Hay un extraterrestre en este Tour de Francia que se llama Tadej Pogacar. En el primer tramo de pavé del día dejó claro que iba a estar siempre adelante. Alberto Bettiol le miraba diciendo: "¿En serio?". Era una amenaza que iba a cumplir en el octavo, cuando se iba con Jasper Stuyven. No alcanzaron a los escapados, donde Simon Clarke y Taco Van der Hoorn se jugaron al esprint, con foto finish incluida, una etapa en la que hay un claro perdedor: Primoz Roglic.
Habrá que ver el resultado de la resonancia que le hagan, ya que sufrió una aparatosa caída después de que una moto moviera una alpaca que delimitaba la carretera y él se chocase con ella. La etapa que simulaba la Paris-Roubaix, el infierno del norte, no defraudó. Arenberg dio un espectáculo en el que Wout Van Aert fue revisor y llevó a Jonas Vingegaard a que entrase a 13 segundos de Pogacar. Con el danés también fueron otros favoritos como Aleksandr Vlasov, Geraint Thomas, Enric Mas o Guillaume Martin.
David Gaudu, Adam Yates, Jakob Fulslang, Rigoberto Uran y Damiano Caruso entraron en ese grupo general del que tiraron los Jumbo para minimizar daños. Los damnificados del día, además de Roglic, que entró a 1:58 de Pogacar, Ben O'Connor, que lo hizo a 3:21 junto a Chris Froome, y Bob Jungels, que entró siete segundos después. El abandono del día lo protagonizó Jack Haig, que deja a Bahrain sin uno de sus líderes.
A pesar de que renunció a todo por trabajar por sus compañeros, Van Aert salvó el amarillo. Ahora tiene una ventaja de 13 segundos sobre Neilson Powless y 14 sobre Edvald Boasson Hagen, dos corredores que habían estado en la escapada, con Pogacar sentado cuarto a 19 segundos. Bastante hizo ante este joven extraterrestre que voló en un terreno diabólico, con 11 sectores empedramos, con 20 kilómetros de longitud.
En un día que se presentaba complicado, dado que en la víspera de la salida de Copenhague, perdió a Matteo Trentin por Covid-19, que era el gran especialista del UAE en este terreno. Pero en los adoquines se manejó con una autoridad primorosa. Siempre en cabeza del grupo principal. A falta de 16 kilómetros, abandonó a sus compañeros y se quedó solo con Jasper Stuyven. Es un aviso a navegantes, ya que el esloveno se presenta como el gran capo varios pasos por delante.
"Ha sido un buen día para mí, no he tenido mala suerte, me sentía bien en los pavés, en el final he estado fuerte y he podido dejar a los otros favoritos, he acelerado, me sentía bien. Eso me da confianza, es un plus de motivación. Tengo buenas sensaciones físicas. Pero ahora tengo ganas de que llegue la montaña. Esta etapa es un poco diferente, los adoquines y la contrarreloj no son mis especialidades, pero he sabido aprovecharlas", dijo tras la etapa.
Las "carreras locas", como se han denominado las primeras etapas del Tour 2022, ya han terminado. La sexta etapa del jueves, la más larga del Tour de este año con 219,9 kilómetros, lleva al convoy hacia el sur hasta Longwy en Meurthe-Moselle, como preludio del primer final en cumbre del viernes en Super Planche des Belles Filles. Allí el duelo que mantuvieron Pogacar y Roglic no será tan ajustado como el día de la crono que encumbró al más joven.
Mas salva el día
"Muy, muy, muy contento", ese es el balance que hacía Enric Mas tras salvar el día. La realidad es que era una etapa complicadísima para él. También es impepinable que sin los Jumbo, habría perdido más tiempo. Siempre estuvo protegido por Imanol Erviti. El español con más opciones en este Tour sale de la contrarreloj y esta etapa de pavé con una desventaja de poco más de un minuto con Pogacar. Poco a poco se acerca el terreno que le viene mejor.
"Nos hemos librado de todas las caídas, estoy muy contento. A mitad de etapa, en los primeros tramos de pavé, hemos tenido un problemilla, con dos corredores que se han cortado de la primera parte del pelotón delante de mí. Gracias al equipo hemos pasado bastante bien los siguientes tramos, y entre nuestro equipo y Jumbo hemos cerrado el hueco con muchos de los favoritos, salvo Pogacar, que no ha llegado muy lejos porque incluso le veíamos al final. 13” es poco comparado con lo que hubiese podido ser", remarcó.