Valverde que no se han bajado de la bicicleta a pesar de haberse retirado y otros que casi le cogen odio, ¿cómo ha sido tu relación con la bicicleta desde que te retiraste?
He tenido de todo porque me retiré de la bici y empecé a jugar al fútbol. Por lo tanto, durante dos años casi no montaba en bici. Después empecé a montar un poco más y ahora ya desde hace años, como embajador de Trek que soy, pues al final tengo eventos en bicicleta casi siempre. Hay años que estoy mejor, años que estoy peor.
Si Alejandro Valverde se pone a competir en cualquier prueba profesional no sé si estaría para disputar, pero rendiría a un nivel altísimo.
Este año probablemente sea un año en los que esté bien porque tengo retos por delante y por lo tanto voy a montar en bici más a menudo y estaré bien, pero no estoy al nivel de Alejandro Valverde. Me gusta sufrir encima de la bicicleta dentro de una condición física de una persona que está retirada. Alejandro podríamos decir que lleva vida de profesional, camina como un profesional y ahora mismo, si se pone a competir en cualquier prueba profesional, pues estaría, no sé si para disputar, pero estaría a un nivel altísimo.
Sois muchos los especialistas de la carretera que termináis en estas pruebas. ¿Cómo ha sido tu relación con la arena y con la bici de montaña?
Bien porque yo desde pequeño hacía ciclocross y hacía mountain bike. Por lo tanto, de alguna manera es una historia que domino y que no se me da mal. Soy un corredor habilidoso desde siempre y en ese aspecto no tengo problemas. Es más complicado el tema de la navegación, que no sé navegar, es la puñetera realidad. Meteré el track, que ahora sí que llevo un GPS y esas cosas. Pero lo ideal ahí cuando vas tan perdido como voy yo es seguir a los que van delante y confiar en que ellos te lleven a la línea de meta. Pero la arena no me da miedo, la verdad.
Para un deportista de élite que siempre está acostumbrado a competir al máximo, ¿cómo crees que va a ser meterte en un proyecto como este con 62 compañeros que al fin y al cabo no son profesionales? ¿Tendrás que cambiar ese chip que tenías de cuando eras profesional e ibas a pelear un Tour de Francia porque ahora vas a otra cosa?
Por fortuna yo ese chip ya lo tengo cambiado. Yo entiendo que parte de nuestra misión en la Titan Desert es aconsejar, acompañar, animar a todos a terminarla y evidentemente después a disfrutarla nosotros. Pero yo creo que por lo menos Miguel y yo, que ya llevamos años retirados y haciendo este tipo de cosas, sabemos cuál es una parte de nuestra misión y por la cual vamos.
Nuestra misión en Marruecos es ayudar al equipo y hacer grupo.
Luisle probablemente vaya a disputar la carrera. Pruden es novato, pero de alguna manera también tiene experiencia. También puede aportar muchas cosas. Pero en nuestro caso sabemos que vamos a intentar deportivamente disfrutar y hacer el resultado que nosotros podamos dentro de nuestras posibilidades. Pero sabemos cuál es la parte B también de nuestra misión en Marruecos que es ayudar al equipo y hacer grupo.
Para terminar, ¿te marcas algún objetivo?
Hoy no, pero probablemente a medida que vaya a acercarme a la prueba, según el estado de forma... Evidentemente, voy a intentar ir lo más rápido que pueda. Si todo va bien, tengo tiempo y demás, pues llegaré decente como para poder disfrutar, para estar en el grupo de ganar no, pero para estar cerca y disfrutar sí.