Los incendios están siendo protagonistas en este inicio de verano de 2022. Los bomberos forestales y todos aquellos que trabajan para las instituciones autonómicas y provinciales se convierten en héroes para muchos ciudadanos después de conseguir salvar sus casas o sus terrenos. Algunos lo fueron antes. José Ramón Uriarte levantó del sofá a los seguidores del ciclismo y se hizo un nombre siendo uno de los gregarios de lujo de Miguel Induráin. A sus 55 años, lucha contra el fuego en Navarra.
Está siendo uno de los héroes contra los incendios que asolan la comunidad foral, en concreto se sitúa en la zona de Ujué. Allí hace turnos de 12 horas junto con otros compañeros para impedir que los fuegos sean tan devastadores como el ocurrido en la Sierra de la Culebra, provincia de Zamora, durante la semana pasada. El natural de Igorre estuvo siete años en el equipo Banesto que tocó la gloria del ciclismo bajo el liderazgo de Eusebio Unzué y José Miguel Echávarri.
Los aficionados vascos no tardaron en reconocer a Uriarte en una imagen suya que comenzó a viralizarse en las redes sociales, acompañado de la manguera y con un paisaje quemado de fondo. Es bombero de profesión desde hace dos décadas, algo que muchos no sabían porque le habían perdido la pista tras su retirada en 1999. José Ramón acompañó a Induráin en cuatro de los cinco Tour de Francia, así como en uno de los dos Giro de Italia en los que se vistió de rosa.
Como si se tratara de una contrarreloj por equipos, los bomberos vascos que han acudido a Navarra se relevan en las tareas de extinción. Uriarte se combina con sus compañeros durante esas jornadas de 12 horas que Mertxe Labrador desveló con un vídeo y una foto del exciclista en su cuenta de Twitter. El director deportivo del Movistar Team y exciclista 'Chente' García Acosta le reconocía su labor: "El gran gregario lo es para toda la vida. Grande Joserra. ¡Un crack!".
Durante su carrera consiguió más éxitos que los logrados como gregario. Tiene victorias en las vueltas a Mallorca y los Valles Mineros, así como éxitos en ls trofeos Luis Ocaña y Agostinho. En su día fue una gran promesa del ciclismo vasco, destacando el equipo Baqué. De ahí pasó en 1990 al Banesto hasta 1997. Después continuó dos años más en el Festina hasta que se retiró. Si antes su misión era caldear las etapas para que Induráin rematase, ahora es domar lenguas de fuego.
Siempre que puede sigue montando en bicicleta, cuando su trabajo como bombero se lo permite. Siempre se le dio bien ayudar a los demás y ahora lo demuestra con su labor en Navarra contra uno de los incendios activos más peligrosos en España. Su relación con Induráin ya no es la que era por las vidas tan diferentes que llevan, pero ahora ha ido hasta su tierra para luchar contra los fuegos que amenazan al país.