Lance Armstrong ha vuelto a la escena pública por culpa de una nueva acusación de dopaje. En este caso no ha sido por el uso de la química, si no de la tecnología. Las dudas que había sobre el uso de un motor durante una bicicleta han vuelto a surgir después de que Jean-Pierre Verdy, antiguo jefe de la Agencia Antidopaje Francesa, haya sugerido en dos entrevistas en la última semana en Francia que el ciclista norteamericano empleaba un sistema para aumentar su rendimiento.
La carrera del que en su día ganara siete Tour de Francia, hasta que en 2013 la Unión Ciclista Internacional hizo efectiva su sanción de por vida y anuló su palmarés desde 1998, ha estado marcada por esa confesión de dopaje desde que admitió que había consumido sustancias prohibidas. Hasta entonces, su ejemplo de superación por haber salido adelante después de su cáncer de testículo y su forma de competir dando un espectáculo sinigual acaparaba todo el protagonismo.
Su retirada en 2005, tras el séptimo Tour, fue un paso a un lado cuando algunos pensaban que podía seguir haciendo historia. Eso sí, las dudas que había sobre su carrera y algunas declaraciones que incendiaban estos rumores se incentivaron en ese tiempo, por eso, y por su gen competitivo, en 2008 decidió que volvería a correr en la siguiente temporada con 'La Grande Boucle' como el objetivo principal con Astana, equipo que dirigía Johan Bruyneel y donde corría Alberto Contador.
La rivalidad que se creó entre estos dos corredores fue notoria durante esa edición del Tour, donde el español se erigió como el más fuerte y superó al norteamericano, que solo pudo ser tercero. Pero lo más curioso de esa temporada llegó en la Vuelta a Castilla y León. Ahí sufrió una caída que pudo poner en riesgo el resto de la temporada. En la primera etapa, pasando por la localidad de Antigüedad, en Palencia, se rompió la clavícula. Consiguió recuperarse y participar en el Giro y en el Tour, pero en este pueblo nunca se olvidarían de él.
El monumento
La Asociación Juvenil El Torreón, que se encuentra en esta localidad tuvo una iniciativa para recordar ese instante para toda la vida. Colocaron una vieja bicicleta de color azul y con guardabarros, que, incrustada en el cemento por la rueda trasera, domina el lugar donde se produjo caída del estadounidense. Realmente fue la principal lesión que sufrió durante toda su carrera Armstrong, así que había un buen motivo para recordar el paso por esta localidad de una leyenda como el también campeón del mundo durante sus primeros años en el ciclsimo profesional.
Tras su declaración y posterior sanción, el pueblo decidió cambiar el monumento y convertirlo en "un canto de alabanza en favor del ciclismo en su conjunto", explicó el alcalde de Antigüedad en 2013, Luis Fernando Cantero Mena. La placa de madera con el lema "la clavícula de Armstrong" fue sustituida por un nuevo homenaje. La localidad se quedó "huérfana de un sentimiento de honor", como explicó el dirigente socialista en ese momento.
Ahora, los puntos de interés de este pueblo del sur de Palencia son este homenaje al ciclismo con la misma bicicleta y el McDonnell Douglas F-4 Phantom II cedido por el Ejército del Aire, en honor a los hermanos César y Augusto Martín Campos, que lucharon en la Guerra Civil cada uno en un bando.
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