El ciclista Guillaume Martin se mostró preocupado por el ascenso de las temperaturas de los últimos tiempos en el planeta y puso de relieve la importancia del cambio climático. El francés, siempre muy preocupado por los temas sociales, apuntó en una entrevista al complicado clima que, cada vez más, afrontan en el pelotón en las carreras que se disputan en pleno verano.
En una entrevista con el portal web Reporterre, el corredor galo alegó que cada vez es más complicado realizar competiciones durante los meses calurosos. Habló claro y, de hecho, puso dos ejemplos claros. En uno de ellos se refirió a su experiencia en La Vuelta a España del pasado 2021, donde el mercurio sobrepasó con creces los 30 grados durante varios días, y en otro mostró sus serias dudas de que el Tour de Francia, que se disputa en el mes de julio, pudiera seguir celebrándose en los próximos años.
"Últimamente nos damos cuenta de que en nuestro mundo desordenado va a ser cada vez más difícil hacer deporte. En el ciclismo, esto plantea la cuestión de la organización de carreras en algunas épocas del año. No estoy seguro de que el Tour de Francia se pueda seguir celebrando en julio", aseveró Martin en unas duras declaraciones.
El corredor del equipo Cofidis se explayó en su explicación: "De ello depende la salud de los corredores y los espectadores. Con las consecuencias del cambio climático, nos vamos a enfrentar a problemas vitales como el hambre. ¿Entonces las carreras de bicicletas seguirán siendo nuestro foco?", se preguntó el francés.
Calor en La Vuelta
Guillaume Martin, uno de los corredores más destacados de Francia y un ligero escalador que suele codearse con los mejores de la clasificación general en las grandes carreras, también quiso poner un ejemplo concreto. El licenciado en filosofía y autor de dos libros, apuntó directamente a su experiencia en la Vuelta a España del pasado 2021, donde hubo unas temperaturas muy elevadas.
"Recuerdo especialmente la Vuelta a España de 2021. Durante varios días habíamos pasado un calor increíble, sobre todo en el sur de España. Recuerdo una etapa en la que, durante cinco horas, mi velocímetro no bajó de los 33 grados. Incluso llegamos a los 39 grados a medida que subíamos en altitud", espetó Guillaume Martin en relación a las complicadas circunstancias climatológicas.
Además, también confesó que en algún momento pensó en bajarse de la bicicleta para evitar tanto sufrimiento: "Por un momento me pregunté qué estaba haciendo allí, con esfuerzos extremos en temperaturas extremas, mientras que las autoridades aconsejaban a la población permanecer enclaustrada en sus casas con las persianas cerradas".
En la misma línea, Guillaume Martin criticó la cantidad de coches que arrastra una gran carrera en la caravana: "Es necesario modificar la forma en la que organizamos estas grandes competiciones. ¿Necesitamos tantos coches en una carrera ciclista, un tráiler publicitario tan largo delante? Necesitamos entretenimiento, pero probablemente podamos entretenernos de una manera más razonable", finalizó.