Final polémico en la 16ª etapa de La Vuelta entre Sanlúcar de Barrameda y Tomares. El día había sido tranquilo para los favoritos, pero los últimos tres kilómetros estuvieron marcados por la tensión. Roglic atacó y Remco Evenepoel pinchó. El esloveno llegó al esprint junto a Pedersen, Ackermann, Van Poppel y Wright, pero hizo el afilador con este último y se fue al suelo haciéndose daño en toda la parte derecha de su cuerpo.
La victoria fue para Mads Pedersen, segunda victoria parcial para el danés del Trek-Segafredo, pero lo importante estaba en la clasificación general. Remco Evenepoel llegó a 03:08 del ganador y a 03:00 del resto de favoritos. Sin embargo, consiguió mantener el maillot rojo de líder al considerar los jueces que su pinchazo estaba dentro de los 3 últimos kilómetros de una etapa catalogada como llana.
La polémica regla dice que cualquier ciclista afectado por una caída o una avería técnica dentro de los 3 últimos kilómetros de una etapa llana no perderá tiempo de cara al general y se le dará el tiempo del pelotón o grupo principal. El líder, Evenepoel, sabía esto y por eso se relajó a pesar de pinchar. Mientras, Roglic, 2ª en la clasificación, arriesgó para recortar la distancia y pagó caro su osadía. Al final, el más perjudicado fue el valiente.
Cierto es que Roglic también se benefició de esa regla, al haberle dado los jueces el tiempo del grupo delantero y no los 53" de pérdida a los que entró de Pedersen tras su fuerte caída, pero el esloveno sería igualmente líder a pesar de ello. El pinchazo en la rueda trasera de Remco Evenepoel fue en el momento propicio, ya que no gastó ni un ápice de fuerza y solo perdió 8" con el tiempo final de Roglic.
Tras la decisión de los jueces, Evenepoel es líder con 1:26 sobre Roglic y 2:01 sobre Enric Mas. El belga contó en esta ocasión con la suerte del campeón. El Jumbo-Visma ha informado de que, a pesar del duro golpe, Roglic no sufre ninguna lesión de gravedad y podrá seguir en carrera con normalidad.
Son varios los ciclistas o exciclistas que se han manifestado públicamente en los últimos tiempos a favor de que la polémica regla de los últimos 3 km se amplíe a los 5 o incluso a los 10. Por otro lado, esta norma quita emoción a una gran parte de las etapas. Seguridad contra espectáculo una vez más.
La llegada a Tomares tenía las suficientes pendientes como para no haber sido considerada como etapa llana, sin embargo, la decisión de la organización ha sido clave para el devenir de La Vuelta. Remco Evenepoel no fue el único que pinchó dentro de la considerada distancia de seguridad, ya que Alejando Valverde también lo hizo. El murciano ha desvelado al término de la etapa que un juez dijo al belga: "Tranquilo, Remco". Esto motivó que el ciclista del Quick-Step no se preocupara por el tiempo perdido en meta.