El australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal), hizo honor a su apodo de "Cohete de bolsillo" y fulminó a todos sus rivales por segundo año consecutivo en la cima de Hatta Dam, donde en un esprint muy disputado celebró con rabia una victoria que le supuso además el jersey rojo de líder.
Ewan, de 25 años, obtuvo por velocidad y potencia su tercer triunfo de la temporada por delante de dos de sus grandes rivales en las rectas de meta, el irlandés Sam Bennett (Deceuninck Quick Step) y el francés Arnaud Demare (Groupama), que entraron a 2 y 4 segundos respectivamente.
Esta vez en final elevado, Ewan, que ya ha conseguido esta temporada 2 victorias en el Tour Down Under, culminó el reto con un tiempo de 4h.18.17. Entre los favoritos, y dentro del "top ten", cruzaron el arco el británico Adam Yates (Mitchelton) y el esloveno Tadej Pogacar (UAE).
Nada más comenzar las rampas de Hatta, el británico Chris Froome dio muestras de debilidad y subió a su ritmo acompañado de algunos compañeros, cruzando la meta a casi 4 minutos del ganador. Alejandro Valverde no disputó la etapa, pero entró con el mismo tiempo de sus rivales directos.
En la general Caleb Ewan es ahora el patrón, con 12 segundos sobre Bennett y 16 respecto a Demare. Una clasificación que debería saltar por los aires con el ascenso de este martes a Jebel Hafeel.
Una jornada marcada por el calor, en un recorrido ondulado por las montañas de Al Hajar, entre el pueblo de Hatta hasta la presa del mismo nombre, uno de los lugares predilectos para el ocio de los emiratís, donde un enorme retrato de los emires presiden la enorme pared seca de la presa.
Como en la víspera, sacaron boletos estériles para la gloria dos hombres del Vini Zebú, el italiano Tortomasi y el serbio Stojnic. No era día para que floreciese una fuga de anónimos, más bien para algún nombre ilustre por la etapa o la general, o incluso un esprínter, recordando la victoria de Caleb Ewan en Hatta Dam en 2019, quien salió más inspirado que nadie.
El pelotón se puso serio a 40 kilómetros y se fue implacable a por el voluntarioso Tortomasi, que se convirtió en el último rebelde de la fuga, engullido a 24 kilómetros de la cima de Hatta.
Movistar, Astana, Jumbo-Visma y Bahrain-Merida se encargaron de mover la carrera en la aproximación a meta, cuyos 3 últimos kilómetros, y en particular los últimos 200 metros se semejan al Muro de Huy de la Flecha Valona, con rampas del 18 por ciento y curva cerca de meta de las que dejan parados a los corredores.
No quisieron esperar algunos a la traca final, como el belga Campenaerts (NTT), plusmarquista mundial de la hora, y el italiano Conci (Trek), que salieron disparados a 10 de la llegada. Pero el grupo ya iba lanzado y los favoritos de la jornada buscando el sitio adecuado para la emboscada definitiva.
Llegó la hora de trepar. Cazados los dos valientes, comenzaron a encenderse los petardos por la victoria. Cofidis quería meter en la candidatura a Jesús Herrada, y el UAE acechaba para Pogacar. Mientras se quedaba descolgado Froome, todo el mundo se miraba en cabeza, nadie sacaba sus cartas definitivas. Astana amagó contando la opción de Lutsenko, pero un cohete iba a despegar.
Así que Ewan arrancó de lejos, todo potencia, abrió unos metros y resultaron definitivos ante el empuje de Bennett. Puñetazo al aire, etapa y liderato. Todo en el lugar talismán del australiano.
Este martes la tercera etapa se disputa entre Al Qudra Cycle Track y Jebel Hafeet, con un recorrido de 184 kilómetros. Espera un final en alto a 1.240, el segundo más alto de los EAU, limítrofe con Omán. Hasta meta un ascenso de 3 kms con algunas rampas del 11 por ciento. Esta llegada se repetirá el próximo jueves. Los favoritos se jugarán la carrera en este escenario.
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