El mundo del deporte tuvo que trabajar a contra reloj hace dos años con el inicio de la pandemia del coronavirus con el objetivo de establecer unos protocolos seguros de regreso a las competiciones. Estas medidas se han ido adaptando a los tiempos y las diferentes oleadas de contagios,la más reciente con la variante ómicron. Y la última modificación que se prevé, y que ha comenzado en Estados Unidos, puede suponer el principio del fin de la Covid-19. La NBA, tras la decisión de las autoridades sanitarias del país, cambiará su protocolo y será la locomotora del resto de organizaciones deportivas.
La mejor liga de baloncesto del mundo tenía hasta el momento, como muchas otras competiciones, una cuarentena obligatoria de diez días para todos aquellos jugadores que habían dado negativo en la Covid-19. Sin embargo, tras la decisión del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, esta cuarentena bajará en el país de 10 a cinco días en los casos asintomáticos.
Esta medida parte del menor riesgo que sumone la variante ómicron que, a pesar de ser mucho más contagiosa, está siendo menos agresiva. Además, según los estudios estadounidenses, la variante ómicron se transmite especialmente en los primeros días de la aparición de los síntomas, por lo que pasados cinco días no hay apenas riesgo de transmisión. Unos datos que la NBA ha tenido en cuenta y que, como indican desde ESPN, provocará un cambio radical en el protocolo de la competición.
LeBron James, con Los Angeles Lakers
La liga de baloncesto rebajará de diez a seis días -no cinco- la cuarentena en aquellos casos de jugadores y entrenadores vacunados que sean asintomáticos. Por si fuera poco, también se podrá romper la cuarentena mostrando dos pruebas negativas de la Covid-19 con una diferencia de 24 hora entre cada una.
Esta medida permitirá reducir considerablemente el número de jugadores en cuarentena -desde el inicio de la temporada han sido más de 200- y, por lo tanto, evitar más de una suspensión de partidos NBA en un calendario ya de por sí apretado. Los diez días dejarán paso a una cuarentena de seis días contando desde el inicio de la detección del contagio. Así las cosas, en apenas una semana los jugadores podrán estar de vuelta con el resto del equipo.
El caso de Italia
Tras el anuncio de Estados Unidos, otros países han seguido sus mismos pasos en lo que puede suponer el inicio del cambio de protocolos a nivel deportivo. Italia, de hecho, ha ido más lejos y estudiará reducir la cuarentena a entre tres y cinco días. Un cambio notable teniendo en cuenta que hasta ahora las autoridades podían cesar la actividad de un equipo deportivo si consideraba que era un foco de contagio grave.
Este último supuesto, por ejemplo, se ha vivido este mismo mes de diciembre en el Olimpia Milano. El equipo de Ettore Messina no pudo disputar su partido de Euroliga ante el Zalgiris tras detectar seis casos positivos de la Covid-19. El cuadro italiano, siguiendo directrices de las autoridades italianas, tuvo que cesar toda actividad deportiva para estar en cuarentena del 21 al 27 de diciembre.
Y es que esta es una de las claves de los protocolos deportivos: por encima de las reglas de las ligas están las de los Estados. La Euroliga cuenta con 14 días de cuarentena obligatoria, mientras que en Liga Endesa y en La Liga de fútbol se ha optado por mantener esos 10 días como en el resto del país.
El Rayo Vallecano celebra un gol
España estudia el cambio
La propuesta de Estados Unidos no ha tardado en llegar al deporte español. Poco después de las diez de la mañana, el grupo parlamentario Ciudadanos registraba en el Congreso de los Diputados una pregunta al Gobierno para que estudiara la reducción de la cuarentena aprobada por la administración de Joe Biden.
Poco después, la Comunidad de Madrid también defendía dicha reducción. Y tras unas horas de las primeras peticiones se confirmaba que el debate se iba a llevar a la reunión de Sanidad con las Comunidades Autónomas.
Esta medida, en caso de implantarse, permitiría reducir notablemente el impacto de la variante ómicron en el deporte nacional. Y, por lo tanto, minimizar las posibilidades de que los partidos tuvieran que suspenderse horas antes de su disputa. Un cambio determinante que puede suponer la 'normalización' de la variante ómicron en la sociedad.
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