LeBron James no está pasando por su mejor momento. La gran estrella de Los Ángeles Lakers ha vivido esta madrugada una de sus peores noches en la NBA. Su equipo ganó por 121-116 a los Detroit Pistons y consiguió quitar el saldo negativo de su balance de victorias y derrotas en la temporada, pero él ni siquiera estuvo para verlo.
Y no fue porque estuviera descansando o por lesión, sino porque no terminó el partido contra los de Míchigan. LeBron James perdió los papeles, algo que pocas veces le ha pasado en su carrera profesional, ni siquiera en sus peores años en los Cleveland Cavaliers, y fue expulsado.
Además de tener que enfilar el camino de vestuarios antes de tiempo, fue el gran protagonista de la pelea de la noche en la NBA y que ya es sin duda alguna una de las imágenes del año. Primero, su terrible golpe al jugador de los Pistons Isaiah Stewart y después la terrible secuencia de lo que podría haber sido una pelea histórica.
LeBron James y Stewart peleaban por un rebote bajo el aro cuando el de los Pistons cargó con fuerza sobre el alero de Akron. Algo normal en cada disputa por los rechaces del aro, pero que a 'King James' no le sentó nada bien fruto de la desesperación que sufre al ver que el gigantesco proyecto de los Lakers va en picado.
El '6' de Los Ángeles no se tomó bien esta carga de Isaiah Stewart y respondió con un brutal golpe al rostro del jugador de los Pistons. LeBron soltó el brazo de mala manera impactando con el puño en la cara del jugador de Detroit, que se fue inmediatamente al suelo para intentar reponerse de lo que era una terrible agresión.
En pocos segundos, su rostro se llenó de sangre ya que el tremendo golpe le había abierto una brecha en la zona más cercana al ojo. Los chorros le caían por toda la mejilla y le llegaban hasta la boca. En pocos segundos se armó el lío, ya que Stewart no estaba dispuesto a dejar pasar por alto una agresión semejante de la mayor estrella de la liga.
A pesar de que sus compañeros intentaban agarrarle, el de los Pistons salió corriendo a por un LeBron James que, consciente de que se había equivocado y de que iba a ser expulsado, y probablemente sancionado muy duramente, decidió no hacer nada. Isaiah forcejeó con todo aquel que tenía delante para intentar sacárselos de encima y lanzarse a por James, pero este aguantó el tipo al otro lado de la pelea, sin dejarse amedrentar, pero sin hacer el lío más grande.
Pudo ser mucho peor
Por el camino, los compañeros de Stewart, árbitros y miembros de seguridad intentaban pararle mientras la sangre no paraba de caerle por la cara. Otros como Russell Westbrook preparaban sus puños por lo que pudiera venir en lo que estuvo a punto de ser una pelea histórica.
Con una carrera increíble, Isaiah Stewart se zafó de varias personas e hizo un último intento de ajustar cuentas con LeBron James, pero afortunadamente, la cosa no pasó a mayores y se pudo frenar lo que parecía una lucha inevitable entre dos plantillas de 'súper hombres'.
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