El Madison Square Garden volvió a ver un partido de playoffs después de muchos años fuera de la postemporada de la NBA. Pero, más allá de eso, la imagen fue ver las gradas con un número sustancial de espectadores. Los seguidores del equipo neoyorquino no pudieron disfrutar de la victoria de los suyos, pero sí que dejaron un gran mensaje de cara al regreso de la normalidad en los pabellones con las zonas habilitadas para los vacunados de la Covid-19.
La diferencia entre la zona para las personas inmunizadas y la establecida para los que todavía no han recibido el pinchazo era sustancial. Los que ya ha tienen su respectiva dosis corriendo por su cuerpo podían estar juntos y sin distancias, mientras que los que no, tenían que ir con mascarilla de forma obligatoria y con separaciones entre sí. La comparación evidencia la vida que existe con la Covid-19 y con la pandemia controlada a través de la vacunación.
Los New York Knicks anunciaron que se habían agotado las entradas para los dos primeros partidos de su serie contra los Hawks. El equipo neoyorquino estaba ofreciendo 15.000 asientos, la mayor capacidad anunciada hasta ahora para la postemporada. Según informó el sitio Bleacher Report, la entrada más barata para ver el primer partido de los playoffs contra los Hawks costaba 968 dólares.
La vuelta a los playoffs se hizo esperar para los seguidores de los New York Knicks y cuando volvieron a disfrutar de la emoción e intensidad se encontraron al base Trae Young que les amargó la fiesta al anotar a falta de 0,9 segundos la canasta ganadora de los Atlanta Hawks que se impusieron por 105 - 107 en el primer partido de la ronda inicial de la Conferencia Este. Young terminó como gran figura de los Hawks al conseguir 32 puntos, 10 asistencias y siete rebotes que frustraron a los Knicks.
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