Un nombre resuena con especial fuerza en el baloncesto mundial en las últimas horas. Se trata de Zaccharie Risacher, quien está llamado a ser la nueva sensación del universo de la canasta. Una irrupción que recuerda, en cierto modo, a la de Victor Wembanyama, último número uno del draft de la NBA y que está dejando sus primeras pinceladas de magia en la mejor liga del mundo.
Sin embargo, cuando Wembanyama no ha consumado todavía ni su primer curso en la NBA, ya se empieza a hablar con fuerza de la salida a la luz de un nuevo diamante en bruto del baloncesto francés. Se trata de Risacher, jugador que tiene una profunda vinculación con España, y es que se podría decir que este joven es malagueño.
A sus 19 años, y habiendo alcanzado ya los 2,06 metros de altura, muchos le sitúan en el número del draft de la NBA en el futuro, después de que se haya declarado elegible oficialmente. Casi todas las previsiones concuerdan en que estará en el podio de las elecciones de novatos. Y algunas apuntan directamente al primer puesto de la tabla, aunque lógicamente, esto dependerá de las necesidades y preferencias del equipo que tenga la primera elección de la primera ronda.
Así es Zaccharie Risacher
Zaccharie Risacher es una de las nuevas sensaciones del baloncesto mundial. Nacido en el año 2005, su envergadura recuerda en cierto modo a la de Victor Wembanyama y a la de tantos y tantos jugadores modernos nacidos para ser el prototipo del deportista perfecto. Alto, fuerte, de brazos largos y con capacidad para moverse por cualquier lugar de la pista.
En su caso, le faltan algunos centímetros para ser tan dominador como 'Wemby', pero gracias a sus 2,06 de altura y a su calidad y técnica es capaz de superar a jugadores que se desempeñan en posiciones muy diferentes a la suya. Por condiciones, recuerda mucho también a uno de sus ídolos, Kevin Durant.
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Su vínculo con España, y por lo que se ha convertido en noticia en nuestro país después de presentar la documentación para entrar en la elección de novatos, es total. Es hijo de Stephane, mítico alero que pasó por las filas de Unicaja y de Murcia entre los años 2002 y 2008. El gran éxito de su carrera fue la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 con la selección de Francia. Y ahora, espera guiar la prometedora carrera de su hijo.
Zaccharie nació en Málaga mientras su padre defendía los colores del equipo andaluz y desarrolló los primeros años de su vida en España. Sin embargo, ahora defiende los colores de la selección francesa, país en el que se ha formado como jugador y como persona, a pesar de que el vínculo con la Costa del Sol siga ahí.
Zaccharie Risacher durante un partido de Euroliga
El año pasado firmó su primer contrato como profesional con el ASVEL Villeurbanne, equipo de Euroliga. Sin embargo, poco después salió cedido al JL Bourg de Bresse con el que ha brillado esta campaña en la Eurocup. Ha sido nombrado estrella emergente de la competición, algo parecido al premio de 'Rookie del Año' de la NBA, después de promediar 11,3 puntos y 3,3 rebotes en 23 minutos de juego. Este curso ya ha disputado más de una veintena de partidos en Europa.
Esta ha sido sin duda la temporada de su explosión, ya que bajo su liderazgo, su equipo llegó a colarse en la final de la segunda competición más importante a nivel continental. La felicidad no pudo ser completa, ya que el JL Bourg cayó derrotado frente al Paris Basketball. Eso sí, su buen rendimiento le ha abierto las puertas a debutar con la absoluta de Francia en las Ventanas FIBA.
¿Cómo juega Zaccharie Risacher?
Para aquellos que se pregunten cómo juega el joven Zaccharie Risacher, se podría decir que es la extensión de su padre en la pista en cuanto a términos de elegancia. Sin embargo, el joven galo aporta un plus de calidad y eficiencia. Su principal virtud es el lanzamiento de tres, sobre todo saliendo de bloqueos, por lo que se encuentra cómodo jugando abierto.
Gracias a su físico, se puede medir con facilidad a todo tipo de jugadores, ya sean de menor estatura, a quienes gana por alto, o de mayor fuerza, a quienes supera por velocidad y agilidad. Además, su gran capacidad de salto le permite terminar muchas jugadas por encima del aro.
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A pesar de que sus mayores virtudes están en el juego ofensivo, es también de gran ayuda en campo propio, ya que gracias a sus largos brazos asegura un buen número de robos por partido. Además, es capaz de emparejarse casi con cualquier jugador desde el base hasta el puesto de cuatro.
Su versatilidad y su calidad le han llevado a dar el paso de afrontar su llegada a la NBA pleno de moral: "Hay muchas cosas que puedo aportar a un equipo de la NBA. Lo que se me pida, lo haré y lo haré bien. Mi sueño es llegar a la mejor liga del mundo. He estado trabajando para esto desde que era un niño". Así lo confesaba en declaraciones a ESPN.
Zaccharie Risacher con la selección de Francia
Ahora, Risacher afronta un momento un tanto complicado para todo jugador que da el salto al draft, ya que no le importa el lugar que ocupe, sino más bien encontrar un proyecto que se adapte a lo que realmente necesita. "Mi objetivo al comienzo de la temporada era ser seleccionado lo más alto posible, pero no me enfadaré ni me llevaré una decepción si no soy el 1 o el 2. Quiero lograr mis sueños y sé que el draft no es el final, es sólo el comienzo".
El próximo 26 de junio se conocerá en qué puesto es seleccionado y cuál será la primera parada de su aventura en la NBA. Ese día, Francia podría volver a vivir un día histórico ya que después del éxito de Wembanyama en 2023, sería el segundo año consecutivo en el que un talento galo se sube a lo más alto del draft.