El mundo del ciclismo se ha teñido de luto tras conocer la triste noticia del fallecimiento de Federico Martín Bahamontes (Santo Domingo Caudilla, 1928) a los 95 años. Esto supone el adiós a una de las grandes leyendas del deporte español. El toledano fue el primer corredor de nuestro país en conseguir ganar el Tour de Francia en 1959. Una triste pérdida que deja huérfano al mundo de la bicicleta.
Bahamontes se convirtió en una de las grandes figuras del ciclismo. Su carisma encima de la bicicleta y su perfil de escalador le convirtieron en uno de los mejores corredores de su época. Apodado con el sobrenombre de 'El Águila de Toledo', ha fallecido este martes a los 95 años de edad, según ha informado el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez.
A lo largo de carrera, Bahamontes logró 74 victorias como ciclista profesional, siendo la más destacada el Tour de Francia, donde también ganó seis veces el premio de la montaña. Velázquez, a través de sus redes sociales, ha informado también de que el Ayuntamiento de Toledo ha decretado dos días de luto oficial.
'El Águila de Toledo' se convirtió rápidamente en una de las grandes figuras del ciclismo y del deporte patrio. Su pundonor encima de la bicicleta le llevó a alcanzar metas nunca antes logradas en nuestro país, por lo que rápidamente se convirtió en un auténtico ídolo en España por aquel entonces.
Tal fue su reconocimiento por sus gestas sobre la bicicleta que el Tour de Francia le dedicó un homenaje justo cuando la carrera cumplía su centenario. Fue en 2013 y la organización de la ronda gala quiso reconocerle oficialmente el mejor escalador de la historia de la competición.
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Escalador de época
Federico Martín Bahamontes se convirtió en ciclista por casualidad. Fue con 19 años cuando empezó su aventura en este deporte y en 1953, a los 25, cuando dio el salto al profesionalismo. A partir de ese momento, 'El Águila de Toledo' comenzó a hacerse un nombre dentro pelotón.
Fue en 1954 cuando comenzó su relación con el Tour de Francia. En su primera participación, Bahamontes ya dejó presente su idilio con la carrera francesa, alzándose con el primero de sus seis maillots de líder de la montaña. Una gesta que repetiría en 1958, 1959, 1962, 1963 y 1964.
Rozó también la victoria en la Vuelta a España de 1957 tras acabar segundo en aquella edición, siendo su mejor resultado en ella. Sin embargo, el momento culmen de su carrera llegó en 1959 cuando se alzó con la victoria final en el Tour de Francia. Esto supuso un triunfo sin precedentes en el deporte de nuestro país, justo en un momento donde apenas destacaban atletas fuera de nuestras fronteras.
Rozó con la yema de sus dedos la victoria en la ronda francesa en dos ocasiones, terminando segundo en la edición de 1963 y tercera en la de 1964. Además, 'El Águila de Toledo' se llevó también siete triunfos de etapa, prácticamente todos ellos en grandes etapas. Unos números que le llevaron a convertirse en leyenda del Tour de Francia.
Durante su presencia en el Tour de Francia, Bahamontes se enfrentó a algunos de los mejores ciclistas de la historia, haciendo que su leyenda se incrementase más si cabe. Jacques Anquetil o Raymond Poulidor fueron algunos de ellos, dejando memorables momentos en la ronda gala.
En su palmarés también destacan la victoria en el Campeonato nacional de ruta de 1958. Además, alzó los brazos en la Vuelta a España al lograr tres victorias de etapa y en el Giro de Italia, donde consiguió una. No menos destacables son sus triunfos en la Vuelta a Asturias o las numerosas veces que ganó la Subida a Arrate.
La última de sus 74 victorias, antes de colgar la bicicleta, fue en la Escalada a Montjuic (Barcelona), el 12 de octubre. Ya retirado -sólo volvió a montar una bicicleta en público en un homenaje fúnebre al conquense Luis Ocaña, ganador del Tour de 1973 que falleció en 1994- Federico se centró en gestionar su tienda de bicicletas y ciclomotores en Toledo desde 1966 hasta que cerró en 2004, y se convirtió en organizador de la Vuelta a Toledo durante 50 años, hasta 2015.