La Vuelta 2023 al fin está en marcha. La larga espera que han vivido los aficionados, impacientes por poder ver en la última gran vuelta de la temporada a actores de la talla de Primoz Roglic, Jonas Vingegaard o Remco Evenepoel, terminó en el momento en el que los ciclistas comenzaron a tomar la salida en la contrarreloj por equipos que tuvo lugar este sábado en Barcelona.
Esta primera jornada tuvo, sin embargo, un invitado inesperado, o incluso un par de ellos podría decirse. Después de tantos días de sequía en plena ola de calor la lluvia hizo acto de presencia en Barcelona justo el mismo día en el que empezaba La Vuelta por las calles de la ciudad condal, y eso incomodó a los corredores en los casi 15 kilómetros que tuvieron que recorrer en esta contrarreloj por equipos inicial.
Sin embargo, el principal inconveniente con el que se encontraron los últimos conjuntos que tomaron la salida a última hora de la tarde fue la falta de luz. Pese a que es habitual que en Barcelona oscurezca en torno a las 20:45 horas en esta época del año, las nubes encapotaron de una forma increíble el cielo y restaron luz natural en las últimas horas de día, haciendo que anocheciera mucho antes de lo previsto.
El alumbrado artificial de la ciudad, además, no pudo hacer su trabajo de manera correcta y eso hizo que las calles también estuvieran más oscuras de lo debido al paso de los últimos ciclistas. Los sensores de luminosidad que tienen las farolas de Barcelona y el temporizador, que se activaba más tarde, hizo que gran parte del alumbrado de la ciudad estuviera apagado cuando ya era prácticamente de noche.
Sobre esta circunstancia se quejaron algunos corredores, favoritos en la clasificación general, como Juan Ayuso o Remco Evenepoel. El más crítico fue precisamente el belga, vigente campeón de La Vuelta, que decía que "no se veía una mierda" y que "no somos monos en el circo". El español, por su parte, dijo que "no se veía absolutamente nada" y que no entendía el horario.
Críticas y silencio
Si bien es cierto que algunos de estos corredores que salieron a competir con la noche ya cayendo en Barcelona se quejaron amargamente, otros, sin embargo, no quisieron poner excusas y pasaron por alto este tema.
El equipo Movistar Team fue uno de los últimos en tomar la salida, por lo que corrió en igualdad de condiciones que el Soudal - Quick Step de Remco Evenepoel, y su líder, Enric Mas, no comentó nada al respecto de esta circunstancia en el momento de atender a los medios nada más llegar a la línea de meta.
El ciclista mallorquín y el conjunto telefónico fueron una de las grandes sorpresas, al margen de la victoria del DSM, de esta primera jornada de La Vuelta que ya ha dejado la primera polémica de la carrera, algo de lo que parece que nunca está exento el ciclismo.