Las Finales de Conferencia de los playoffs de la NBA quedarán configuradas este domingo. Por jugarse de las semis quedan dos séptimos partidos: Boston Celtics - Milwaukee Bucks, en el Este, y Phoenix Suns - Dallas Mavericks, en el Oeste. Para Luka Doncic es la oportunidad de seguir soñando con el título.
Llevar al desempate una eliminatoria contra el mejor equipo de la temporada regular era un escenario inimaginable para los Dallas Mavericks. No solo por la categoría de la franquicia rival, sino también por el gafe que venía persiguiendo a los de Texas desde hace más de una década sin pasar de primera ronda.
Eliminar a los Utah Jazz (4-2) fue para Dallas como quitarse un peso de encima. Gracias a ello, seguramente, no desistieron en la ronda actual al verse 2-0 por debajo contra los Suns. El inicio del cruce hacía presagiar lo peor, pero se logró empatar y, en la madrugada del jueves al viernes, salvar el 'match-ball' de Chris Paul y compañía.
Todo se lo deben a Doncic. Los Mavs no son un equipo que, a priori, pueda estar entre los grandes aspirantes a la NBA. Ni durante la temporada ni ahora, siendo la franquicia por la que más dinero se paga en las apuestas respecto a las seis que siguen en la pelea. Pero eso ya lo sabían en Dallas y, por ahora, siguen soñando.
Doncic, elegido quinto mejor jugador de la temporada regular en la carrera por el MVP, lleva tiempo consolidado como uno de los mejores de la liga. El Wonder Boy que aterrizó con 19 años es como 23 una estrella a todos los niveles. Así se ha vuelto a ver en la serie contra los Suns, siendo la figura principal.
Su promedio de puntos en los seis partidos contra Suns ha sido de 32,1 puntos. Del lado de Suns, ni un Paul en la sombra ni un Devin Booker sin estar al 100% le pueden hacer la competencia. Con un 33+11+8+4 espectacular, Doncic fue diferencial para forzar el séptimo partido. En partidos donde se mira al abismo, el esloveno promedia 39 puntos.
Su incidencia es máxima. Lo hace todo y así lo demuestra un dato: el 94% de sus anotaciones en los playoffs son sin asistencias, lo mismo con todos sus triples. Él se lo guisa y él se lo come, como se diría aquí en España. Y va a más, porque en los últimos partidos se ha visto un salto físico de Doncic ya recuperado de su última lesión.
Las estadísticas en contra
"Mientras haya un 1% de posibilidades, vamos a creer. Este equipo es especial, el vínculo que tenemos es especial", decía Doncic durante la serie. Las estadísticas de la NBA reflejan que el que gana el quinto partido de la serie tiene el 80% de posibilidades de salir campeón de la serie.
En el séptimo partido las fuerzas se igualan algo, pero a los Mavs le pesa algo: tiene que ganar en Arizona. Dallas ha perdido sus tres partidos jugados en casa de los Phoenix Suns, ampliando la cuenta a todos los encuentros que ha disputado en el Footprint Center desde 2019. Tocará romper las estadísticas para esperar en unas Finales de Conferencia en las que esperan los Golden State Warriors.
Doncic tiene el sueño de entrar en la historia del baloncesto. Después de haber batido innumerables registros de precocidad, ahora es el turno de empezar a ganar y qué mejor que hacerlo con un equipo fuera de las quinielas. Si los Mavs están en este punto es gracias a él y tiene la oportunidad de seguir adelante.