Estaba claro que más pronto que tarde el Real Madrid saldría del bache de resultados en el que se había instalado en las últimas jornadas de la Euroliga. Los blancos acumulaban tres derrotas consecutivas, pero un equipo de esta talla siempre sale a flote y lo hizo con claridad al conseguir una buena victoria en la cancha de la Virtus de Bolonia. [Así vivimos la victoria del Real Madrid ante la Virtus]
Los hombres de Chus Mateo fueron por delante en el marcador durante prácticamente todo el encuentro y pese a que los italianos no se dieron por vencidos hasta los instantes finales, la victoria terminó cayendo del lado blanco. Un gran Yabusele, que terminó con 15 puntos, lideró un trabajo por otra parte coral del Real Madrid.
La buena actuación en conjunto quedó enseguida reflejada porque al término de la primera mitad todos los hombres que Chus Mateo había puesto en cancha durante algunos segundos habían conseguido anotar. El bloque poniendo las cartas encima de la mesa en los momentos más delicados.
Aún así la Virtus le metió el miedo en el cuerpo a su rival en el tramo final del encuentro. Los italianos llegaron a dejar la renta en tan sólo 5 puntos de desventaja, pero entonces Campazzo se puso su habitual capa de superhéroe y protagonizó un torrente de canastas y asistencias que terminó por definir el choque.
Aprieta Yabusele
El Real Madrid viajaba a un escenario complicado en el que tan sólo habían ganado dos equipos en Europa en lo que iba de temporada. Lo hacía además en un momento delicado, así que debía extremar todas las precauciones para evitar una cuarta derrota consecutiva que sí hubiera empezado a preocupar.
Sin embargo, los blancos fueron capaces de dejar a un lado esos factores negativos para salir con confianza gracias al poderío de Guerschon Yabusele. El galo, en uno de sus arranques de furia, hizo siete de los primeros once puntos de los suyos para allanar el camino hacia la decena de renta favorable. Una tímida reacción local redujo a la mitad esa distancia pero Gabriel Deck, con un triple postrero, terminó por mantenerles a raya en el ocaso del primer cuarto (15-23, min.10).
Pese a esta ventaja, el Real Madrid no se relajó lo más mínimo y siguió con la mente puesta en un claro objetivo, el de volver a ganar en Europa. Tanto fue así, que la renta se disparó por encima de los 10 puntos con el paso de los minutos y eso obligó al técnico de la Virtus a tener que detener el encuentro.
No surtió demasiado efecto la charla porque los blancos mantuvieron el rumbo firme y de hecho cerraron la primera mitad como les gusta hacerlo, con una mandarina de Llull marca de la casa para silenciar el pabellón.
El Real Madrid no mostró fisuras tampoco tras la reanudación. Yabusele seguía imparable y a la fiesta de sus triples quiso unirse también Dzanan Musa, algo que permitió a los blancos entrar al último y definitivo cuarto con una ventaja considerable en el marcador (52-61).
Parecía que los blancos estaban manejando bien la situación, pero dos triples consecutivos de Mickey y Dobric acercaron peligrosamente a la Virtus. Los italianos se crecieron, creyeron y llegaron a ponerse a 5 puntos, pero entonces el Real Madrid tiró del comodín de Campazzo para cerrar el encuentro y evitar sustos en los segundos finales.
De nuevo los hombres de Chus Mateo estiran su ventaja en el liderato hasta las tres victorias y además consiguen certificar de manera matemática su presencia en el playoff por el título.
Virtus 74 - 89 Real Madrid
Virtus: Cordinier (12), Belinelli (9), Pajola (4), Shengelia (10), Zizic (8) -equipo inicial-, Dunston (4), Mickey (11), Lundberg (11), Lomazs (-), Dobric (5) y Abass (-).
Real Madrid: Campazzo (10), Abalde (7), Hezonja (10), Yabusele (15), Tavares (6), -quinteto inicial-, Alocén (2), Musa (10), Llull (8), Deck (7) y Poirier (14).
Árbitros: Robert Lottermoser (Alemania), Milan Nedovic (Eslovenia) y Eduard Udyanskyy (Gran Bretaña). Eliminaron por cinco personales a Cordinier (min.38)
Incidencias: Partido de la jornada 29 de la Euroliga disputado en el Virtus Segrafredo Arena de Bolonia. En la previa se entregó a Alessandro Pajola una camiseta conmemorativa por cumplir 400 partidos con el equipo local y se guardó un minuto de silencio en memoria a las personas fallecidas en un incendio en Bolonia.