La NBA ha confirmado la fecha del All Star 2021. La gran cita del baloncesto mundial. La que, antes de los tiempos de la Covid, era la semana de las estrellas. Ahora todo se concentrará en un día -7 de marzo-, pero seguirá teniendo a los mejores en el parqué de Atlanta. Como no podía ser de otra manera, Luka Doncic estará en esa lista de cracks mundiales que disputen el partido con mejores jugadores de baloncesto.
Será la segunda ocasión en la que Luka Doncic pueda jugar el partido de las estrellas. Por segundo año consecutivo y en la que es su tercera temporada en la NBA. El esloveno ya es una realidad y, pese al menosprecio y críticas que recibió con su salto a la mejor liga del mundo, ha demostrado estar capacitado para marcar un antes y un después en la historia del baloncesto. Ya no solo en Europa, sino en lo que respecta a todo el planeta.
Atrás quedan las dudas que muchos plantearon cuando, con tan solo 19 años, se presentó al Draft. Entonces había quien situaba a Doncic en el foco mediático por haber salido del Real Madrid. Que, en caso de haber formado parte de otra cantera, no hubiera recibido tanto protagonismo. Para los que infravaloraban al esloveno daba igual que hubiera ganado premios en ACB y Euroliga. No valía y jugar en la NBA iba a servir para darse un golpe de realidad.
Tampoco le recibieron del todo bien en Estados Unidos. De hecho, su llegada a los Mavs derivó del rechazo de los Hawks. Una operación que hasta Pau Gasol destacó en redes sociales y que le recordó a lo sucedido con su propio Draft. Doncic, tercero en el Draft, fue traspasado a los pocos minutos a Dallas. Y, ahí sí, se convirtió en jugador NBA. El esloveno iba a compartir equipo con un histórico del baloncesto europeo como Nowitzki, más allá de ser una leyenda de la competición norteamericana. Una franquicia sin grandes aspiraciones y que podía darle minutos para curtirse en su primer año.
Lo que parecía una locura es que Doncic se pudiera echar el equipo a la espalda en su primer año. Algunos confiaban en que peleara por el ROY, otros por simples minutos en el equipo. Con el paso del tiempo sería lo primero. Pero, en ese camino, tuvo que sortear diferentes acusaciones. Pesos pesados de la liga como Kevin Durant, en un intento de halago por su potencial, aseguró que Doncic tenía ventaja con el resto de rookies de la competición. "Jugó en Europa", recordaba, "mientras el resto estaban en la Universidad". "Él lleva pudiendo concentrarse en el juego desde, tal vez, los 14 años. Eso le da ventaja".
La afirmación de Durant, además de ser polémica, era algo errónea. Y es que cabe recordar que Doncic, que llegó a la cantera merengue con apenas 13 años y sin saber nada de español, siguió el plan de estudios que cualquier otro talento del filial madridista: colegio SEK y rutina de estudios y entrenamientos. Algo que cambiaría con su inclusión en el primer equipo. Doncic, en su primera entrevista, explicó cómo compaginaba. "Estoy haciendo segundo de bachillerato, voy al colegio cuando puedo. Aún no sé si voy a ir a la Universidad, tengo que pensármelo", reconoció en Onda Cero.
No sería el único argumento que sostuvieron contra Doncic. LeBron James, con quien compartirá equipo en el All Star y que se ha convertido casi en uno de sus 'amigos' dentro de la competición, expuso que "los jugadores europeos se desarrollan más rápido que los de la NBA" por su "etapa de desarrollo" desde, decía, los 15 años. En el caso de James, fue para reconocer que "es lo mejor del baloncesto europeo".
Boom de Rookie
Todo ello se puso en contra de un Doncic que contaba con la presión desde España, el seguimiento desde Eslovenia y los constantes comentarios en el entorno NBA. También de muchos que, por venir de Europa, ni tan siquiera conocían quién era ese esloveno del que tanto se hablaba. En su primera temporada, Doncic se llevó todos los premios a mejor rookie que repartieron en su conferencia. Firmó 72 partidos -casi toda la competición posible-, con más de media hora por partido y una media por encima del 20+7+6. Números que, puestos en contexto, solo han logrado unos pocos entre los que se encuentra Michael Jordan en su año de debutante.
Durante toda la temporada, es más, se generó cierta tensión con su gran rival por el ROY: Trae Young. Tensión que con el tiempo han apartado ambos jugadores en la pista y que terminó con Doncic llevándose el premio a final de una temporada donde su equipo quedó penúltimo de conferencia. Era el segundo europeo que lo lograba -antes fue Pau-. Su única espinita, haberse quedado fuera del All Star en su primer año pese a que la votación popular decía lo contrario.
La segunda temporada, marcada por la aparición de la Covid-19 en el tramo final, también dio alegrías a Doncic. Se confirmó la pasión que había entre los aficionados con su potencial en la pista. Aún contaba con desprecios entre compañeros de liga y cierto sector de la prensa. Algo que, a la hora de aparecer encuestas, se podía ver en los resultados. Sin embargo, su segunda campaña en la NBA fue más que positiva. Porzingis, fichaje estrella, ingresaba en el equipo tras su larga lesión y formaba con el esloveno una de las mejores parejas. Podía parecer que era el interior quien lideraría, pero nada más lejos de la realidad. Doncic era mucho Doncic.
El base recibió críticas, como ya era habitual, de exentrenadores que le tachaban de hacer "números vacíos", como fue el caso de Sirios XM. Otros, en pleno movimiento Black Lives Matter y ya en la burbuja de Orlando, le llegaron a insultar con un "puto blanquito". Harrell, poco después, se disculparía aunque sin castigo. Doncic se metió por primera vez en el All Star y salvó la cara. Antes había estado dos semanas lesionado, pero su presencia en dicha cita no podía faltar y Doncic trabajó para llegar a tiempo. Finalizaría la temporada impulsando a su franquicia hasta los playoffs y con una media que, de nuevo, le dejaba cerca del 29+9+9 de media en toda la campaña.
Un nuevo All Star
La confirmación del fenómeno Doncic se ha producido esta nueva campaña que comenzó en diciembre. El base esloveno sorprendió con un cambio físico al inicio de temporada. De nuevo, llegaron dudas y críticas. Se le echó en cara estar subido de peso. Doncic, con su habitual tono, bromeó. "No estoy en mi mejor forma, pero llegaré seguro. Nunca he sito un tipo musculoso". Y no miente. Apenas unos meses después, el esloveno triunfa como siempre. Estará en el All Star dejando fuera del cinco inicial a una estrella consagrada como Lillard. Sus números aproximados en cada partido: 29+8+9.
A sus todavía 21 años, Luka Doncic jugará su segundo All Star como titular y junto al mismo LeBron que recelaba en sus inicios. El chaval tímido que llegó a Madrid sin saber español, y que ahora se ha convertido en 'embajador' del club con palabras hacia sus excompañeros tras los partidos NBA, volverá a codearse con los grandes. El fenómeno Doncic, que se tuvo que adaptar a la exigencia de la cantera merengue y que competía hasta jugando a la play, peleará próximamente por brillar en un All Star histórico por la situación que le rodea.
Su imagen es tal que hasta los Mavs están negociando con la NBA llevar partidos de pretemporada a Madrid y Eslovenia para que Luka llene, él solo, las gradas de cualquier pabellón.
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